Entre las Sombras [Lol, Kayn]

二十八

[POV Zed]

Sin duda alguna haría que Kayn me recordara, no dejaría ir a mi hijo tan fácilmente.
Separé el abrazo, ya que me estaba doliendo algo más el pecho.

— Lo siento Zed. — Se disculpó Kayn. — Prometo que manejaré bien la orden en tu ausencia. — Se veía decidido.

— Sé que lo harás. Yo... Necesito recuperarme ahora. — Volví a recostarme.

— Lo que usted desee. — Kayn ya se iba, pero algo lo hizo detenerse. — Em... Zed... Quería... Pedirle un favor.

— ¿Qué sucede Kayn?

— Pues... Mi habitación fue destruida en mi corta ausencia... Al igual que otras cosas... ¡D-Descuide! Ya tengo una charla para todos en la Orden mañana temprano. Es decir... ¿Hoy? ¿Temprano?

— ¿A dónde quieres llegar Kayn? — Alcé una ceja.

— ¿Podría dormir en su habitación? — Dijo en un tono suplicante de niño pequeño. (Por favor, no sigan diciéndome que parece yaoi o derivantes, llega a molestarme bastante, es solo un amor de padre e hijo, dejen de wear, gracias)

Su pregunta me impactó bastante. Me recordó al antiguo Kayn... Él me pedía dormir en mi habitación cuando tenía pesadillas o cuando no podía dormir.

— Claro que puedes. Solo no desordenes mucho. — Me volví a recostar. — Te veo mañana hijo.

— Adiós... Pa... — Su tono de voz en la última palabra se volvió nervioso.

Escuché sus pasos y la puerta abrirse para, seguidamente, cerrarse.

[POV Kayn]

Dios, aún no me acostumbro a decirle así. En cierto sentido es reconfortante, pero por otro lado es algo extraño, pues no recuerdo nada sobre mi pasado.

— ¿Qué pasa niñito de papá? Te veo cabizbajo.

— Quisiera recordar mejor a Zed... Ni siquiera sé por qué lo olvidé de esa forma...

— Chico... Vamos a dónde sea que vayas a dormir, necesito decirte algo. — Sonó de cierta forma comprensivo, pero había lástima en su voz.

Lo levanté y subí las escaleras. Mi expresión facial cambió de tristeza a firmeza. Iba a ser el líder por un tiempo, necesitaba inspirar respeto.
Por cada piso que pasaba, todos se detenían a saludar, o a simplemente hacer una pequeña reverencia. Estaba teniendo el respeto que merecía...

"Hola Kayn~"

Hola mi otro yo más estúpido y marica.

"Hey, hey. ¿Qué forma de tratarme es esa?"

Cualquiera menos con respeto. Sólo piérdete.

"Estás inestable... ¿No quieres que te domine?~"

Bloqueé mi cabeza para dejar de escucharlo. Ahora sólo quería pensar en lo que fue Zed en mi pasado. Quiero recordar...
Cuando llegué a la habitación de Zed, me puse a explorarla un poco. Era linda. Todo estaba decorado con colores rojo carmesí y toques delicados de dorado. Quizás muy refinado para un hombre, pero a la vez se veía elegante e intimidante en cierta forma.
Dejé a Rhaast apoyado en la mesita de noche. Me recosté en su cama, era suave y bastante cómoda.

— Eh, Kayn... Debo decirte esto.

— ¿Qué sucede Rhaast?