TREINTA Y SEIS

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Dedicado a aketzalli27

Voten y AGREGENME a Nanny Vera.

ZAYA:

Enero paso volando, cumplí un mes viviendo sola, dos meses desde que Dante se fue y un mes con Alejo.
El día de los enamorados nos pisaba los talones, pero no sabía si aquel día debíamos festejarlo o hacer algo.

— Deberías cocinar o algo — opinaba Maggie.

Fueron inútiles los intentos que hice para que se mantuviera alejada, pero siempre volvia, así que me di por vencida dejándola ayudar con los detalles de los vestidos.

— Estaría lindo, le demostrarías que te importa — decía Andrés.

Él se ganó un enorme lugar en mi corazón, siempre estaba de ánimo para todo, me seguía el ritmo y sabía exactamente lo que quería, pero intuíaa que su máxima debilidad era Maggie, ambos lo disimulaban bastante bien sin embargo la química entre ellos era evidente.

— ¿Cómo que? — pregunté.

Estábamos en un break del trabajo, los tres comiendo algo en mi estudio.

— ¿Carne asada? — dijo algo dudosa.

Señorita Zaya, la busca Ninha — interrumpió una recepcionista.

Me puse de pie y salí rumbo a su oficina, no me gustaba hacerla esperar, sabía que la paciencia no era lo suyo.
Golpeé la puerta y su voz me invitó a pasar, entre confiada pero para mí mala suerte estaba junto con Irina.

— Buenas tardes — salude.

Ninha se quitó las gafas de lectura, se sentó firme y comenzó a hablarnos.

— Necesito un vestido para hoy — dijo sin vueltas — Tenemos una novia exigente, no quiere algo común y corriente, desea que su boda sea de ensueño por lo que quiere el mejor diseño que tengan. Lo quiero en esta mesa en una hora, para entonces la clienta estará aquí y ambas les presentarán sus mejores creaciones.

¿Una hora? Una hora no era suficiente para poder hacer algo como aquello.

— Pueden retirarse. — hizo un gesto para que nos fuéramos.

Salí rápido de allí, Irina se cruzó en mí camino sin dejar que avanzará.

— Te aplastare — dictaminó.

Pase a su lado chocando con su hombro adrede, lanzó un suspiro de rabia.

Les conté apresurada a Maggie y Andrés lo que sucedía, ambos me ayudaron a buscar un diseño acordé a la situación, los tres comenzamos a revisar carpetas tras carpetas de dibujos.

— ¿Al menos te dijo como era ella? — pregunto Maggie.

Negué, no nos dijo nada.

— Aguanta — hablo Andrés — ¿No les dijo nada de nada?

— No.

— Eso es muy raro — opinó — Está novia no es cualquiera.

— Obviamente no, quiere un vestido súper extravagante. — le recuerdo.

— No es eso — rebate él — Esa chica es especial, yo que vos llevo un vestido versátil.

— ¿A qué te refieres? — inquiri.

— Si fuera vos llevaría uno que podría usar cualquier tipo de mujer...

Mi mente hizo clic, Andrés tenía razón, y si la novia era alguien diferente a las mujeres que están destinados los diseños, significaría que debo aprovechar la ventaja y dejar que Irina opte por uno estilizado como de seguro ha de escoger.
Busco uno con encaje que es una belleza, sé que le quedaría bien a cualquiera porque resalta lo bueno del cuerpo.

Una hora después estoy junto con Andrés en la sala de probadores, sillones elegantes decoran el lugar junto con algunas luces que le dan un aire romántico.
Irina trae el vestido dentro de un protector negro al igual que yo, la acompaña su confeccionadora, una mujer mayor que ha trabajado muchos años aquí.

Ninha entra al lugar, contengo la respiración al verla pasear por los espejos que están puestos espacialmente para poder observar bien cada detalle de las figuras de las novias, nos observa cautelosa, quiere que demos lo mejor.

Unos momentos después ingresa una mujer joven con otras dos más, todos dan por sentado que la rubia bonita es la novia pero institivamente me doy cuenta de que no, la mujer con algunas curvas de más es la destinada al altar.
Nos observa y comenta que por su talla muy pocas prendas la favorecen, y que por ello busca algo que oculte lo que no debería verse.

Irina le enseña su modelo, apenas pudo ver el vestido la futura novia hizo un gesto de rechazo. Era para una mujer delgada obviamente.

— Eso no me entra ni en el dedo del pie — se mofo.

Luego fue mi turno, Andrés descubrió el hermoso diseño que escogí para ella, lo amo de inmediato y se dio cuenta que era el indicado, pude ver el rostro de mí contrincante arrugarse en un gesto de odio.

— Tuviste suerte — hablo una vez que nos quedamos a solas.

— Yo le llamo estrategia — me burló — Debes saber que no todas son esqueletos al igual que tú.

Salgo victoriosa de allí, me vuelvo a sentir plena en este rubro y sé que esto es lo que amo, lo que haré por el resto de mí vida.

★★★

ALEJO:

Contaba los segundos para verla, Zaya se introdujo en lo más profundo de mí corazón, ella y su sonrisa me alegraban la vida. Nos veiamos casi siempre, intentaba no acapararla con mi presencia, sabia que necesitaba privacidad y que debía darle espacio para que no se sintiera presionada.
La ayudaba a limpiar, organizar y acomodar su departamento, me quedaba solo cuando me lo pedía, y las mayorías de las veces que lo hacía era porque no sabia cocinar, me gustaba hacerlo por ella.
Había días en los que dormíamos abrazados en la terraza por el calor, por los cortes de electricidad, por qué nos gustaba desvelarnos mirando el cielo nocturno y las estrellas que lo alumbraban junto con la luna.
Zaya no sólo era una mujer fantástica, también era una amiga incondicional, alguien que siempre estará junto a ti sin importar lo que suceda, cada vez que pienso en eso me siento un pésimo novio, debía confesarle todo pero no me animaba. Cada día me daba fuerzas para mostrarle a Alonso, pero al estar junto a ella lo mejor era ser Alejo, porque siendo sincero, el segundo tiene mejor vida que el primero.

Miro la cuenta que me ha hecho el tipo con el que he tratado para darle una sorpresa el día de san Valentín, no me importa cuanto sea, ella lo merece.

— Trato hecho — digo mientras le doy el dinero.

— Será espectacular — comenta.

— Sé que le fascinará...

★★★

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VOY A ESPERARTE |COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora