"ÉRASE UNA VEZ UNA MUJER..."

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Érase una vez una mujer que me abrió su corazón de la manera más sencilla y verdadera que uno se pueda imaginar.

Adaptó su cuerpo durante unos meses para que yo pudiera formarme en su interior.

Nunca me reprochó el cambio de planes instantáneo que pudiese haber conllevado saber que venía en camino. Sin embargo, preparó mi bienvenida como el mejor premio y me instruyó para la vida.

Muchas veces he caído, muchas veces he confiado y me han herido y muchas veces yo misma he fallado, pero esa mujer de la que os hablo nunca me ha guardado rencor por mis tropiezos.

Sé que voy a seguir cometiendo errores, porque así es como se aprende de la vida. Sé que algunos de esos errores serán leves y otros tendrán un peso mayor, pero me reconforta saber que no estoy sola y que cuento con ella, con sus consejos y sus abrazos, como viene haciendo desde hace varios años ya.

Lo más sorprendente de todo, es que sabe sacar una lección positiva de cada cosa negativa que ocurre. Cambia un día de lluvia por uno de color con tan solo unas palabras.

Querida mamá, no soy perfecta. El mundo tampoco lo es.

A pesar de lo que venga, espero que nunca sueltes mi mano y que sigas apoyándome en los momentos más duros.

Soy lo que soy gracias a ti.

Gracias, mamá.


LOS FRAGMENTOS DE NATALIA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora