Don't leave me again - Bechloe.

Capítulo 3

Beca entra a la habitación que está justo al salir del salón y cierra la puerta tras ella. El corazón le late más fuerte de lo normal pero debe mantener la calma porque la llamada es sobre trabajo y de ella depende ser o no elegida para el empleo. Se sienta al borde de la cama y respira hondo.

- Al habla Beca Mitchell - Responde la morena sintiéndose algo estúpida por la manera en la que ha contestado.

- Buenas noches señorita Mitchell, le llamamos para confirmar su puesto de trabajo. En la entrevista nos pareció adecuada para éste puesto, sobretodo por su experiencia.

Beca asentía a todo lo que decía la mujer del otro lado de la línea.

- El señor Lewis estaría encantado de tenerla en el trabajo. Ya sólo falta que usted acepte. Empezaría el lunes.

- Sí.  - Responde rápidamente Beca - Quiero decir, por supuesto que acepto.

Tras unos cortos minutos, la llamada llega a su fin y Beca se deja caer en la cama. Toma una bocanada de aire y cierra los ojos.

Escucha a Amy hablar todavía con las bellas. Chloe apenas se oye. O directamente no habla.

La morena desbloquea el móvil, abre el reproductor de música para poner una base tranquila y así evitar centrarse en la conversación que está teniendo la autraliana.
Ojos cerrados retoman la situación anterior. No ha pasado más de dos minutos frente al pc de Amy pero sin embargo le ha parecido una eternidad.
El latir de su corazón suena por encima de la instrumental así que sube el volumen del móvil para acallar el golpeteo.

Ver a sus compañeras después de tanto tiempo le está poniendo los sentimientos a flor de piel. Antes de que su mirada se centrarse en Chloe ha podido recorrer las nueve caras que había en cada una de las pantallas divididas. Siguen igual, aunque la mayoría tenían el pelo más largo. A excepción de Aubrey, Denis y Ashley que parecían tenerlo un poco más corto.

Después estaba Chloe. Llevaba una camiseta azul celeste y su pelo estaba más oscuro de lo normal, cómo ha dicho, se acababa de bañar y probablemente lo siguiese teniendo mojado. A diferencia de Beca, que ha podido memorizar a cada una de sus antiguas compañeras, Chloe ha clavado la mirada en ella y hasta que no se ha ido no la ha apartado. Parecía estar esperando algo, que obviamente no ha pasado.

Beca no sabe porqué de repente le duele todo el cuerpo. Sus ojos le escuecen tanto que no puede contener las lágrimas. Esos minutos frente a sus antiguas amigas no deberían haber supuesto nada.
Si se alejó de ellas bruscamente era para que las distancia y paso del tiempo no le hiciera mucho más daño del que ya le había causado. Tenía miedo.

Y sigue teniendo miedo.

Pero la cabezota de Beca se niega a pensar que ha cometido un gran error al alejarse de quienes eran su aca-familia. Así que decide recurrir a la lógica, a su lógica y se convence a sí misma de que ha sido un altibajo causado por dejar el trabajo, buscarlo y de nuevo tenerlo. Todo una mezcla de estrés ¿no?

Y sin darse cuenta, se queda dormida con la imagen de azul cielo grabada a fuego.

CHLOE

Han pasado treinta minutos desde que entró a la conversación de las bellas. Pero sobretodo, han pasado treinta minutos desde que ha visto a Beca por primera vez en tantísimo tiempo.
La pelirroja se mantiene quieta observando a un punto de la pantalla sin saber exáctamente qué es lo que mira. Está tan encerrada en sus pensamientos que ni si quiera se ha dado cuenta de que hace un rato se le ha caído la toalla al suelo y su camiseta ha acabado empapada por su mojado pelo. Todas las chicas de han dado cuenta de su ausencia, pero prefieren no hacérselo saber para evitar otro incómodo silencio o peor aún, hacer sentir mal a la pelirroja por su estado ausente.