Consejo Stepanov

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«Ha hecho un nuevo amigo» me explicó, arrellanándose mejor en el sofá para poder tener una visión más clara del hombre que se encontraba perdido en su juego. «Se obsesionó tanto con la serie Game of thrones, que no dejaba de contarme lo que pasaba en cada episodio. Finalmente le dije que se uniera a algún foro de fanáticos y lo hizo»

«¿Y consiguió un amigo allí?» le espeté, incrédula. Erin se encogió de hombros, asintiendo.

«Juegan videos juegos en línea todos los fines de semana» No sabía si ella estaba resignada o encantada con el hecho de que Dimitri hubiese encontrado alguien más a quien aturdir con sus descubrimientos sobre GoT. «Bueno... iré a ver cómo va tu cena»

Erin se puso de pie, pero antes de ir a la cocina para revisar el pollo que había puesto en el horno para mí, se dirigió hacia Dimitri y le tocó el hombro, ganándose automáticamente su atención.

«Debes cambiarte» le indicó, sonriéndole. Él asintió dos veces, presionando ligeramente la mano que ella apoyaba en su hombro.

Sonreí al verlos. Ellos sin duda habían recorrido un largo camino en un tiempo bastante acotado y si bien la paciencia que Erin le tenía era casi sacrosanta, no iba a negarle su parte de crédito a Dimitri. A pesar de que era un egocéntrico nerd de cuidado, siempre se mostraba protector y atento con ella y sus necesidades. Claro que estaba un poco loco, pero en su locura querer a Erin era un máxima inquebrantable, lo cual venía a demostrar que dos almas rotas podían conseguir unirse por sus fisuras.

Aunque por supuesto eso no evitaría que me burlara de él siempre que la oportunidad se me presentase. En cuanto vi que Erin desaparecía por el pasillo, me dirigí hacia Dimitri que una vez más se encontraba enfrascado en su juego y me detuve a su lado.

—You get in and I'll follow you. —Parpadeé al escucharlo hablar en un inglés con marcado acento ruso, pero él ni siquiera se percató de mi presencia—. Not that way, you want to make us self kill?

Noté el suave murmullo de una voz respondiéndole a través del auricular, a lo cual Dimitri soltó una seca risilla.

—You're overreacting. —En esa ocasión la voz incorpórea rompió en una fuerte carcajada—. As much I would love to argue this with you, I have to go. Erin is waiting for me... —Una vez más se detuvo a escuchar—. Ok, talk to you later.

Entonces él me descubrió a su lado y elevó una ceja de modo interrogante.

—¿Con quién hablabas?

—No es tu problema, ¿no? —Se puso de pie para guardar los aparatejos de su juego y pasó de mí como si fuera parte del mobiliario.

—Erin dijo que tienes un nuevo amigo, ¿van a comenzar la APA?

—¿APA? —inquirió, vencido por su propia curiosidad. Dimitri se vanagloriaba de saberlo todo, todo y yo sabía aprovecharme de aquella debilidad.

—La Asociación de Psicópatas Anónimos —expliqué con una sonrisa de burla, él rodó los ojos—. Me niego a creer que puedas tener un amigo normal.

Dimitri cerró el cajón donde ponía su juego con una ligera patadita y entonces se volvió hacia mí.

—Eso no deja en un buen lugar a Evan, ¿no te parece? —Al segundo en que aquel nombre atravesó el aire hasta mis oídos, todos mis ánimos burlescos se escurrieron fuera de mí.

Pero me obligué a capear el pequeño malestar y desestimé su comentario con un movimiento casual de mi mano.

—Me tiene sin cuidados —respondí categóricamente—. Entonces, ¿qué hay de tu nuevo amigo? ¿Secretamente están planeando la destrucción del mundo? ¿Eh? Anda, puedes decirme, guardaré el secreto. —Le di un pequeño codazo en el brazo a modo de complicidad, pero él solo sacudió la cabeza sin decir nada—. De todas formas, ¿de dónde es? ¿Por qué le hablas en inglés?

El mito de Daphne (libro II de la serie)Kde žijí příběhy. Začni objevovat