El clan Uchiha ha descubierto la ubicación de su más grande debilidad: 𝐋𝐨𝐬 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐝𝐚. La inquietud por ser víctimas de una venganza histórica invade a cada uno de sus miembros, eso, además de ser conscientes sobre la particular relación que lo...
"Sí, hay ocasiones en las que pienso en ella. En sus errados intentos de colorear la negrura adherida a mi alma. En todas las veces que falló, añadiendo más tintes de oscuridad".
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━ EXTRA: PRESENTE ━
—¿Será acaso que estás comenzando a dudar sobre tus acciones pasadas? —interpela su compañero de sonrisa sádica, quebrando ese mutismo constante que el fluido del agua en un riachuelo cercano se encargaba de acentuar.
La caminata mantiene un ritmo uniforme, tranquilo, cauteloso.
Sin apartar la mirada del trayecto, Itachi permanece inmutable. Su gesto no presenta ni la más mínima alteración y tampoco hay rastro de indicios físicos que revelen lo auténtico, lo que en realidad ha originado en él aquella pregunta fortuita.
Su mente se ha remecido a una magnitud considerable.
Por otro lado, Kisame conserva su circunstancial grado de intriga, expectante a una futura contestación. Desde un inicio había etiquetado como intrigante el trasfondo de los clanes 'U' y le resultaba divertido el hecho de poder ser un espectador cercano, mucho más cuando el panorama requería teñirse de un abundante rojo sangre.
Sangre. La de ella... aullaba. Lo hacía en cada goteo. Era enloquecedor para Itachi, porque solo él podía escuchar tal barbaridad.
Ese enfrentamiento había sido hace casi un mes. El tiempo corría sin remedio, apenas podían notarlo y poco les importaba si éste no los perjudicaba. Era increíble. La última vez que Uchida Shizue tuvo un encuentro cercano con miembros de Akatsuki parecía haber sucedido hace no más de unas cuantas horas atrás...
・・・
Era el momento de actuar.
Hoshigaki Kisame y Uchiha Itachi serían los próximos encargados de llevar a cabo cierto propósito, esperando cumplir una orden que llevaba un largo tiempo vigente entre los renegados.
La información facilitada por Zetsu señalaba que la jovenen cuestión –nuevamente y en solitario–, se encontraba fuera de Konoha. Una oportunidad que los Akatsuki no desperdiciarían, pues existía un asunto ligado a Uchida Shizue que debían resolver... tarde o temprano.
Cuervos revolotearon por los cielos durante días, sigilosos. Necesitaban averiguar la localización exacta de Shizue y, posteriormente, seguir sus pasos a una distancia moderada por algún tiempo. El propósito era saber cuál era su destino, si estaba en medio de una misión o más bien planeaba reunirse con ciertas personas, como solía hacerlo con frecuencia en esos últimos dos años.
Tras haber estudiado la situación, atacarían. Y debían hacerlo con total precisión.
Quien en un pasado había tenido la particular encomienda de 'convivir con ella', no estaba seguro si era una singularidad del clan Uchida o específicamente de Shizue. El punto: la joven no podía sentir el chakra de otros individuos, y los demás, tampoco podían presentir o divisar el suyo a menos que ella lo exteriorizara a la hora de ejecutar alguna técnica con el sello de su agrupación.
