Mi Pequeño Infierno. (De Nuevo En Wattpad)

8- Tercera advertencia.

*Bryan sweet*

-Segunda advertencia.- Alan cerró su puño y nuevamente lo estampó contra la cara de Diego.

¡Oh no! Otra vez no....

-Como te vuelvas acercar a ella te irá peor te lo aseguro, juro que no volverás a tocar a otra chica cercana a mi.- Dijo Alan apuntandole con el dedo índice mientras Diego se encontraba en el piso. Alan frotó su cara en modo de frustración y luego se marchó.

Erick, Bryan, Josh miraban a Diego molestos y las chicas con espanto al verlo en el piso quejándose de dolor. Sin pensarlo mucho, dejé a todos atrás y decidí ir a buscar a Alan. Lo busqué por todos los rincones de la escuela hasta que lo encontré apoyado en su auto en la salida de la escuela, estaba de espalda a mi, mirando a la nada...

-¡Hey, idiota!- Le llamé mientras caminaba hacia él, Alan se volteó de inmediato al escucharme logrando que se forme una sonrisa en mis labios. -Ya sabes responder por tú nombre, que bonito.- Le dije para fastidiarlo pero Alan se sonrió.

Este chico si que tiene una hermosa sonrisa, debería Sonreír a menudo y no andar de amargado siempre.

-¿Se volverá costumbre?- Preguntó mirándome.

-Por supuesto que si.- Contesté de inmediato.

-Porque tenía planeado hacerte pagar por cada vez que me has dicho así.- Se acercó más a mi.

-¿Qué?- Resoplé. -¿Te molesta que sea la primera chica que te diga idiota?- Lo miré a esos hermosos ojos grises e hipnotizantes mientras esperaba su respuesta.

-No, me molesta no hacerte pagar por ello.- Responde aún cerca de mi. Ignoré lo que dijo y cambié el tema.

-¿Por qué me has protegido de Diego?-  Alan se tensó ante mi pregunta y se apartó de mi  como si ahora le molestara mi cercanía.

-Es algo que por ahora no quiero hablar.- Dijo mientras miraba a la nada.

-¿Tan malo fue?- Pregunté y él hizo el gesto de sonreir porque esa sonrisa no llegó a sus ojos.

-Para mi fue lo peor del mundo.- Contestó y me miró.

-A pesar de todo no dejaré de odiarte ¿Sabés? Seguirás siendo él idiota engreído de siempre.- Digo cambiando el tema nuevamente y Alan se ríe.

-Y tú serás la niña fastidiosa y bocona que he visto.- Lo miré con cara de ofendida.

-Me dices bocona porque no soportas que te insulte.- Sonrío.

-No, haces muchas preguntas y eres irritante.- Se encogió de hombros y lo golpeé unque el sólo se rió más. -De todas formas eres bocona.- Dijo acercándose nuevamente.

-Y tú un idiota y además bipolar.- Susurré por la escasa distancia que había entre nosotros, pero de pronto Alan ya estaba muy cerca de mi, sus ojos me miraban con intensidad, luego bajaron a mis labios y la extraña corriente invadió mi cuerpo nuevamente, sentí mis labios secos así que los lamí aún con la atenta mirada de Alan.

-Alan...- Intenté hablar al ver su intento de besarme. Sus labios rozaron suavemete los míos pero no los besó y aunque sentía pánico en ese momento no fui capaz de moverme si quiera.

-¡Hey, Alan!- Se escuchó a alguien llamarlo y él se apartó diciendo alguna maldición antes de voltearse a ver quien ero aún  no me atrevía a moverme, estaba en completo shock. -Hola cariño.- Dijo ella llegando a nosotros.

Está chica está hecha hasta el pelo, el cual lo tiene negro azulado. Su cuerpo es delgado pero sus atributos revelan que es operada, alguna chica riquilla. Ella al verme Me fulminó con la mirada y luego volvió su atención a Alan. -No olvides ir a casa.- Dijo pegándose a él y acariciando su pecho descaradamente.