Te encontraré (Vida en Línea #2)

Capítulo LLXXV

Peter Wallace no era un gran bebedor. Siempre que ganaba su equipo de baloncesto, sus compañeros hacían escandalosas fiestas que duraban hasta pasadas las seis de la mañana pero él, a pesar de que era el capitán del equipo, prefería no asistir a tales eventos y si lo hacía, se encargaba de llenar su vaso con soda y, debido a su amor por la música, fungía el rol de DJ de la celebración. Sólo una vez se había emborrachado y eso fue por una discusión que tuvo con Lily, el mismo día que le habían enviado la Carta donde confirmaban su beca completa en la Universidad de Chicago. Lo que más recordaba su memoria de ese día fue que, a su llegada a casa que compartía con sus padres, fue recibido por su preocupada novia, quien a pesar de ser muy delgada y menuda, se las arregló como pudo para ayudarle a subir las escaleras y acostarlo en su cama y que él, enojado como estaba por haberla descubierto escribiéndole a quien en ese entonces ambos pensaban era un enamorado Brandon Collins de veinte y tantos años a pesar de que le había prometido que jamás volvería a hacerlo, actuó como un auténtico patán e intentó abusar de ella, acción que ocasionó que estuvieran semanas sin hablar y que de no haber sido porque ella se enfermó y ambos creyeron que la había dejado embarazada, probablemente su relación había llegado a su fin.

Desde ese momento él había jurado que nunca más volvería a ingerir licor hasta el punto de no poder reconocerse a sí mismo. Por eso la escena con la se consiguió Elijah cuando llegó a Brooklyn, luego de haber conducido a casi el doble de la velocidad permitida desde Nueva Jersey era algo que jamás había pensado que encontraría.

Y es que Peter estaba deambulando por un parque cercano a donde vivía con la escritora, con una botella en una mano y con la otra empuñando el arma que le había robado a Greg, deteniéndose a veces para apuntarse el revólver en la sien y luego volviendo a caminar mientras lloraba y se culpaba a si mismo por lo sucedido con Lily.

—¿Qué demonios crees que estás haciendo? —Le recriminó Elijah cuando se hubo acercado a su lado— ¿Crees que actuando de ese modo vas a poder rescatar a Lily y a Lara?

—Rescatarlas —ironizó con amargura el muchacho de ojos café— ¿acaso no te has dado cuenta que no hay nadie a quien rescatar? ¡Ambas murieron y fue por mi culpa!

—¡Es que quién no entiende nada aquí eres tú! —Dijo un exasperado Elijah— ¡llevo más de cinco minutos diciéndote que debemos irnos al Olean General Hospital de Cattaurugus!

—¿Para qué?

—No entiendo por qué, supongo que aún está enojada contigo o seguramente es porque quiere protegerte de Brandon, el punto es que Lily le pidió a una de las enfermeras de ese lugar para avisarme que Lara estaba a punto de nacer y que fuera para allá tan pronto como pudiera...

—Eso es imposible, yo acabo de estar en ese lugar hace unas horas y no me dijeron nada de eso, es más, acabo de estar con Greg en la estación de policía y me mostró evidencia que indica que tanto Lily como Lara murieron —terció el castaño mientras le daba un largo sorbo a la bebida que llevaba en su mano—. Tal vez quien te llamó fue alguna aliada de Brandon para hacerte ir a ese lugar y asesinarte o qué sé yo...

—¿Y qué ganaría Brandon con matarme si apenas hemos cruzado un par de palabras en la vida? —Fue el turno del escritor para ironizar sobre lo obvio— ¿No crees que en todo caso, te hubiera llamado a ti?

Ambos guardaron silencio unos instantes mientras ponían en orden sus ideas.

—Tienes razón —aceptó al fin Peter para luego arrojaría botella vacía en una cesta de basura y posteriormente comenzar a caminar rumbo al auto de Elijah—. Solo hay algo que no entiendo —dijo Peter deteniéndose a mitad de camino— ¿Por qué hiciste esto? ¿Para qué buscarme? Bien pudiste ir tú solo, rescatar a Lily y a Lara y así salvar el día, así que ¿para qué molestarte en que yo te acompañe cuando es obvio que, si tú teoría es cierta y ella está en ese lugar, ella no me avisó porque no quiere verme?