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Desde el día de la enfermería, Grindelwald empezó a ser más dócil hacia las personas. Ya no hacía tantas bromas como antes (aún las hacía) y ya no insultaba, pero estaba siempre solo.
Sus amigos lo habían reemplazado por un chico de sexto que decía que había conocido al famoso alquimista inmortal Nicolas Flamel. Se dice que le ha dado un poco de suero de la piedra filosofal.

Albus sentía mucha pena por el rubio e intentó acercarse a él varias veces, pero parecía que le estaba evitando.
Dumbledore no podía dejar de pensar en él. Pensaba en aquellos ojos tan profundos y misterios, aquel pelo que parecía tan suave al tacto...

—¿Dumbledore?— dijo una voz, despertándolo de su sueño —¿Podría por favor leer el siguiente capítulo?—
Albus se acordó de que aún estaba en clase y miró a su profesora.
—Ehhh... Lo siento, ¿Por dónde vamos?— dijo mientras se sonrojaba un poco.
La profesora lo miró extrañada por aquel comportamiento tan inusual —¿Dumbledore? ¿Está usted bien?— dijo, provocando la risa de algunos de Slytherin —Vamos por el capítulo 8—
Dumbledore bajó la mirada para empezar a leer, cuando le pasó la cosa más peculiar del mundo (según él)

"Grisalida se preparó para irse a la guerra, pero en el sigo III magos y muggles aún se odiaban, así que mataron a la pobre doncella. Los padres de Grisalida decidieron vengarse, quemando la pequeña ciudad..."

Al levantar la mirada, se dio cuenta de que todos lo estaban mirando.
—¿Qué... Qué pasa?— preguntó extrañado y nervioso.
La única persona que le respondió fue una chica que tenía a lado —Cada vez que salía el nombre Grisalida leías Grindelwald— dijo susurrando.
Albus al oír esa frase se levantó y se fue corriendo fuera de la clase, avergonzado, provocando los gritos de la profesora.

Corrió hasta los baños, donde se quedó dentro por una hora entera.

"¿Qué me está pasando? ¿Por qué pienso siempre en él?"

Sentía que su cabeza iba a explotar. No conseguía identificar lo que sentía por el rubio... ¿Obsesión o amor?

~~~

Mientras Dumbledore pensaba, el joven Grindelwald también tuvo que escaparse de clase, con la excusa de que se sentía mal. En realidad le aburrían bastante las clases de vuelo.

Caminaba tranquilamente por los pasillos cuando, al pasar por delante de un baño, escuchó a alguien susurrar. La cosa le extrañó bastante, porque en ese momento los alumnos solían estar en clase.
Se acercó y abrió la puerta lentamente, pero decidido, y lo que encontró lo sorprendió mucho: Albus hablando solo.

Se acercó lentamente, para no hacerse delatar.
"A lo mejor está loco" pensó.
Entre ellos ahora sólo había medio metro de distancia, y Gellert consiguió entender algunas frases y palabras: "¿Qué me pasa?... Grindelwald... ¿Por qué?... En mi cabeza..."
La mente del rubio tardó medio segundo en entender lo que pasaba.

Decidió acercarse más y, sin saber lo que estaba haciendo, le puso una mano sobre el hombro al moreno, que se sobresaltó al sentir el contacto.

Dumbledore se giró rápidamente, con la varita en la mano, listo a atacar a la persona detrás de él, pero se quedó pietrificado al ver quién era.
—Gellert... ¿Qué haces aquí?— dijo mientras guardaba su varita.
Grindelwald lo miró preocupado.
—En serio, lo siento por ser tan hermoso e invadirte la mente— dijo intentando parecer serio.
Este, se ganó una leve patada del moreno, que se había sonrojado.
—¿Estás bien?— preguntó preocupado Gellert —Si quieres te dejo solo—
—No... Estoy bien, solo... Solo me duele la cabeza y estoy confundido... Muy confundido...—
—¿Confundido? ¿Por qué?—
—Por ti— dijo susurrando Albus.
Grindelwald se quedó mirándole, admirando su cara ligeramente sonrojada y los ojos aún llorosos.

"Es hermoso" pensó el rubio.
Y, si esperar más, este se acercó aún más a Albus y... lo abrazó.
—Tranquilo, te recuperarás— dijo Gellert.
Le dio unas palmadas en el hombro y se fue del baño, sin mirar hacia atrás.

Un Amor Peligroso [Grindeldore]Where stories live. Discover now