¿Dejarás que se escape la felicidad?

VIII

-Así que Sarada Uchiha te rechazó....

Cuando Mitsuki iniciaba con esos comentarios, Boruto sentía la tentación de buscar un nuevo mejor amigo. Pero el chico lo entendía bien y la mayoría de veces era de utilidad.

-No me rechazó- resongó de mal humor.

-Le cocinaste, comió y se fue. Sí, te botó. Además se va a casar con Hatake.

Y esa es su mayor preocupación, que la propuesta de los Hatake resulte tan tentadora para el patriarca Uchiha que acepte el matrimonio para Sarada.

-¿Pudiste averiguar lo que te pedí?

-Sí, sería un negocio bastante bueno. Si yo fuese Uchiha aceptaría el trato.

La vena en la frente de Boruto empezó a latir con más fuerza cada vez que Mitsuki agregaba algo.

-Es como ganar-ganar, bueno casi. Hay cosas que se pueden mejorar y está la condición del matrimonio....

-Maldito sean Hatake y toda su familia. ¿Qué están pensando?- cada vez, Boruto, se sentía más consumido por la angustia.

-Bueno, hay una forma de impedir el trato- Mitsuki esbozó una sonrisa-, se debe hacer una propuesta mejor. ¿Alguna idea de quién la puede ofrecer?

Claro, otra oferta igual o mejor de fructífera para los Uchiha y si se considera bien los Uzumaki obtendrían grandes ganancias.

-Tienes razón. Necesito preparar una propuesta de negocios....

-Y una de matrimonio.....

-Eso de cerrar un negocio con un matrimonio es arcaico.

-Bueno.... pero puede que Hatake no retire la propuesta matrimonial.-Boruto le dedicó una mirada enojada que hizo retroceder a Mitsuki.- te enviaré algunas sugerencias para el proyecto y veré una reunión con Sasuke Uchiha.

Un poco más relajado, Boruto se dio un baño e inició con los preparativos para la noche. Ese día se celebraría una fiesta de gala, baile y cena incluido, en honor a Kakashi Hatake, presidente de la compañía del mismo nombre. Obviamente, él, como director de grupo Uzumaki, debía asistir. Aunque lo que deseara fuera matar al hijo de aquel hombre.
A las 8 de la noche hizo su gran entrada a la suntuosa mansión, que finamente decorada era una muestra de la riqueza de la familia Hatake. Después de un momento logró ubicar al anfitrión y con paso firme se dirigió hacia él. Kakashi Hatake le dio la bienvenida, mostrándose muy complacido por su presencia. Quiso, además, presentar a su hijo pero él le informó que ya habían coincidido en diversas ocasiones. Aunque se arrepintió de haberlo excusado de las presentación cuando vio a Luam Hatake junto a Sarada. El muy cabrón tenía la mano en la cintura de la chica, como si esta fuera de su propiedad. ¿Tan seguro estaba de que aquel enlace se realizaría? Pues sus planes se iban a ir al traste, sobre su cadáver Sarada Uchiha se casaría con ese.
Estaba a punto de ir a por la Uchiha cuando un hombre llamó su atención -no piensen mal- Sasuke Uchiha se dirigió hacia el grupo en el que él estaba. A pesar de que su instinto fue correr con la chica y llevarla lejos de aquel tonto, resistió y se quedó para conocer a el Uchiha mayor.
Esta vez agradeció que Hatake los presentara; a pesar de lo intimidante del hombre logró mantener la calma y entablar una conversación. De a pocos se fueron quedando solos, por lo que se sintió cómodo al dirigir la charla hasta el proyecto que realizaban las dos empresas. Asimismo, dejó entrever su interés en concretar una alianza,  soltando lo beneficioso que resultaría para ambos grupos. Claro, se abstuvo de hacer cualquier comentario sobre la propuesta de los Hatake, de echo dio la impresión de no saber nada y no es que alguien lo supiese, pues todo se realizaba con la mayor discreción.

Al final no requirió de la ayuda de Mitsuki para concretar una reunión, al cabo de una semana tendría la oportunidad de exponer su propuesta frente a Sasuke Uchiha. Una vez asegurado el primer paso, y gracias a la intervención de un grupo de empresarios, pudo ir tras Sarada.

Lo malo fue que le llevó buen tiempo, debido a que se cruzó con varios conocidos, además de la cuota habitual de mujeres que trataron de llamar su atención. Para cuando al fin se abrió paso tuvo que soportar ver a Sarada bailar con Luam Hatake. Por suerte no duró mucho, ya que el patriarca de la familia mandó a llamar a su hijo. Con mucho gusto Boruto tomó su lugar en la pista. Rodeó a Sarada con sus brazos y procedió a girar con ella en medio de la pista.

-Vi que hablabas con papá- le susurró la Uchiha, mientras se desplazaban por la pista.

-Así que estás atenta a mis movimientos- ella no dijo nada más, esperando por una respuesta- discutimos asuntos de negocios. En unos días me voy a reunir con él para negociar la posibilidad de volver a trabajar juntos.

-¿De cuándo  acá te interesa trabajar con las compañías Uchiha?

-Desde que vi la eficiencia del personal y lo bien que nos va junto. Debes admitir que sería muy lucrativo. 

-¿Interés crematístico?  - señaló Sarada.

-En parte, pero eso es básico tratándose de  negocios ¿no crees, Sarada?

-Tienes razón. Y... en tu caso ¿incluye propuesta matrimonial, Boruto?

-Eso es algo arcaico ¿no crees? Nadie debería verse obligado a casarse por dinero o negocios.- dicho esto la guió por el salón en una danza cadenciosa, mientras parecían flotar en una nube, atrapados en una burbuja de cristal que los aisló de todos los factores externos que pudiesen perturbar su felicidad.

Al baile le siguió la cena, antes de ella los discursos respectivos, y luego nuevamente la danza. Boruto se mantuvo junto a Sarada tanto como le fue posible. Sin embargo, el que en la reunión estuviesen presente tantos empresarios importantes le dificultó la tarea, a pesar de ello se las arregló para conversar una vez más con Sasuke Uchiha y de paso conocer a Sakura Uchiha, la madre de Sarada.

Cuando terminó la fiesta deseó poder irse con Sarada, mas ella no se alejaba de sus padres. Con tacto fue a despedirse y la Uchiha le confirmó que se marcharía con sus padres, por lo que no tuvo más opción que irse solo. Bueno, aprovecharía para dormir y luego planificaría el proyecto a presentar a Sasuke.

Continuará......