CAPÍTULO 4

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Horrible.

Tao no hubiera descrito mejor el momento. 

Al bajar del avión, JunMyeon nunca se hubiera imaginado que viajar con esos chicos sería todo un caso. Si le hubieran dicho antes que estaría en medio de una discusión por bolsas, lo pensaba mejor y se venía en otro vuelo, pero no, ahora ahí estaba él, con un dolor en la cabeza por un jalón que una señora le había dado por defender al (estoy pensando en dejar de ser su amigo) chino.

Todo empezó porque al estar cerca de la salida del aeropuerto esperando el transporte que los llevaría al campamento, una señora había criticado la combinación del alto, diciendo que tenía un mal gusto para la elección de la bolsa que traía. 

En el poco tiempo que conocía a Tao había aprendido que el muchacho era aficionado a las compras y muy estricto con su ropa. No criticaba a las demás personas, decía que cada quien tiene su propio estilo, y por ese motivo no le gustaba que los demás opinaran sobre él.

Así que cuando la paciencia de Tao se acabó, se dio la vuelta para enfrentar a la señora y al parecer a su hija con la que hablaba. Ni cuenta se dio cuando la muchacha y Tao ya se tenían del cabello y un MinSeok un poco, sólo un poco, sorprendido trataba de separarlos. 

JunMyeon como toda buena persona quiso ayudar, pero en el esfuerzo fue también jaloneado por la señora y hasta que el profesor que los acompañaba los había ayudado a calmar la situación, es que pudo darse cuenta de la clase de amigos que se había conseguido en China.

-Es increíble.

-Minnie, nadie se mete con mi bolsa favorita y sale ileso.

-Y por eso es increíble que te aguantaras tanto tiempo escuchándolas antes de atacar. -Dijo el de cabello naranja. Ahora ya se encontraban en el autobús los tres sentados en la última fila.

-Bueno, no era mi intención que la primera cosa que hiciera en Corea sea tener que defender mi bolsa. -Ya se encontraba más calmado. Después de voltear y ver a JunMyeon se aclaró la garganta. -Lamento lo sucedido, pensarás que de verdad estoy loco, pero...

-Oh, claro que lo estás.

-MinSeok, trato de disculparme.

La risa del que ahora ha estado callado los desconcertó a ambos. Definitivamente nunca le había ocurrido algo así, pero de tan sólo recordarlo le producía una risa.

-No puedo creer lo que acaba de pasar, no creo que mi hermana hablara de este tipo de problemas cuando me dijo que me cuidara.

-De acuerdo. -Dijo el rubio lentamente. -Creo que tú estás a un paso de estar igual que yo.

-Hace unos minutos estaba pensando seriamente en dejarles de hablar...-Giró su rostro hacia ellos. -Pero son guapos, así que me convienen como amigos.

Los chicos empezaron a reír.

-Aprendes rápido.

Hoy era el día del viaje y estaban a pocos minutos de llegar al campamento donde se trasladarían para después ir a la Universidad.

En el campamento al que se dirigían ya se encontraba un grupo de personas que estaban repartidas en distintas recámaras. Les habían dicho que para que hubiera una mejor relación entre las escuelas iban a alojarse en el campamento local que abría cada verano, pero que para esas fechas se rentaba sólo exclusivo para esa ocasión.

***

LuHan estaba encantado con las instalaciones, en realidad, todos. Éstas se encontraban casi a las afueras de Seúl, en un gran campo alejado de la ciudad. Consistía en grandes habitaciones capaces de albergar a más de treinta alumnos, y a poca distancia un lago en el cual se podía ir a nadar.

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