Cuando mis alas desaparezcan

La primera vez que canté

Dolía, todo dentro de mí dolía tanto que quería morir, quería arrancarme todo lo que tenía dentro del pecho para no tener que soportar más aquel agónico dolor ¿Por qué me dolía tanto?, ¿por qué no podía dejar de llorar?

― ¿Dejarás de llorar? De verdad, estoy comenzando a molestarme ― Me decía Damon desde su escritorio.

―Pequeño canario... no estés triste, así son los humanos ― seguía Pandora mientras acariciaba mi cabello con dulzura y dejaba que me recostara sobre su regazo ― Además... es normal, está en su naturaleza, son como pequeños animalitos en busca de sexo.

―Si hubiese sabido que terminaría así no lo hubiese llevado...

―No entiendo por qué lo hiciste, mira como está el pobre, eres malvado.

―Como si fuera mi culpa, yo sólo quería que se diera cuenta de todo para que decidiera irse.

―Pero esa no es la forma.

No quería que pelearan, no por mí, un guardián que no servía para proteger a su protegido.

― ¿No es la forma?, ¿Y que querías que hiciera?, ¿Qué lo llevara a un día de campo?

Por favor deténganse...

―No estoy hablando de eso ¿Pero viste el estado de su barrera? Dios que le pasa a ese chico... tampoco se podrá ir si su barrera está así.

Por favor dejen de pelear por mí...

― ¿Ahora es mi culpa que su barrera esté así de débil?

―Si Orión se encontrara de buen humor no tardaría en regenerarla.

―Pero tiempo no era exactamente lo que tenía, fue la manera más rápida de hacerlo ¿Acaso quiere que le pase lo mismo que a Zephyr?

― ¡Por favor dejen de pelear!, ¡No por mí! Quiero irme, Damon dijiste que me podría ir, quiero irme por favor ― le supliqué sollozando ― por favor Damon déjame salir.

―Sabes que te pasara si intentas irte así, espera un tiempo.

―Pero yo...

―Pero nada, me tienes harto, me voy... ― Se levantó ― Si estás aburrido lee algo y luego me lo comentas y tú Pandora, si te quieres quedar intenta no comértelo.

―Como si me interesara comerme el alma de un ángel, demasiado dulce para mí...

Damon salió enfurecido de la habitación. Era mi culpa que se fuera, todo era mi culpa, tal vez no hice mi trabajo con tanto entusiasmo y por eso es que tuve que bajar para salvar a Max, pero Max no me necesitaba, él ahora podría ser feliz con Brad. Pero dolía, dolía de sólo pensarlo, la presión en mi pecho sólo incrementa con el simple hecho de pensar en Max, el simple hecho de recordarlo me hacía sentir triste e inútil.

―Entiende, Damon hace esto por tu bien, ya podrás volver y olvidarás todo, no te preocupes ― me intentó calmar Pandora.

Pero ese era el problema, no quería olvidar todas las cosas maravillosas que había vivido, no quería olvidar a Max y su hermosa sonrisa.

― ¿Por qué Damon me ayuda?

―No es algo que yo debería decirte, pero también estoy involucrada en esto y atrapada en este mundo. Damon... nosotros te ayudamos por Zephyr...

― ¿Quién es ella?

―Zephyr era la pareja de...

―Si vas a hablar cosas innecesarias será mejor que te vayas ― Damon había vuelto a entrar y miraba a Pandora con unos ojos que parecía querer terminar con la vida de la súcubo, tanto así que el aura oscura alrededor de él se hacía visible rodeándolo de lo que parecía niebla color negro, mi cabeza comenzaba a doler sólo por sentir aquella oscura presencia ― No quiero escuchar que mencionas a Zephyr con tu sucia boca pandora.