Whisper → Justin Bieber

capítulo doce.

Mi mejor amiga me sonríe con sorpresa enmarcando su rostro ovalado, le doy una falsa sonrisa tímida, trato de actuar de la mejor manera y no hay de otra que creerme que de verdad salgo con él.

—Holaaa, ¿Quién es tu amigo, Issis?.—alargó la "a" y con ese tono picarón terminó la incógnita, sonrío avergonzada por ello, siempre lo uso con ella y su novio y en esta no tan ameritada situción viene a usarlo conmigo.

—Hola, soy Justin y-....—antes de que termine de hablar le corto demostrándole que yo también sé mentir.

—Y él es mi novio, Zery.—termino por él sonriendo y tomándole la mano la cual me aprieta agresivamente en cuanto está entre sus asperos dedos. Aguanto las ganas de gritar o quejarme y hablo otra vez.—Lamento no habértelo dicho antes pero sinceramente tenía un poco de miedo a que no te gustara la idea de que saliera con alguien.— muerdo mi labio esperando una respuesta premeditada. Ese...

—¿Pero por qué no me gustaría?.— ...que esperaba.

—Porque soy muy deshubicada aveces, creí que ibas a pensar que me distrae de mis responsabilidades. Lo supuse.—contesto con sinceridad. Realmente eso pensaba cuando estaba día noche y trabajando, en ese entonces que yo digo me llamaba la atención Haward Bald, un chico muy guapo y refinado como su nombre que iba casi todos los días a hablar con Dylan de un negocio aparte que estaban haciendo. Desde hace como unos dos meses que desapareció de mi vista y por no ser buscona, no pregunté por él.

—Suponer no te lleva a nada, dulzura. Sé que eres medio boba y distraída pero sé que también un poco de amor sanaría esas heridas que no quieres mostrar.—dice sonriendo de una manera comprensiva, sonrío sin mostrar los dientes ya que siento esa mirada confundida por la última parte de lo que dijo. ESAS heridas que no quiero mostrar son más de lo que muestro y llevo en mi propia y sucia conciencia.

—Sí.—respondo con simpleza sin ganas de alargar la charla acerca de mis emociones. Por el momento me valen un carajo.—Ya entremos de una vez para comer en paz, charlar y después ir cada uno a nuestros asuntos a disfrutar, ¿No?.—termino con un sensual y bromista, Zery ríe al igual que Rubén, llego a creer que se creyeron eso como una broma y los logré despistar pero sé que me equivoqué al sentir el jalón de mi "novio;diagonal;asesino", me pegó a su pecho riendo, siento su mano escabullirse hasta mi trasero, lo apretuja con fuerza y lentitud, dejando deslizar sus dedos por toda mi carne. Me hace sentir asquerosa en cuestión de segundos. Con una sonrisa graciosa y miedosa palmeo el hombro de Zery pensando en querer buscar su ayuda pero se me será imposible.

—Bueno, ya después de esto pienso que podemos entrar a el restaurante a disfrutar la tarde.—dice simpático mi novio;diagonal;asesino. Debo de dejar de llamarlo así en mi mente.

—Por supuesto, Justin...—deja al aire su nombre para que le diga su apellido.

—Bieber.—le cierra él risueño, sus gran mano sigue apretujando mi trasero como si su vida dependiera de ello.

Entramos al local, gracias a Dios el sabueso detrás mía soltó mi trasero para agarrar posesivamente mi cintura y guiarme por donde Zereetel nos lleva. Llegamos a lo de las reservaciones donde hay tres parejas más esperando ser atendidas por la bonita chica que los ubica. Se voltea Rubén y me sonríe divertido.

—Por cierto; hola, Rubén ¿Cómo estás?.—dice con un intento fallido de mi voz y luego la pone normal para contestarse.— Hola, Issis. Muy bien, me alegra que hayas conseguido macho para que te quite la cara de orto que te deja la mala conexión de internet en el ático.—río chistosa, así nos tratamos ya que hemos sido amigos de casi siempre gracias a que es novio de Zery. Aparte dice eso porque me la pasaba en el ático con un piano que tenemos guardado donde practicaba mis notas pero el internet que me guiaba me fallaba por el lugar donde estaba.—Gracias por aparecer en su vida, Justin. La veo más animada.—agradece a mi acompañante.

—Por cierto, ya hace falta que me bajen el piano, ya no está el señor Fletcher para que me guíe en esto de las teclas. Necesito dejar esa mala recepción.—digo sonriendo un poco triste, al recordar que sé quien lo mató me pone los pelos de punta y al saber que se encuentra a mi lado me deja atarantada.

—Pobre del señor Fletcher, te quería mucho.—suelta, Justin aprieta mi cintura como una bestia, muerdo mi labio con los ojos aguados de dolor físico y emocional.

—Nos amábamos como padre e hija, creo que fue el único amor paternal que pude tener, incluso me fuera gustado que tuviera esposa y me amara como una hija para completar el paquete.—río limpiando la comisura de mi ojo izquierdo donde casi se me escapa una lágrima.

—Eh, no te pongas triste. Ahora estará en un mejor lugar.—me consuela mi mejor amiga. Luego el canalla hipócrita.

—Tranquila, mi vida. Todo pasa por algo, siempre hay un ángel de la guarda cuidándonos y no vaya a ser por algo que la vida se lo llevó.—dice sonando completamente sincero, como si viniera de los más profundo de su ser.

Sabe actuar bien. En vez de asesino debió ser actor de Hollywood. Con ese cuerpo, bonita cara y una manera de gritar y parecer un salvaje, sí que lo aceptaban en el cast de Teen Wolf.

Me voltea con cuidado, hace que enfoque mi mirada en la suya que se ve tan tranquilizadora mientras me acaricia la mejilla con suavidad. Realmente me olvidé por un segundo de lo que era y por cómo nos conocimos... y llegamos a esto.

Me besa los labios con suavida mientras su mano a mi cabello para acariciarlo mientras ambos movemos nuestros labios con pasión tranquila y desveladora. Me sentí como cuando me besó y cautivo en mi habitación a mitad de todo el forcejeo.

—Te amo, ¿Está bien?.—pregunta mientras acaricia mi cuello, pareciera como si fuera porcelana y me iría a romper por su toque.

Asiento olvidándome de todo. Al escuchar un carraspeo despierto de el encanto. Trago duro dándome contra la pared metafóricamente. Me doy la vuelta y les sonrío inocente a mis amigos.

Me doy cuenta que llegamos hasta enfrente junto a la señorita bonita cual nombre dicta su gafete es Serafine LotiMuacks. ¡Vaya apellido más exótico!

Ya empezaremos con la verdadera velada oficial.