Entre las Sombras [Lol, Kayn]

二十七

[POV Kayn]

Pues... Si lo pensabas tenía razón. Todos los artistas tienen un grado de locura. Y su locura estaba por los cielos.

— Bien, Khada, si me permites, yo... — Me interrumpió.

— Jhin, puedes decirme solo Jhin.

— Oh, ok... Jhin. Cómo iba diciendo, tengo que irme.

— ¿Tan pronto?

— Pasó al menos una hora, no es poco tiempo. — Empecé a caminar.

— ¿Por qué tanta prisa? — Bloqueó mi camino.

— Pues...

— Debemos llegar a casa... Está... ¡Muy desordenada! Si. Y como Kayn es un puto solitario que no lo quiere ni Dios, no tiene novia, así que él tiene que ordenar la casa, cocinar y esas mierdas.

— Claro, es totalmente entendible. Tampoco me gusta trabajar en un ambiente sucio. El arte parte por el equilibrio entre tus herramientas y tu espíritu.

— Si... Ehhhh... Como dijo Rhaast, hay... Mucho que hacer y poco tiempo. Así que si me permites... — Lo rodeé. — Me tengo que ir. — Empecé a caminar.

— Dime Kayn, ¿qué harás para cenar? — Preguntó siguiendo su juego.

— ¿Siquiera puedes comer?

[POV Jhin]

Me había topado con un chico muy interesante... Realmente me gustaría conocerlo a fondo.

— Disculpa, Shie... Digo, Kayn.

Se detuvo. — ¿Qué pasa ahora?

— Me gustaría programar otro encuentro contigo, ¿qué opinas?

— Pues... Por mí bien. ¿Dónde?

— Solo dime dónde está tu casa y pasaré a recogerte.

— Pues... — Se veía nervioso. — Dame un momento.

Empezó a susurrar con Rhaast, como si estuvieran acordando algo. No voy a dudar, pues la amistad nace con la confianza. De seguro solo discuten de cosas menores.

— Ok, mi casa está a 3 kilómetros de un río...

— Lago.

— ¿Qué? — Parecía confundido.

— Es un lago, no un río.

— Son la misma mierda Rhaast. — Se dirigió a mí. — Como iba diciendo. Está a 3 kilómetros al sur de un LAGO que... Pues... Ehhhh... — Se puso nervioso. — De... Ehem... Casualidad conoces... ¿Conoces la O-Orden de las Sombras?

La... ¿Orden de las Sombras? Nadie sabe de su paradero. ¿Cómo él lo conoce?

— En realidad, no conozco su ubicación ni de lejos. Pero si la conozco, bastante bien a decir verdad.

— Oh, pues está...

— CÁLLATE ESTÚPIDO, DEMASIADA INFORMACIÓN. JHIN, ENCUÉNTRANOS EN EL LAGO QUE ESTÁ A UNOS 5 KILÓMETROS AL NORTE DE AQUÍ, ADIÓS.

— Pero Rhaast-

— DIJE ADIÓS.

— Agh, después te las verás conmigo guadaña de mierda.

Dicho eso, Kayn se fue de mala gana.
Me di la vuelta y empecé a caminar de regreso a mi taller.
Realmente me pregunto cómo es que sabe el paradero de la Orden de las Sombras. Llevo buscándola por años, al igual que la Orden Kinkou. Quiero eliminar de una vez por todas a Zed y a Shen... Son tan molestos... Además, son las únicas personas existentes capaces de matarme. Si se unen son realmente poderosos, pero sus ideales van totalmente en contra. Una pena, se complementan complementan tan bien...

[POV Kayn]

— ¿Qué te pasa Rhaast? — Exclamé molesto. — ¡Sólo estaba dando indicaciones!

— Sí, indicaciones a que cualquier persona que ACABAS DE CONOCER SEPA EL PARADERO DE LA ORDEN OSCURA MÁS PELIGROSA EN JONIA.

— ¿Qué con eso?

— ¡¿QUÉ CON ESO?! — Suspiró fuertemente. — No voy a intentar razonar contigo...

Tiene razón, no conozco a Jhin, pero en la amistad hace con la confianza, confío en que no querrá hacer nada malo contra la Orden de las Sombras ni revelará su ubicación.

— Rhaast, ¿dónde se supone que le dijiste que era nuestra casa?

— La cabaña de Felicia. — Mencionó con tristeza.

— Lo siento amigo... Hey, vamos con Zed, de seguro nos dará alguna misión y podremos matar gente. — Dije emocionado, pero me decaí al instante. — Agh... Tal vez mañana... — Bostecé.
(Todo este tiempo ha sido de noche xdxd) (Desde el capítulo 18 han estado en el mismo día, pero cuando llegó Jhin, era la madrugada, como las 4 o 5 de la mañana, Rhaast salió a buscar a Felicia [en el capítulo 18] como a las 8 o 9 de la noche, ahí ocurrió todo y Kayn no ha dormido xdxd)

— Cierto. Los humanos duermen... Que perdida de tiempo más grande.

— Vámonos rápido Rhaast.

Empecé a saltar de árbol en árbol con todas mis energías. Se me acabaron bastante pronto así que empecé a correr. Me cansé con facilidad así que empecé a trotar. ¿Desde cuándo tenía tanto sueño? Seguí el resto del camino caminando.

— Bien... Ya... Llegamos... — Dije jadeando entre cada palabra.

— Ya era hora.

Subí al piso en el que estaba mi habitación, esperando encontrarme con mi cómoda cama, pero...

— ¡¿EN REPARACIÓN?! — Exclamé. — ¡¿QUÉ MIERDA PASÓ AQUÍ?!

— D-Disculpe señor Kayn. — Se veía asustado.— P-Pero... En su ausencia y en la ausencia del maestro Zed, todo... Se ha salido un poco de control... Y, como ve, aunque sea d-de madrugada, aún hay gente ordenando los desastres...

— Está bien... — Respiré hondo.

— Se lo tomó m-mejor de lo que es-

Lo interrumpí. — ¡MAÑANA QUIERO A TODOS EN EL SALÓN 1-A! ¡SIN EXCEPCIÓN!

Empecé a bajar las escaleras para ir a la sala de enfermería. Ya estaba bastante despierto, iría a ver a Zed.

— Rhaast, tú te quedas aquí. — Lo apoyé al inicio de la escalera.

— Te espero amigo.

Entré y vi a Zed durmiendo con un paño en la cabeza.

— Zed... — Susurré. — ¿Estás despierto?

— ¿K-Kayn?... — Alcancé a escuchar con dificultad.

— Si, Zed. Soy yo. ¿Estaba durmiendo?

— Si... — Se sentó en la cama, pero un quejido de dolor me indicó que no debía hacerlo.

— No se levante. — Lo ayudé a acostarse de nuevo. — Zed, lamento lo ocurrido. Estuve ausente todo un día, acabo de volver.

— ¿Por qué? — Su tono se volvió decepcionado. — T-Te confié esto Kayn... Yo-

— Déjame terminar Zed. — Mi voz se quebró un poco. — Lamento haberte defraudado. Pero... Me dejé dominar por Rhaast... Estaba tan enojado por qué te hice esto... Q-Que... — Una lágrima se escapó por mi mejilla. Estaba haciendo un esfuerzo por mantenerme fuerte. — No pude evitar inestabilizarme. Rhaast aprovechó para controlarme y se salió de control... Perdóname Zed.

— Kayn. — Me limpió la lágrima. — No llores, eres fuerte. Entiendo la situación, no importa.

— Gracias Zed... — Me abrazó. — Simplemente eres muy importante para mí... Aunque no pueda recordarte con claridad... — Me aferré fuertemente a su abrazo.