Capítulo 12 : Las Siete Malditas Maravillas

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Lo admito, es difícil de ver, especialmente sabiendo que él confió en mí para que le devolviera su fuerza cuando yo misma dudaba de mis habilidades.

Antes de que pudiera realizar la tarea escuché un golpe en la puerta. Al principio lo ignoré y concentré mis poderes en el cuerpo de Michael, pero antes de que pudiera abrir la puerta, reveló a Cordelia.

- ¿Qué demonios está pasando aquí? - Dijo Cordelia mirando a Michael.

- Las siete malditas maravillas, ahora, si me disculpas, estoy intentando realizar la última - Dije usando la telequinesia para cerrar la puerta con fuerza y ​​cerrarla antes de devolverle la vida a Michael.

Justo cuando había terminado y él se sentó de nuevo, Cordelia abrió la puerta, habiendo recuperado la salud de Michael, me dejó sin energia y me desplomé sobre la cama.

- No tienes derecho a administrar la prueba de las Siete Maravillas, ¡mira lo que le has hecho! - Escuché a Cordelia gritarle.

- Si recuerdo bien, soy el alfa, tengo el mismo derecho de administrar lo que me dé la gana - Se apresuró a levantarme en sus brazos y transferir algo de su propia energía a mí para que pudiera estar de pie por mi cuenta.

Cordelia nos miró a los dos sorprendida.

- ¿Pasó ella...? - Ella preguntó en voz baja.

- Por supuesto que pasó, ¿qué esperabas? Tampoco le tomó tanto tiempo - Dijo Michael mirándome con orgullo.

- Sorpresa, los dos estamos al nivel de la jodida suprema. Juntos seremos más poderosos de lo que jamás podrías ser - Dije todavía un poco mareada y aferrándome a Michael para que no cayera.

- Ezralee, por favor escúchame. No deberías tener nada que ver con él. Tus poderes son de la luz, los suyos son de los lugares más oscuros del infierno. Por favor, déjalo - Cordelia me rogó agarrando mi brazo y tratando de jalarme hacia ella.

- ¿No puedes ver que te obligó a sentirte atraida por él? - Ella preguntó, a lo que fruncí mis cejas y lo miré.

- ¿De qué está hablando? - Le pregunté a Michael mientras él la miraba.

- Vete, Cordelia. Continuaremos esta conversación más tarde - Dijo Michael obligando a Cordelia a salir por la puerta y cerrándola de golpe.

Podía escucharla cada vez más enojada con Michael mientras hacía 'clic' enojada con sus botas de tacón en la otra dirección para darnos privacidad. Sabía que ella solo aceptaba irse y ser tratada de esa manera con la esperanza de que finalmente encontrara algo que no aprobara y me uniera a su aquelarre.

- ¿Qué quiere decir con eso, Michael? - Exigí alejarme de él y fuera de su alcance.

- Ella solo está haciendo una mierda para alejarte de mí. ¡No tiene ninguna convicción! - Dijo extendiéndose hacia mí.

- Estoy tan cerca de salir corriendo de aquí y estar con Cordelia si no me explicas el tuyo - Dije sacando mi brazo de su agarre.

Él todavía se negó a decirme, así que usé un poder que ni siquiera sabía que tenía, la clarividencia, el que él había estado usando para entrar en mi mente.

- ¿Me hiciste enamorarme de ti...? - Pregunté después de finalmente llegar a su cerebro.

- No es así, Ezra, solo lo usé al principio cuando pisaste mi oficina por primera vez. De lo contrario, hubieras escapado - Dijo defendiendo sus acciones.

- Michael, ¿no ves nada malo en esto? - Pregunté tratando de calibrar las emociones en sus ojos.

- No lo entenderías incluso si tratara de explicarte, así que es mejor que me vaya antes de entrar en otro argumento explosivo - Dijo dirigiéndose a la puerta.

Sentada a la Derecha del Diablo (AHS Apocalipsis / Michael Langdon) - EspañolWhere stories live. Discover now