Cap. 11- Extremis

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―Quiero un recuerdo de Nashville, un sombrero de cowboy o algo así

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―Quiero un recuerdo de Nashville, un sombrero de cowboy o algo así. ―Alex dio un sorbo a su taza de té y volvió a dejarla sobre el reposabrazos del enorme sofá. Al instante, el espacio en su regazo fue ocupado por Cat, que ya había hecho del salón principal de los Vengadores su nuevo territorio.

Sabes que Nashville no es solo ranchos de caballos y música country, ¿no? ―La sonrisa burlona de Tony ocupó toda la pantalla del ordenador. Tras él, Alex podía apreciar el lujoso vestíbulo del hotel en el que el millonario se estaba quedando―. Dile a ese bicho que ni se le ocurra arañar mi sofá.

―¿Cómo voy a saberlo? Nunca he estado. ―La chica se encogió de hombros y rodó los ojos mientras dejaba a la gata en el suelo―. ¿Qué tal la convención?

Exasperante. Dos días de mi vida totalmente desperdiciados, estos tipos solo saben hablar de IBI, IVA y un montón de siglas que no tienen nada que ver con la tecnología que he venido a presentar. ―Él chasqueó la lengua.

Una cabellera rubia asomó por la esquina de la pantalla, precediendo a la estilizada figura de Pepper Potts, que saludó a Alex con una sonrisa antes de sentarse sobre las piernas de su prometido.

No le hagas caso, es un quejicas. Se ha pasado más tiempo con Rhodey en el hipódromo que en las juntas empresariales.

―No hace falta que lo jures, me lo imagino. ―Alex le devolvió la sonrisa―. ¿Al menos te habrá llevado a cenar a algún sitio elegante?

Anoche fuimos al GrandPri. La próxima vez tienes que venir con nosotros. Tony dice que te gusta la música en directo.

―Me encantaría. ―La chica suspiró con cierta envidia.

No sé si quiero juntaros a las dos ―bromeó el millonario―. Os gusta demasiado meteros conmigo.

―Demasiado tarde. ―Alex le guiñó un ojo a su padre. Le caía bien Pepper; se habían conocido tres días atrás, cuando esta había llegado al complejo para llevarse a Tony a la convención empresarial anual que organizaba Industrias Stark.

La rubia acababa de enterarse del parentesco entre Alexa y su prometido, por lo que el momento de la presentación había resultado un tanto extraño. Sin embargo, enseguida habían congeniado; ambas compartían un gran afecto hacia Tony, y valoraban que él tuviera un hombro más en el que apoyarse.

La misma Pepper había propuesto que Alex los acompañara a la convención; quería estrechar lazos, empezar a compartir algo de tiempo en familia... Pero Steve lo había considerado un riesgo innecesario y, aunque a Tony le fastidiaba tener que separarse tan pronto de su hija recién descubierta, era consciente de que eso era lo más seguro para ella. Debían mantener a Alex alejada del punto de mira hasta que pudieran poner fin a la amenaza de HYDRA e Hiperión.

En cualquier caso, Tony seguía convencido de lo que había dicho unas pocas tardes atrás: quería que Alex formase parte de su vida en todos los sentidos, y eso implicaba darle el apellido Stark que por derecho de nacimiento le correspondía. Tendría que esperar para hacerlo oficial, pero en cuanto solucionasen el dichoso asunto de los eternos, pensaba realizar un anuncio por todo lo alto. Se moría por presentar al mundo a la nueva vengadora y miembro de la familia Stark... Alexa Stark ¡Sonaba jodidamente bien!

Trojan » Steve RogersWhere stories live. Discover now