Qué bonita te ves libre.
Qué bonita te ves con ese brillo en los ojos que dice que ya no dependes de nadie.
Qué bonita te ves recuperada de tantas heridas que has tenido que soportar.
Mira que te he visto llorando y me has seguido pareciendo preciosa, pero qué bonita estás ahora que no cae ni una lágrima por tu mejilla.
Qué bonita estás ahora cogiendo las riendas de tu vida.
Qué bonita estás.
Créeme, qué bonita.
ESTÁS LEYENDO
LOS FRAGMENTOS DE NATALIA.
Short StoryAmor, desamor. Vida, muerte. Oportunidades, desplantes. Reflexiones íntimas, reflexiones universales. ¿Por qué no te das la oportunidad y lees estos fragmentos? No dudes en descubrirlo.