Capítulo 2: Una historia que contar

59 10 0
                                    

          
Parte 9: Esperanza.

La lluvia se detendrá, la noche terminará, el dolor se desvanecerá. La esperanza nunca está tan perdida que no se puede encontrar.
-Ernest Hemingway.

-. Es todo. – Solté en aquella habitación vacía – Se supone que esto debió ayudarme, pero ¿por qué siento que este dolor es cada vez más fuerte? Se supone que debo de sentirme mejor, se supone que esto debía servirme, pero no puedo, simplemente no puedo. -  Las lágrimas comenzaron a brotar de mis parpados. – ¡Di todo lo que tenía! – Grité para luego tirar el escritorio donde estaba todo lo que había escrito; me encontraba frustrado, enojado y triste, pero sobre todo sentía dolor, el dolor de la perdida, el dolor que trate de olvidar, el dolor que quise sepultar. - ¿Qué quieres de mi vida, qué esperas que haga? Nada de lo que hago tiene sentido, todo lo que hago ha sido una pérdida de tiempo, ¿por qué, porque duele cada vez que lo recuerdo?

-. Te esforzaste tanto en olvidar las cosas, en sepultar tus sentimientos que ahora no puedes controlarlos.

-. No puedo, no pude antes, no puedo ahora; quiero que todo pare.

-. ¿Acaso crees que eso lo solucionaría, crees que eso serviría?

-. No sabes de lo que hablas, un niño no se esperar que su vida cambie de un segundo para otro, que le quiten algo que amaba, yo no esperaba eso – Era el principio de una crisis – Tenía miedo, miedo de las personas, de mi familia, del mundo y por eso me aleje de él. Trate de acoplarme a una nueva vida pero no pude, tenía y sigo teniendo mucho miedo. – Mis palabras salían una tras otra y con ellas sentía como me destrozaba por dentro – ¿Cómo esperas que lo entienda, cómo quieres que lo haga? Cada noche un pesadilla tras otra, de un infierno en vida a uno durmiente, esa fue mi rutina después de muchos años, nunca podré superar esas noches que pase solo llorando en la oscuridad – Sentía como mi mundo se venía abajo – Me odio, odio mi vida, odio todo, esa es la verdad. No pude decir nada, no pude decir ni por un instante lo que sentía realmente, nunca nadie vio a verdad tras esa sonrisa. – No podía controlar mis palabras –  ¿Y qué hizo la vida por mí? Me enseño que las cosas pueden ser peores, me rompió por completo, quede destrozado y nadie lo notaba. Todo siempre estuvo guardado dentro de mí, todo lo guarde en mi mente, en mi corazón y ahí lo encerré solo para mí. – El nudo que oprimía mi pecho poco a poco se soltaba – Conocí por primera vez lo que era vida, hice amigos y con ellos pude sonreír, por primera vez de una manera genuina, pude disfrutar, me sentí vivo. – Mis lágrimas cesaron y una sensación de paz y melancolía me lleno. – Cuando sentía que no podía más, cuando decidí que mi vida debía acabar, Lucías la dio, y fui cuando lo entendí... yo no era el único que estaba solo, él también tenía una vida difícil, el también sufría, y... yo nunca lo note, como pude ser tan mala persona para no notar el sufrimiento de otro, ¿cómo no pude detenerlo, como fui incapaz de hacer algo al respecto? y una vez más la vida me volvió a mostrar lo cruel que puede ser, me mostró que no importa si estas en el suelo, que ahí donde estés te volverá a patear...

-. Te equivocas, las cosas no son como crees que son.

-. ¿Cómo son entonces? Pues no las entiendo.

-. La vida nos entrena para ser fuertes, a cada uno de maneras diferentes, y tú tuviste un entrenamiento muy fuerte. Te has vuelto fuerte y por eso estás hoy aquí; la vida no es tan mala como piensas que es, te dio alguien que te apoyo y te dio su cariño en todo momento, te dio amigos que estuvieron para ti y que te ayudaron en todo momento, te dio un hermano que estuvo dispuesto a protegerte en todo momento, a alguien que estuvo ahí siempre para ti, y tú no lo notaste en su momento y no lo has visto ahora. El mundo está lleno de buenas personas, que obran de maneras que no te la imaginas, está lleno de personas que hacen de esta vida algo mejor y tú conoces a muchas de ellas.

-. Quiero ser capaz de ver lo que tú ves, sentirme como tú te sientes...

-. Puedes hacerlo, yo solo estoy en tu pensamiento, soy parte de ti y te ayudo a seguir, a ver lo que no ves, a entender lo que no puedes.

-. ¿Qué debería hacer ahora?

-. Ponerte de pie y continuar, vive, ríe y sueña, nunca dejes de intentarlo.

-. Quiero intentarlo, quisiera levantarme y salir a vivir, pero tengo miedo.

-. El miedo es una respuesta natural a algo que desconocemos, pero si dejas que te controle jamás podrás disfrutar de lo bueno de esta vida.

-. No me siento preparado...

-. Podremos salir de esta, solo deja que todo fluya, está bien a veces no estarlo, está bien llorar, está bien estar triste. Las lágrimas son el agua celestial destinada a apagar el fuego del dolor y amargura.

-. Gracias... - Dije a una habitación vacía.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Nada puedo hacer ya,
de mi vida nada puedo rescatar.
Solo puedo aceptar este dolor,
y saber que poco a poco lo he de superar.

A pedazos siento que me caigo,
pero de ellos me levanto.
Poco a poco mi vida he de retomar,
poco a poco las cosas mejoran.

Ahora debo de esperar,
que mi alma se vuelva a recargar.
Ahora debo esperar,
que mis fuerzas se vuelvan a restaurar.

-. Autor Desconocido.

Autor Desconocido (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora