El mitológico Evan

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Aviso que no es un cap muy largo, pero es para ir dándole la posibilidad a estos personajes de salirse del papel profesional un poco xDD Espero les guste y como siempre gracias por regalarme algo de su tiempo y no olvidarse de mi ^_^


Capítulo V: El mitológico Evan

—Ese auto se parece sospechosamente al de un ruso que recientemente acabo de vetar de mi casa —apunté, mientras me acercaba a Evan con paso tranquilo.

No quería parecer demasiado entusiasmada con la idea de pasar una tarde con él, pero luego de nuestro pequeño acuerdo estaba efectivamente entusiasmada por ver qué lugar proponía como locación para nuestros encuentros. Deberían saber que (desgraciadamente) no aceptó mi plan de "hacerlo" en nuestras respectivas casas. Lo cual fue un duro golpe a mi ego.

Bien, ni tanto, pero quise hacerlo sentir un poco mal al respecto. Incluso fingí sentirme fuertemente herida por su rechazo, algo que provocó una vaga imitación de risa en él. Eso sólo logró afianzar mi decisión de hacerlo reír con abandono, con una carcajada venida desde la parte más profunda y por consiguiente, más oculta, de su ser.

—El automóvil pertenece a dicho ruso —admitió él, abriéndome la puerta del copiloto con un galante gesto. Me detuve antes de introducirme al carro y lo observé con interés.

—¿Por qué estamos usando el auto de Dimitri?

Evan sonrió de medio lado, inclinándose unos centímetros en mi dirección. Por la posición en la que estábamos, su nariz casi quedó rozando contra la mía y obviamente que mi cuerpo acusó la cercanía con cada célula calenturienta que poseía.

—Me gusta cómo te refieres a ambos como una unidad.

Parpadeé ante esa espontánea confesión, incapaz de recordar dónde estaba la parte de mi cerebro que no babeaba penosamente por él. No tuve suerte, todo mi ser era un charco de baba hormonal en ese instante.

Dios que asco de idea, ignórenlo.

—Er... —balbuceé, a lo que él respondió retrocediendo lo suficiente como para dejarme invitar a mis neuronas a cumplir su función. Evan bajó la mirada quizá consciente de lo que había provocado con su cercanía y yo decidí no honrarlo con una respuesta —mayormente porque no tenía una—; me escurrí al interior del auto y sólo aguardé a que ocupara su lugar, mientras le rogaba a mi pulso retomar su ritmo habitual.

¿Eso fue una especie de sutil coqueteo? Mierda, no podía asegurarlo. Tal vez él sólo había querido ser gracioso, seguir con el numerito inofensivo que habíamos iniciado el día anterior en la oficina. ¿Sería eso? Dios, por supuesto que era eso. Evan no era el tipo de hombre que se echaría a coquetear con una de sus "pacientes". Simplemente no lo haría.

Una vez que estuvo al volante puso el automóvil en marcha y permitió que el murmullo de la radio llenara el silencio que había entre ambos. Era extraño, era en realidad la primera vez que me sentía un tanto aprensiva a su alrededor. El día anterior me había parecido fácil aceptar hacer lo de la terapia en cualquier lugar lejos de los ojos chismosos de mis compañeros, pero en ese momento ya no estaba tan segura. Ni siquiera sabía a dónde nos estábamos dirigiendo, era una víctima completamente pasiva en esa situación. No había visto a Evan en el trabajo, porque él no tenía que estar allí todos los días; no estaba segura de qué días debía cubrir su consulta y cuáles estar en la empresa. Pero ese no era uno, así que se había ofrecido a recogerme a la salida para ir a "otro lugar en donde pudiéramos hacerlo".

Me aclaré la garganta intentando no darle alas a ese pensamiento, debía dejar de intentar ver dobles sentidos en sus inofensivas palabras. El hombre quería trabajar y yo realmente debería comenzar a considerar el comportarme como una persona decente en su presencia. Mi forma de mirarlo casi y podía rallar en el acoso.

El mito de Daphne (libro II de la serie)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin