Capítulo 19: Eres mi felicidad.

1.5K 81 27
                                    

Me aparto lentamente sin despegar mi mirada de Tom, le miro con horror, con miedo, todo mi cuerpo comienza a temblar, él me mira fríamente y agarra mi brazo con su mano, yo le miro como si me estuviera apuntando con una pistola.

—Su-suéltame... —digo con un hilo de voz, todo el cuerpo me tiembla.

Él me saca fuera de ahí, nadie se da cuenta ya que todos están muy atentos a lo que comenta Tolbert.

Me acorrala en una pared y yo comienzo a temblar más.

—¿Que se te está pasando por tu cabeza? —pregunta muy cerca, con un tono frío en su voz, yo estoy muy asustada, no puedo dejar de temblar, él me tiene sujeta por los hombros para que no pueda hacer ningún tipo de movimiento.

—Cómo que que se me está pasando por la cabeza, tú-tú has asesinado a Alan —respondo tartamudeando con un hilo en la voz, me suelta de su agarre y sonríe de oreja a oreja.

—Te has vuelto loca, yo no he asesinado a nadie, me he tirado todas las vacaciones aquí metido, no he ido a ningún sitio, salvo a visitarte, además, estás chiflada, cómo iba yo a asesinar a mi compañero, a uno del fuego como yo, no soy ningún asesino Valentina.

—¿Entonces porque me has dicho eso? —pregunto aún asustada, él por el contrario está muy tranquilo, tiene sus manos metidas en los bolsillos.

—Ya me conoces, a veces digo cosas sin pensar.

—Pero la manera y la forma en la que lo has dicho, es como si te alegraras de su muerte. —Se pone serio.

—No te lo voy a negar, me he alegrado un poco, te trataba a patadas, te humillaba, no merecía vivir. —Le miro horrorizada por lo que acaba de decir.

—Entonces es verdad, te alegras de que haya muerto, por Dios Tom, tú no puedes ser así, ¡cómo te puedes alegrar por la muerte de una persona por muy mala que haya sido, me estás dando miedo! —Vuelve a cogerme por los hombros cuando intento alejarme de él.

—No, no amor, no te separes de mí, sí, tienes razón, no debería de haberte dicho eso, ha sonado como si yo lo hubiera matado y para nada ha sido así, tampoco me he alegrado, de verdad que no, no me gustaba la manera en que te trataba y por eso lo he dicho, te quiero tanto que sería capaz de decir cosas horribles sin pensar de personas que te tratan mal, pero no soy un monstruo y lo sabes. —Toca mi mejilla dulcemente.

—Pues piensa las cosas antes de hablar, ha sonado como si lo hubieras asesinado y como si te alegraras de que hubiera fallecido, me has dado mucho miedo Tom. —Intento bajar mi tono de voz.

—Nunca tengas miedo de mí, yo siempre voy a estar aquí para protegerte, puedes sentir miedo de cualquier persona, pero de mí no, y pobre del que se meta contigo.

—¿Tú nunca harías ninguna barbaridad verdad? —Vuelve a ponerse serio.

—No, por supuesto que no, si sabes que en el fondo soy todo amor Valentina, simplemente le echaría algún hechizo para que aprendiera a comportarse y poco más. —Comienza a reírse.

—Está bien... pero sabes que la violencia no es la solución, las cosas se solucionan hablando.

—Sabes tan bien como yo que con algunas personas es imposible hablar.

—Como los de tu hogar, por ejemplo.

—Efectivamente, vamos, deja de temblar, ya te he dicho que yo no he hecho nada malo, al contrario, estas vacaciones me han servido para reflexionar y darme cuenta de que te amo, de que quiero estar contigo siempre, eres mi felicidad Evans —respiro aliviada y sonrío.

—No me vuelvas a asustar de esta manera por favor, lo he pasado realmente mal.

Coge mi cintura y me da un beso en la frente, acto seguido entramos de nuevo donde se encuentran todos.

Oscuridad, peligro y... ¿amor?Where stories live. Discover now