"ÉL."

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Con la misma ilusión con la que abro un regalo,
así le despojé de sus vestiduras.
De la misma manera en la que los ojos se me iluminan cuando se avecina una buena noticia,
así dislumbré su cuerpo cuando delante lo tuve.
Como cuando abro una puerta con una llave,
así toqué su pecho y abrí su corazón.
Era un mundo de colores, de arcoiris.
Había zonas de tormentas y de color gris.
Habías secretos y pensamientos oscuros y guardados bajo llave.
Pero, aún así, reinaba la paz y sentí que era mi hogar.
No quería nada más. Ni siquiera lo pedí.
Y aún así me lo dio.
Me dio todo lo que él tenía para que nuestras vidas acabasen juntas.
Y qué alegría.
Porque sin pedirle nada, llegó en el momento justo para salvarme de una gran caída.
Mi salvavidas.

LOS FRAGMENTOS DE NATALIA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora