Oscuridad, peligro y... ¿amor?

Capítulo 15: No quiero fingir más.

Sin palabras, ahora mismo estoy sin palabras, él solo me mira fijamente.

—¿Te ha comido la lengua el gato Evans? —sonríe maliciosamente, odio su perfecta sonrisa.

—Me-me has dejado sin palabras Tom... no sé qué decir... —Se acerca más a mí.

—Simplemente te he dicho que creo que me gustas, no te he pedido que te cases conmigo Evans. —le miro cabreada.

—Idiota... —Intento apartarme, pero él me lo impide.

—¿Y ahora porque me insultas necia? Me está costando mi esfuerzo decirte esto sabes, nunca le he dicho a nadie que le quiero.

—¿De-de verdad me quieres Tom? —pregunto tímida y bastante sorprendida por sus palabras, él comienza a ponerse un poco nervioso.

—Supongo que sí... —Me mira a los ojos fijamente—. ¡Joder Evans, claro que te quiero, no puedo estar ni un solo minuto alejado de ti, y cuando lo estás tengo la necesidad de ir a buscarte, casi le tiro un hechizo oscuro a ese idiota cuando estabais en el lago, ya no puedo fingir más, me estás volviendo loco!

Le miro atónita por lo que acababa de decir, no puedo creer que se esté abriendo de esta manera conmigo y que me esté confesando esto.

—Yo... no sé qué decir... —Tengo un nudo en la garganta, casi no puedo ni hablar, no puedo ni mirarle a la cara, él por el contrario tiene bien clavada su mirada en la mía, me siento muy incómoda, demasiado.

—Que sientes lo mismo que yo por supuesto. —Le miro inmediatamente.

—Tom... en el instituto me dijiste que no sentías nada por mí, que todo eso había acabado, que simplemente era un juego para ti... y que tú solo podías ser mi tutor, incluso dijiste que no me hiciera ilusiones contigo y que no me montara películas en mi cabeza, ahora me dices esto y yo... no entiendo nada. —Pega su frente contra la mía, yo trago saliva nerviosa.

—Cometí un gran error ese día en los baños de los profesores, fui un completo imbécil, no sentía lo que decía, solo intentaba ocultar la verdad, ¿por qué te crees que he venido hasta aquí Evans? No me he hecho el viaje hasta aquí solo para decirte que repases y no hagas tanto el vago, necesitaba decirte esto, pero no he tenido las agallas de hacerlo hasta ahora. —Le miro sin poder creer lo que están escuchando mis oídos—. No te quedes callada por favor, di algo, no sabes lo que me está costando decirte todo esto, es bastante vergonzoso para mí. —Está serio y algo nervioso, nunca he visto a Tom así, yo le miro dulcemente.

—No tienes por qué sentirte avergonzado, es muy bonito todo lo que me estás diciendo, simplemente no me puedo creer que esté pasando esto y que esté escuchando estas palabras de ti. —Sube su tono de voz.

—Dios Evans, sabes perfectamente qué me estás volviendo loco prácticamente desde el primer día que nos cruzamos en la tienda del otro mundo, cuándo ibas a comprar tú varita y nos chocamos, ahí ya se me quedó grabada tu cara.

—Yo también me quedé con tu cara ese día, me pareciste un completo idiota y un maleducado por no haberme ayudado a levantarme del suelo, y luego en el tren ni te cuento —bufo algo mosqueada al recordar los primeros encuentros.

Cuando digo eso coloca su brazo alrededor de mi cintura y me abraza, me abraza fuertemente, me quedo muy sorprendida y quieta cuando hace eso, no me lo esperaba para nada, ¿desde cuándo Tom Blake da abrazos a la gente? Esto parece un sueño, un sueño del que no quiero despertar nunca.

—Perdóname, por todo, de verdad perdóname, creo que eres la primera y la única persona qué me importa en este mundo, no sé qué me pasa contigo, pero me vuelves loco Evans, siento que tengo que estar contigo, ayudándote, protegiéndote, queriéndote, amándote... no puedo alejarme de ti, por mucho que lo intente no puedo. —Su expresión y su tono de voz han cambiado a uno más tierno.