22- Lo siento.

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Narra Alan...

Los minutos que me parecían eternos, pasaban y no había podido hablar con Eiden, esta angustia y desesperación me estaban matando.

-Sí en cinco minutos no sale, entraré yo a buscarla.- Espeté ya desesperado.

Mi celular empieza a sonar en mis manos y lo cojo sin ver el nombre.

-¿Si?- Contesto sin apartar mi vista del frente.

-Alan.- Era joshua. Mi molestia aumentó más al saber que no era Eiden. -¿Cómo está Luna? ¿Ya esta contigo?- Preguntó.

-No, Eiden aún sigue dentro y no me ha llamado.- No despego mi mirada de la puerta.

-¡Joder!- Maldijo. -Bueno está bien, cualquier cosa me llamas y por favor no hagas nada estúpido que la perjudique a ella.

-Está bien.- Cuelgo....

Ya me estaba desesperado, soy muy impaciente y los cinco minutos ya habían pasado.

Justo cuando abrí la puerta del auto para ir al local veo como la puerta se abre y alguien sale. Cerré la de mi auto para que no me vean y me fijé que el chico que venía era Eiden, su cara estaba muy seria y eso me atormentaba más, Eiden no es de estar serio.

-¿Qué sucede?- Pregunté desde que Eiden entró al auto.

-Como Luna es virgen la están subastado.- Dijo sin rodeos.

Apreté mis puños con fuerza por la rabia. Quiero matar a Stevan, quiero romperle cada parte de su cuerpo y que sufra hasta arrepentirse de lo que le está haciendo a Luna.

-Steven es un maldito hijo de puta.- Golpeé el volante porque para mí desgracia tengo que contenerme y no ir tras él. -¿Cuanto?- Pregunté pasando una mano por mi pelo.

-Es mucho.

-¿Cuánto?- Vuelvo a preguntar ya cabreado.

-Alan te quitaran un riñón.- Exclama él y golpeo el volante con fuerza ocasionando mucho ruido.

-¡No me importa, irás allá nuevamente, te unirás a la maldita subasta y hasta que no la compres tú, no la dejarás!- Le miro con rabia. -No me importa si vale un riñón o lo que sea, ¿Entendiste?- Eiden asistió sin decir nada. El intentó apartar la mirada pero antes pude ver el miedo así que intenté calmarme y volví a mirar al frente.

-¿La viste?- Pregunté.

-Si.- Lo observé.

-¿Te vió? ¿Cómo está?-  Vuelvo a preguntar.

-¿Te gusta Luna?- Ignora mi pregunta.

-Eso no te importa.- Frunso el ceño por su curiosidad.  -Ahora dime, ¿Como está?

-Tenía algunos golpes pequeños en la cara y se sorprendió al verme.- Contesta. El hecho de que la hayan golpeado me molesta mucho más.

-Vamos a casa de Joshua, allá coordinamos todo para la subasta.- Enciendo el auto y nos dirigimos allí...

Narra Luna...

Las horas pasaban lentamente y solo me mantenía en esta habitación pensando. De aquí salía cuando algunos hombres venían a verme y aún no he comido nada desde  antes de la salida con eiden.

Ya sabía que me estaban subastado, ya no sé que tan peor se pondría esto, por el tiempo que tengo aquí dudo mucho que los chicos sepan donde me encuentro, nadie imaginaria este lugar y lo que más me molesta es ver a Eiden aqui.

¿Acaso quería comprarme?

¡Dios! ¿De donde salió ese estúpido sentimiento de creer que Eiden era de confiar o incluso estar destinado a protegerme?

Mi Pequeño Infierno. (De Nuevo En Wattpad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora