Mi Pequeño Infierno. (De Nuevo En Wattpad)

4- Preocupados.

*Nicole William*

-Luna, ¡que te ha pasado!- Tamara tapó su boca sorprendida y de inmediato maldije.

¿No era que el maquillaje hacia milagros?

-Na... Nada.- Intenté sonreír. Mierda, esto duele mucho.

Tamara quita la mano de su boca y viene a mi. -¿Cómo que nada Luna?, tienes un golpe en la cara, un maquillaje no tapa eso.- Josh sólo me miró serio y con sus brazos cruzados.

-Iba a salir a la cocina y al sentir a Andrea entre rápido a la habitación y choque con la pared.- Miento.

-No te creo.- Por fin habló Josh, pero hubiese preferido que no, su voz es fría y sin ningún tipo de sentimiento.

-Pues debes hacerlo, es lo que pasó.- Dije fastidiada. Sé que no debo enojarme con él pero tampoco quiero ocasionar más problemas. -Llegaremos tarde.- Dije pasándole por un lado a Tamara y subiendo al auto, ellos me miran unos segundos y luego hacen lo mismo.

En el trayecto a la escuela todo fue un silencio incómodo, pero yo tampoco tenía ganas de hablar, el semblante de Josh era aún serio y el de Tamara seguía preocupado y pensativo. Llegamos sin problemas y me dirigí a mi casillero a dejar mis libros mientras dejaba a los chicos atrás.

-Hola...- Escuché la voz de un chico.

Mierda.... ¿Dónde están Josh y Tamara?

Me volteé y vi a un chico guapo, tenía el pelo castaño y peinado hacia arriba, eso lo hacia ver más sexy e inocente, sus ojos eran marrones y su color de piel era igual o más bronceado que el de Alan, él era muy alto y lucía atractivo así.

-Hola.- Le sonreí amistosa.

-¿Que te ha pasado?- Preguntó el chico sorprendido.

-Tuve un pequeño accidente en casa anoche, nada importante.- Le quité importancia y él solo me observó.

-Lo siento.- Dijo sacudiendo su cabeza. -Soy Diego Reyes.- Se presentó extendiendo su mano a mi y volví a regalarle una sonrisa, aunque dolia cada vez que lo hacía.

-Luna Denovan.- Le devolví el saludo.

-Si necesitas cualquier cosa o tienes algún problema puedes buscarme.- Dijo regalandome una linda sonrisa.

-Claro, gracias.- Contesté.

-Luna....

Escuché mi nombre y volteé a ver quien me llamaba, al ver que era Alan viniendo aquí volví mi atención a Diego.

-Bueno Luna, ya tengo que irme, hablamos luego...- Dijo el chico mirando por encima de mi hombro y sin más se fue...

-Que raro es.- Susurré extrañada por su comportamiento.

-No quiero que te acerques a Diego, no es bueno.- Dijo Alan llegando a mi y al ver mi cara frunce el ceño. -¿Qué te pasó?- Preguntó y me reí abiertamente por su cinismo. Ósea, ¿ayer me amenaza y hoy se preocupa? Que bipolar es.

-Primero, no eres quien para decirme a quien debo acercarme y a quien no. segundo, no sabes lo que es bueno para mí o no y tercero, lo que me pase es mi problema no el tuyo ¿Okey?- Cierro mi casillero de un portazo. -De quien debería cuidarme es de ti, eso fue lo que me dejaste dicho ayer ¿no?

Él sólo suspiró para luego contestar. -Hablo enserio, es por tú bien.-

Yo casi estallé a carcajada ante su respuesta bipolar.

-Alan Connor, él idiota que ayer me amenazó se está preocupando, quien el primer día me trató como una cosa rara, ahora dice que es por mi bien.- Volví a reír. Él sólo me miró, su cara no reflejaba nada.