Capítulo 13 Parte 2

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AUBREY

— ¡Chloe! ¡venga que llegamos tarde! —una ansiosa Aubrey gritaba junto a la puerta a la espera de que su mejor amiga terminara de alistarse, echando un vistazo de vez un cuando a un grupo de WhatsApp que había sido creado hacía unas semanas. Enviaba mensajes constantes para comprobar que todo estuviera saliendo a la perfección y, si no era así, amenazaba con arrancar cuerdas vocales.

— ¡Sería más fácil si me dijeras a dónde vamos! ¿sabes lo complicado que es elegir un tipo de outfit sin tener ni idea a dónde vas a ir? 

La pelirroja salió a toda prisa de su habitación, con ápices de fastidio y con mucha intriga conformando su cuerpo. Ahora era 90% curiosidad en lugar de agua.
Ambas se decantaron por llevar un vestido que reflejaban su personalidad. Mientras Aubrey llevaba un vestido hasta las rodillas y de color azul oscuro, ligéramente formal, como era ella,  Chloe vestía uno con estampado de flores de colores cálidos. El frío había desaparecido y ahora la ciudad neoyorkina les regalaba días soleados; motivo por el cual su vestido le llegaba un poco más abajo de su cintura. Con la parte de la falda voluminosa que dejaba ver su cómodo calzado: unas convers color amarillo que siempre habían sido sus favoritas.

— Chlo, si te digo dónde vamos no tiene gracia. Tú confía en mí. 

Sólo Aubrey era capaz de calmar las emociones de Chloe tán rápido. Bastaba con hacerle saber que la sorpresa, en este caso, iba a ser mucho mejor que la espera. Que tanta espera merecería la pena. 

Cuando las mujeres tomaron el taxi, no queriendo adentrarse en la ciudad por su propia mano, la rubia le indicó a la taxista el destino al que se dirigían; dándole así a Chloe ciertas pistas del lugar, o al menos la zona, a la que iban.

— A la 38th, en la sexta avenida, por favor.

BARDEN BELLAS

— Si sigo con esta espera voy a acabar arrancándome el pelo. 

Stacie, igual que el resto de Bellas, estaba impaciente. Había sido toda una odisea aguantar las ganas de hablar más de la cuenta. Todas sabían lo que debían hacer, pero ninguna sabía cómo acabaría lo que ocurriría dentro de un par de horas. 

— Esto parece una película de Richard Curtis. Y todas sabemos que eso en la vida real no pasa.

Una muy realista Cynthia Rose comentó lo que pasaba por su cabeza. Si bien se mantenía expectante, no podía evitar acallar esos pensamientos.

— ¡CR! Ni se te ocurra decir que estas cosas no pueden pasarnos a nosotras o a cualquiera. Cree un poquito en la magia de la vida, ¡joé! —dijo Emily cruzada de brazos, que ahora tenía la expresión de una niña pequeña a la cual le acababan de revelar que Santa Claus no existe.

*** 

BECA

La castaña, junto a la australiana, habían llegado mucho antes al recinto. Por supuesto, Amy había sido un poco arrastrada. Si por ella fuese, se hubiera presentado una hora más tarde de la establecida. "Como las famosas" decía, "que tienen que hacerse de rogar antes de dar su gran entrada". 

— Vé y pídete algo de tomar, que yo voy a hacer una llamada. 

Beca agradecía la ayuda que Amy le había estado dando durante todo ese tiempo y, muy a su manera, había sido el empujoncito que necesitaba. Aunque no habría sido fácil si otra rubia no le hubiera echado una mano. Aquella mujer a la que tenía que llamar para que todo siguiera su rumbo.

— Dime ratita, ¿cómo va ese plan tan rarito que me comentaste?


Hace un mes.

Don't leave me again - Bechloe.Where stories live. Discover now