四十ニ

191 18 13
                                    

[POV Kayn]

Me sentía claramente engañado, pero aún así no sé si iba a ser capaz de irme... Después de que Zed me dijo que era como su hijo, siento un estrecho vínculo hacia él, aunque no recuerde nada. Y quiero recordar...
Estoy en una Orden de magia negra, debería haber algún hechizo que me permitiera recordar algo. Iugh, nunca voy a la biblioteca, personalmente odio leer, pero si es por estudios o para aprender nuevas técnicas no me quejo, supongo que esto es razonable.

Me levanté de a poco para no abrir más mi herida, intenté ponerme de pie pero me caí enseguida. ¿Qué?

Entró un compañero encargado de la enfermería. —¡Kayn! ¡No deberías estar levantado! —Corrió a asistirme. —El maestro Zed se podrá muy feliz, ha estado preocupado por las últimas 3 semanas.

—¡¡¿TRES SEMANAS?!! —No pude evitar gritar.

—Haz estado en un coma durante todo este tiempo, quizás por eso te costó levantarte. —Me ayudó a sentarme de nuevo en la camilla. —No te preocupes, en cuanto estés mejor empezaremos tu rehabilitación. —Salió a buscar una bandeja llena de frascos y agujas. —No me hagas caso ¿si? Solo vengo a darte tu medicación.

—Disculpa, ¿tienes un espejo?

—Si, por supuesto. Querrás mirar tu cabello imagino. —Sacó un espejo de debajo de la bandeja. —Es una pena, personalmente me gustaba mucho tu trenza.

Miré mi cabello algo horrorizado. Lo había dejado crecer durante tanto tiempo... Desde que era pequeño. A mi cabello le costaba crecer hacia abajo, y no sé si podré lograr ese largo otra vez, fueron unos largos 15 años para tener mi cabello así. Acaricié un poco las puntas mal cortadas.

—¿Podrías llamar al maestro Zed?

—Si, en seguida.

El médico me puso los medicamentos necesarios para mi tratamiento y se fue. Me estiré levemente hacia el mueble que estaba al lado de mi camilla y abrí uno de los cajones. Estaba buscando una tijera. Cuando la encontré se cayó al piso y el maestro Zed entró preocupado.

—K-Kayn... —Se quitó la máscara dejándome ver sus lágrimas y su expresión de preocupación. Corrió hacia mí y me abrazó. —Lo siento tanto Kayn, si no hubiera sido por mi impulsividad nada de esto hubiera pasado. —Mientras me abrazaba acariciaba suavemente las puntas de mi cabello.

Ya había resultado herido 2 veces por la impulsividad de Zed... Realmente no sé lo que siento... Lo quiero y lo respeto, pero al mismo tiempo quiero alejarme de él. No quiero que me siga haciendo daño...

—Zed... —Dije suavemente. —P-Podrías... ¿Emparejarme el cabello?

"¿Eso no es algo que una chica diría?"

La voz de Rhaast se hacía cada vez constante en mi mente. Es lo que él hubiera dicho...

—No soy bueno haciéndolo, y la última vez que lo hice te enfadaste conmigo. —Rió un poco.

—¿Lo haz hecho antes?

Su ligera sonrisa desapareció. —Cierto... No lo recuerdas... Pero no te preocupes, puedo emparejar tu cabello si así lo quieres.

Asentí y Zed recogió las tijeras del piso. Me senté de forma que el cabello cayera al suelo y no a la camilla, y Zed empezó a dar tijeretazos. La verdad tenía miedo. Odiaba cortar mi cabello, y ahora que estaba corto, no quería que estuviera aún más corto...

—Bien, listo. Espero que no te haya desagradado...

Me facilitó un espejo y miré mi cabello. La verdad no estaba tan mal para estar corto. Me agradaba...

—Está... Aceptable. Podría ser peor.

"Podrías estar calvo."

De nuevo los comentarios de Rhaast se aparecían en mi mente...

—Me alegro. Espero que te recuperes pronto. —Zed mencionó suavemente para después volver a un tono más bien serio. —Kayn. No quería decirte esto hasta que te recuperaras pero me veo obligado a decirlo ahora... Jhin está acechando de nuevo, y creo que esta vez no está solo. Ya acordé con los médicos que usaran un tratamiento intensivo en ti, luego de que te recuperes empezaremos con tu entrenamiento. Sé que será duro, ya no tienes a Rhaast, pero puedes pedirle al forjador que haga una guadaña a tu gusto si deseas. Eso es todo, debo irme.

Depositó un suave beso en mi cabeza.

—¡No hagas eso!

—¿Qué? Leí que un beso en la frente o la cabeza significa protección, últimamente has estado de todo menos protegido, así que solo quise hacerlo. —Sonrió nervioso.

Se colocó el yelmo y se alejó dejando una sombra que luego se desvanecería.

—Buena suerte papá...

Entre las Sombras [Lol, Kayn]Where stories live. Discover now