Cap. 19 - Emma Frost

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* Las escenas de este capítulo tienen lugar en dos escenarios distintos, pero suceden simultáneas en el tiempo.

* Con la colaboración especial de Charlize Theron como Emma Frost

* Con la colaboración especial de Charlize Theron como Emma Frost

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El auto ocupado por Alexa, Steve y Bruce se detuvo a la entrada del Complejo de los Vengadores a última hora de la tarde.

A pesar de que había estado de acuerdo en permitir que la joven usase sus poderes antes de la operación, Steve no quiso que Alex ejecutase el plan de inmediato.

―No me encuentro mal, puedo hacerlo ahora ―señaló ella mientras atravesaban los pasillos cogidos de la mano―. Cuanto antes mejor.

Detrás de ellos iba Sam, con los brazos cruzados y un gesto de empalago mal disimulado.

―Solo te pido que te tomes un pequeño descanso ―contestó el supersoldado―. Confío en ti, pero no quiero tentar a la suerte. Ha sido un día agotador para ti.

―Hazle caso a tu novio, Alex ―intervino Wilson, en tono burlón―. Las piezas seguirán a salvo dentro de un par de horas. Te irá bien descansar un poco.

La pareja se detuvo a mitad del corredor que llevaba a los dormitorios. Ambos volvieron la vista hacia su compañero; Steve algo azorado, pero sin poder ocultar una pequeña sonrisa de satisfacción, y Alex con una mueca resignada porque los dos se habían aliado en su contra.

―De acuerdo. ―Exhaló un suspiro y luego miró a Sam―. Tú y yo ya hablaremos, Samuel Wilson ―lo amenazó.

―Oye, que yo siempre he sido el que más os shippeaba ―respondió el aludido riendo―, pregúntale a Thor.

Tras una breve carcajada compartida, Alex se despidió de los chicos y entró a su habitación, dispuesta a cumplir su palabra y tratar de recuperar fuerzas para la que sería su última conexión tecnopática.

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―¿Estás segura de que es aquí? ―Tony miró a Natasha, que se limitó a asentir en silencio.

Ante ellos, ubicada en pleno centro de Boston, se alzaba la sede del Senado de Massachusetts.

―Trabaja aquí desde hace dos años, bajo el nombre de Isobel Sullivan ―explicó la pelirroja, sentada junto al millonario en la terraza de una cafetería frente al enorme edifico―. Consejera del Senador y Tesorera de la Arcas Estatales ―añadió con un sonsonete irónico―. ¿Cómo crees que lo habrá conseguido?

―Sigue siendo una manipuladora. ―Tony chasqueó la lengua. Se contuvo para no añadir otro apelativo de su larga lista, pues la camarera acababa de acercarse a su mesa con la bandeja de las bebidas.

―Su martini seco, caballero ―dijo, sonriendo coqueta.

Tony le devolvió la sonrisa, y la joven no pudo disimular un acusado rubor antes de girar sobre sus talones y regresar al interior de la cafetería.

Trojan » Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora