CAPÍTULO 9

152 6 2
                                    

La puerta se abrió lentamente mientras una asustada señora Murton se asomaba por la pequeña abertura que formaba con el marco.

—¿Quién toca? —preguntó temerosa.

—No se preocupe, seño... Emily. —respondió el sargento mientras se llevaba la mano a la cabeza y se ruborizaba un poco—. Soy Donovan, el sargento. Hace unos días estuvo usted en la comisaría.

El rostro de la señora Murton se iluminó con una sonrisa.

—¿Saben algo?, ¡Díganme que apareció!

—Lo lamentamos Emily. Pero aún no hemos encontrado nada concreto, solo unos pocos indicios que lo conectan a otros casos de desapariciones. Aunque si lo prefiere podemos tener esta conversación adentro de su casa. Hace un poco de frío aquí afuera.

—¡Por supuesto!, perdonen lo descortés. ¡Pasen, pasen!

—Señora Murton —dijo Donovan mientras señalaba a Tenison—. Éste es el investigador Tenison, mi subalterno.

—Un placer —dijo Tenison mientras le daba la mano a la señora Murton.

—Igualmente —dijo ella mientras los invitaba a entrar.

Los dos policías ingresaron a la casa y se acomodaron en la sala. Todo estaba bastante desordenado. Los cojines de las sillas se encontraban en el suelo. Las decoraciones de la mesa estaban regadas y hasta un jarrón que se había caído de la misma se encontraba en el suelo hecho pedazos.

—¿Pero qué pasó aquí? —preguntó Donovan preocupado por el estado de la casa.

La señora Murton partió en llanto y sacó un pañuelo intentando contener las lágrimas.

—No he ordenado nada desde que mi esposo desapareció —dijo ahogadamente mientras recogía un cojín del suelo y lo colocaba pulcramente sobre la silla a la que pertenecía—. ¡Pero qué tonta fui! Si bien él pudo haberse ido con otra, eso me han dicho en su comisaría.

—No sabe cómo me alegra eso —respondió Donovan con una sonrisa en su rostro.

El rostro de la señora Murton adoptó un gesto que mezclaba ira e incredulidad ante el comentario del sargento.

—Me refiero a que no haya organizado las cosas... —se apresuró a decir el sargento titubeando un poco—. No... No me alegraría de que alguien desapareciera... No sabe cuánta evidencia se pierde al limpiar una escena del crimen.

—Mejor no diga nada de eso —dijo Emily entristecida—. ¿Puede mejor explicarme la información que venía a contarme?

—Sí, sí... —dijo el sargento mientras se llevaba las manos a su chaqueta en busca de la libreta. Al no encontrarla le dirigió una mirada al investigador—.  ¡Tenison! Comience usted.

Tenison abrió su pequeño portafolios y sacó una foto de un hombre de corbata, de unos 30 años pasados y un sombrero bastante refinado.

—Él es Orson Denis, un empresario de la Apex Oil Company. Desapareció recientemente y en condiciones similares dijo Tenison mientras sacaba otra foto. Esta de un hombre al parecer bajo y con una gran nariz —. Y  él es Gregor Waters, trabajaba en una panadería cercana. Ambos no han vuelto a ser vistos en las últimas semanas y al parecer tenían un impulso dominante a salir de donde se encontraran.

Antes de que la señora Murton lanzase un respiro para hablar, Donovan rápidamente tomó la palabra y continuó:

—Parecerá algo traído de los cabellos pero en las viviendas de estos dos desaparecidos fueron encontrados papeles con los mismos dibujos.

REMEMBRAINCE - El flujo de los recuerdosWhere stories live. Discover now