CINCUENTA Y SEIS

1K 120 43
                                    

ALONSO:

Los minutos transcurrieron hasta que por fin Lola se dignó a aparecer, abrí la puerta para encontrarme con una persona completamente diferente aa que había visto dos días atrás.

—¿Estás bien? —pregunte al ver los hematomas que cubrían parte de su rostro.

Bajo la vista y dijo que si con una voz apagada.

—¿Y Zaya? —quiso saber.

—Se fue a casa hace un rato. ¿Me dirás quién te hizo eso? —apunte a sus heridas.

—No, no importa. ¿Estás solo?

—Si Maggie salió y Niki se fue a llevar a Zaya a su casa.

—¿QUÉ?

—¿Segura te sientes bien? Te ves algo alterada.

Se tomó la cabeza entre las manos y lanzó un suspiro sonoro, de repente sus ojos chocaron con los míos.

—Alonso, Zaya está en grave peligro —no entendía del todo sus palabras— Ella está con Nilas.

—Ella está con Niki, él la llevo a casa.

—Niki es Nilas —afirmó.

Me reí, Niki era un hombre al cual podías confiarle tu vida, no podía ser un psicópata.

—Ronan es Nilas —contradije— ¿Has visto como me mira?

Tomó su celular y empezó a llamarla pero no atendía, luego marco el número de Niki y nada. Las líneas estaban muertas.

—Ronan es Nilas, recuerdo que Nilas me golpeó y días después él apareció con la mano vendada.

—¿Y le preguntaste que le sucedió?

—No, Niki me dijo que... —mi mente estalló.

—Niki te dijo que se agarró con otro tipo, yo también me sé ese cuento. Pero Niki le aplastó la mano con una caja.

—¿Una caja?

Recordé esa vez que me pidió que lo ayudará con la mudanza, cuando no pudimos levantar una caja enorme y su mano fue aplastada por la misma. Sabía como actuar, y fingió no poder alzarla para supuestamente lastimarse y cubrir las heridas que se provocó al pegarme.

Salimos apresurados hasta el auto de Lola, me pidió que conducierá para poder pensar en donde iría con Zaya. La rabia se fue transformando en mí interior, mis nudillos estaban blancos de tanto presionar con fuerza el volante.
No solo me sentía traicionado, me sentía estafado y ridiculizado.

—¿Como lo hizo? ¿Como pudo salirse con la suya tanto tiempo? —pregunté molesto.

—Es un manipulador profesional. Siempre creí que él se fue del pueblo porque quería estudiar, pero viéndolo desde el punto de vista de Zaya, se marchó porque sabía que Dante iba matarlo si se acercaba a ella.

Todo tenía tanto sentido.

—Ahora debemos encontrarlos antes que ocurra una desgracia —mi corazón se estremecia de solo pensar que ese monstruo junto a ella.

Vi como Lola se limpiaba algunas lágrimas.

—Tengo miedo que le haga algo —dijo— Siempre pensé que Zaya era una engreída que se creía mejor que nosotros, nunca imaginé el infierno que vivió.

Estábamos en la ruta principal de Santa Calixta, ninguno tenía idea de dónde buscar.

—¿Por qué pensaste que era Ronan? —inquirió.

VOY A ESPERARTE |COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora