Entre ángeles y demonios. (One Piece. Law y tú)

Capítulo 11:Realidad.

Ace y Law fueron a la cafetería del hospital, aunque (t/n) quería quedarse a escuchar, Luffy le pidió que lo llevará a pasear, porque se aburriría, a la mujer no le quedó de otra más que acceder, confiaba en Ace, pese a tener sangre demoníaca.

-Bueno estamos solos… te puedo decir todo…- dijo un tanto incómodo.

-No me digas… ¿(t/n)-ya quería que me mintieras?- cuestionó un poco sorprendido.

-Algo así… pero lo hace para protegerte, el hombre que se fue de tu consultorio es un demonio…- declaró, los ojos grises se abrieron con sorpresa.

-¿Por qué me sigue?- cuestionó, sabía que Doflamingo no era de confianza.

-(t/n) me ha dicho muy poco… pero antes que nada, Luffy y yo tenemos el nombre “D” porque es un nombre clave…- Law prestaban atención, ambos pelinegros ignoraron alrededor. -Su significado es “Demon”- dijo lo último en un susurro. -Hijos de demonios con humanas…- el joven médico estaba incrédulo.

-¿Entonces yo…?- planteó, eso resolvía algunas dudas, pero Ace negó.

-En tu caso es diferente… tu nombre sería “Deus”…- el médico lo razonó.

-Ángeles… ¿mi padre es un ángel?- cuestionó.

-Eres muy listo…- Law perecía pertubado. -Y déjame decirte que eres el primero que conozco con ese nombre…- aclaró.

-Eso quiere decir qué ¿(t/n)-ya podría saber quién es mi padre y porqué me abandonaron?- cuestionó, Ace noto cierta desesperación, comenzaba a comprender porqué la ángel no le quería decir nada.

-Como te dije (t/n) no me dijo mucho, sólo me dijo que corres peligro y ella quiso protegerte, tal vez si conozca a tu padre, pero no lo olvides, debes tener cuidado…- declaró. -El Rey del inframundo desea quitarte tus habilidades, posiblemente por tu sangre de ángel quiera usarte como llave para entrar al paraíso y desterrar al rey de los cielos…- explicó, Shanks le había contado una vez acerca de los planes de aquel oscuro ser.

-Y si (t/n)-ya me cuida, significa…- planteaba, pero el pecoso volvió a negar.

-Dudó que el rey de los cielos te quiera proteger, de ser así (t/n) tendría sus poderes, posiblemente él desee que no existas para evitar amenazas al paraíso… pero ella se abra negado…- planteó aquella hipótesis.

-¿Y por qué me dices esto… si eres hijo de un demonio, no deberíamos ser enemigos?- dijo muy serio, sin duda todo había sido un gran impacto.

-No todo en la vida es blanco o negro…- dijo el pecoso, recordando aquellas palabras de Shanks. -El que mi padre sea un demonio no me hace malo, el que tu padre sea un ángel no te hace bueno, tanto en ti como en mi, en todos, existe la luz y la oscuridad…- Law se pasmo por aquellas palabras.

-Tienes razón…- comentó.

-Lo que te acabo de decir, fue la conclusión del único ser que experimentó el ser un ángel y después un demonio…- declaró. -Creo firmemente en sus palabras, y por eso quiero ayudarte y a (t/n)…a mí no me importa lo que planee el Dios o el demonio, tu mereces tener una vida, Luffy y yo también lo deseamos…- declaró y Law reflexionó aquello.

-Tienes razón…- susurró Law. -Pero si me ocultan la verdad, nunca sabré cómo actuar…- Ace asintió.

-Debes tener paciencia, estoy seguro que (t/n) te dirá todo, tal vez primero busque alejarte de ese Demonio…- explicó, Law le daba la razón, pues Doflamingo había aparecido casualmente al mismo tiempo que la ángel.

-Gracias Ace-ya… sólo una cosa más… ¿tú posees habilidades?- cuestionó en voz baja, el pecoso asintió.

-Luffy y yo tenemos habilidades…- Ace y Law se dedicaron a hablar, el joven pecoso le dijo incluso que decirle a (t/n) para que no se preocupara.

Después de un rato, la mujer llegaba con Luffy, observando tranquilidad en el joven de ojos grises.

-¿Cómo les fue?- cuestiono Ace al ver a su hermano contento.

-¡Bien!- exclamó el joven pelinegro. -(t/n) es genial, escucha todas mis historias…- declaró contento y Law observo que la mujer sonreía con amabilidad.

-¡Eso es porque ella no puede callarte!- declaro su hermano.

-¡Déjame en paz!- se quejo el menor.

Después de eso, (t/n) regreso al departamento de Law, mientras el médico reflexionaba las palabras de Ace, se cuestionaba quien era su padre y porqué lo abandonó.

(T/n) llegaba al departamento de Law, se sentó en uno de los sofás que decoran la sala, pensaba en su compañero, Rocinante, le parecía injusto que un ángel tan bondadoso tuviera que ser desterrado, cuando su único “error” había sido amar a una humana.

¿Acaso su existencia no se basaba en la protección del amor y la justicia?

¿Cómo puedes proteger algo que tienes prohibido experimentar?

Tomo su libreta y seguía escribiendo, ahora estaba más tranquila, nada malo podría pasar, Law seria más precavido y Doflamingo se mantendría a raya.

______--------

En la madrugada Law salía del hospital, tenia algunas respuestas y eso lo tranquilizaba, Ace le aconsejo darle tiempo a (t/n), así la ángel podría darle todas las respuestas.

Antes de llegar a la parada de autobús, cruzó una calle solitaria, de repente sentía como su cuerpo perdía voluntad, eso sin duda lo sorprendió, trataba de liberarse, pero no lograba nada, poco a poco era dirigido al callejón que apenas había pasado.

-¿Qué pasa?- cuestionó, su sorpresa aumentó al ver al final del pasillo a Doflamingo, ahí pudo observar sus alas negras, sonriendo de manera arrogante, su mano derecha extendida al aire, sus dedos hacían movimientos roboticos.

-Hola de nuevo pequeño Law…- carcajeba.

-¡¿Qué quieres?!- grito el médico. -¡No quiero volver a verte!- declaró, Doflamingo carcajeo estrepitosamente.

-Pero si vienes a mi, ¿cómo debería tomarlo?- cuestionó con sarcasmo.

-¡¿Qué buscas?!- seguía luchando para ser liberado.

-Primero…- sin liberarlo, se acerco al joven, tomándolo de la barbilla. -Debo deshacerme de la entrometida de (t/n)… fufufu…- Law se tenso por la declaración. -Podría matarla, pero eso seria muy fácil, quiero un espectáculo, y tú me vas a ayudar…- carcajeo maquiavélicamente.

-¡Estas loco si crees que te ayudare!- amenazó, mirándolo con desprecio.

-Sabia que me dirías algo así… pero recuerda algo, soy un demonio y mi misión es corromper a todo ser vivo sobre este mundo…- Law horrorizado vio como Doflamingo acercaba su rostro al propio, sin borrar aquella sonrisa, lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos.