Había pensado en llamarla pero por alguna razón no contestaba las llamadas desde hacía un mes, esa había sido otra razón por la cual se encontraba allí esperando por ella. Siempre solían hablar por mensajes de texto, al menos para saber el estado del otro y sobre como iba en marcha aquel plan que entre todos habían ideado hace más de un mes, pero una noche los mensajes se detuvieron de forma abrupta. Había intentado llamarla pero no contestaba, había pensado en que quizá había dicho algo que la hiciera enojar pero luego de escuchar sobre el misterioso ataque que hubo en uno de los bares de la ciudad, no tardó en suponer que se trataba de ella. Algo había sucedido y a pesar de que deseaba arrancar el corazón de quien había ordenado el ataque hacia Samantha sabía que no podía hacerlo. Debía mantenerse bajo perfil si quería que aquel plan funcionara por lo tanto tuvo que guardar su coraje para después y usar sus sentidos y su intelecto para averiguar qué había sucedido en aquel bar.

Repentinamente pudo ver una sombra femenina cruzar por una de las cortinas que tras unos segundos abrió las cortinas de par en par. Ahí estaba Samantha, un poco magullada pero estaba con vida. Elijah bajó rápidamente del edificio en el que se encontraba y entró al edificio donde Sam vivía con el objetivo de llegar hacia el apartamento que ocupaba. A medida que se acercaba sus nervios iban creciendo en su interior, algo a lo que ya estaba ciertamente acostumbrado desde hace algún tiempo, cada vez que ella respondía a sus mensajes sentía como su corazón se detenía con cada respuesta, sin mencionar las llamadas a altas horas de la noche.

Fue toda una sorpresa encontrarse con un cadáver totalmente frío en la entrada y un charco de sangre seca debajo del mismo, sin embargo aquello no le impidió tocar la puerta que segundos después fue abierta por el oráculo que tanto ansiaba ver desde hacía un mes.

Nuevamente se encontraba cara a cara con aquellos ojos castaños, que teñidos de ligera sorpresa lo recibieron al abrir la puerta. Elijah la observó de arriba a abajo, vestía un cómodo suéter color verde y un par de pantalones color gris, sus pies estaban al descubierto en el frío piso de madera y su cabello castaño estaba algo enmarañado por sobre sus hombros. Pero eso no había sido lo único que había notado, claro que no había pasado por alto sus heridas que en ese momento parecían cicatrizarse poco a poco. Un moretón descansaba en su ojo derecho y habían un par de cortes en su rostro, uno en su frente y uno en su labio inferior.

- Elijah...- profirió Samantha con ligera sorpresa al ver al original en su puerta- ¿Cómo me hallaste?

- Los Guerrera te buscan de forma desesperada desde hace meses y...- posó su mirada en el cuerpo a sus pies antes de darle una sonrisa- No creerás que al descubrir tu dirección van a quedarse callados ¿o si?- cuestionó introduciendo sus manos en los bolsillos de su abrigo, en respuesta ella soltó un bufido.

- Esperaba que tardaran más tiempo- comentó observando el cadáver de licántropo en el piso. Subió su mirada hacia el trajeado y le sonrió con amabilidad- Ven pasa, tienes mi invitación- se introdujo al departamento siendo seguida por Elijah, quien luego de esquivar el cuerpo en la entrada cerró la puerta detrás de sí- ¿Café?

- Por favor- respondió con los ojos recorriendo el amplio lugar con ligero asombro, casi todas las cortinas estaban abiertas  por ende entraba la luz y bañaba todo el recibidor. Un estante color café lleno de libros se hallaba a un lado de un sofá chaise long de color negro que adornaba el departamento y justo al frente estaba una pequeña mesilla de cristal justo encima de una alfombra algo esponjosa que recubría gran parte del recibidor. Al menos no había perdido el gusto por la lectura.

- ¿Azúcar?- la voz de Sam lo sacó por un segundo de su ensimismamiento y se volteó a ver en dirección a aquella voz tan dulce para él. Ella se encontraba de espaldas hacia él sobre la punta de sus pies intentando llegar al jarrón de cristal lleno de azúcar.

2| Profecy (Elijah Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora