C A P I T U L O 17 #3

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JUNGKOOK

La niña era demasiado tierna y encantadora.

—¿Cómo te llamas, nena?—le sonreí.

Amado Sakura—me responde y esconde su rostro en mi cuello.

Me acerqué a la madre y sonreí por la respiración de la pequeña al oler mi perfume. La madre estaba muy incomoda por lo que hacía su hija, pero resultó que la nena quería darme un beso en la mejilla. La miré con asombro para luego darle otro beso, ésta vez en la nariz. La niña gritó de la emoción y yo solo solté un carcajada. La madre estaba muy sonriente.

—Su hija es muy hermosa—dije y miré a la pequeña con una expresión juguetona. Ella rió muy alto.

—Gracias, Joven—dice la madre—Es muy genial que hable nuestro idioma.

—No lo entiendo mucho, pero hago mi mayor esfuerzo para poder hablarlo—asintió. Sentí la manita de la niña sobre mi cabello.

—Estaba hablando con su novia......—la interrumpí.

—Se me ha hecho tarde—la señora me miró desconcertada—Fue un enorme placer conocer a su hija y hablar con usted.

Coloqué a la nena en el suelo, pero esta se quejó. La madre la tomó de la mano y la atrajo hacia ella. La niña me miraba con tristeza y a la vez hacía un pequeño puchero con ganas de llorar. Me daba tristeza dejar a la pequeña, pero no era el lugar para estar a su lado jugando y menos cuando estoy al lado de......ella.

—¿Podrías firmar su libreta, Joven?—la señora señaló a una pequeña libreta que sostenía.....La chica.

—Claro—le quité la libreta a la chica y firmé—Tome. Fue un placer conocerla y estar un rato con su encantadora pequeña.

La señora tomó la libreta. Le di un ultimo beso en la mejilla a la nena para luego salir de la tienda. Caminé con pasos rápidos para cruzar la calle, no quería que ningún auto me matara. Fue allí, cuando sentí una mano tomar la mía y causante de que me detuviese en seco. Aquella textura tan.....suave y tan delicada la conocía muy bien. Miré de reojo a Susu......Su Min, se veía agotada de correr.

—Jungkook, necesito hablar contigo—habló en un tono de voz suplicante.

Me solté de su agarre.

—No me interesa—dije y empecé a caminar de nuevo.

Me tomó de nuevo la mano, pero esta vez me empezó a jalar en dirección a lo que parecía ser una tienda de comida coreana. Cuando entramos, me obligó a sentarme en la silla, me negué, pero me obligó de nuevo. Me senté. El mesero llegó, ella ordenó kimchi y arroz. No sabía porqué ella tendría el derecho y la cara de verme a los ojos después de un mes de que terminó conmigo.

Miré hacia la ventana con el fin de esquivar la mirada de pena y suplica de ella. La manera en que ya me sentía era devastador. Recuerdos llegaban, y además, sentía que explotaría en cualquier segundo en ese mismo instante. El mesero llegó y colocó lo pedido en la mesa, no comería algo que no tiene mi aceptación, y menos tengo hambre. Ella empezó a comer como si no estuviese allí.

—¿No comerás?—preguntó.

—¿Debería?—la miré con fastidio.

Mi plato estaba lleno de lo que ella me había servido, algo que no comería. Al terminar, se limitó a mirarme de nuevo, la necesidad de verme ya me estaba fastidiando. Coloqué mi plato a un lado y gruñí por lo bajo ya que ella estaba tomando mi mano sobre la mesa. Quité mis manos de allí y las coloqué debajo de la mesa. ¿Qué hace? ¡Por dios! Me quiero largar de aquí.

Amor de Atletas. (Jungkook. Fanfic) [Completada]Where stories live. Discover now