Escucho gritos, aplauso y silbido. Salgo y los miro a todos. Muchos de los que están aquí, utilizaron mi cuerpo, pero mas nunca lo van a volver hacer. La música comienza a sonar, está vez no cierro los ojos, como lo hacía antes, esta vez quiero ver mi realidad. La realidad en la que estoy. Les bailo sensual como a ellos tanto le vuelven loco.

Tomo el tubo y subo, doy giros, muevo mi cabello, toco mis cuerpo. Si con esto voy a sacar adelante a mi hijo lo voy hacer. La música termina y yo vuelvo a mi cuarto. Evitando a los hombres. Me pongo la bata, la puerta se abre. 

— Lali cuatro de mis mejores clientes quieren estar con vos.

— Yo te dije que a mi nadie me volverá a tocar. Si seguís con eso es mejor que me vaya.

— ¡No! Esta bien les diré que ya no estás para eso, pero sabes que ganas más entregando tu cuerpo.

— Me importa poco. Aquí estaré solo para bailar y cuando crea conveniente me iré.

— Está bien, Mira lo que te traje. — me muestra una jeringa. — lo mejor para mi estrella. Esta vez es gratis para voz, es mi forma de decirte: bienvenida.

Me paso mi lengua por mis labios y la necesidad vuelve a mí, pero niego.

— No quiero.

— Dale hermosa. Te va gustar.

— ¡Te dije que no!

— Mira, te lo dejo acá. — lo pone en el tocador. — te aseguro que te va hacer olvidar todo los problemas que has tenido, sabes muy bien que ayuda mucho. — lo veo salir.

Voy hacia la puerta y la cierro con seguro. Miro la jeringa y siento la desesperación de tomarla y más cuando todo mi mundo feliz se vino abajo. Cómo fui utilizaba, como vi al hombre que me dijo que me amaba, acostándose con su ex.  No soporto la tentación, la tomo, me siento en la cama. me amarro el barco y con mi mano temblorosa me inyecto.  Me acuesto y miro el techo, todo comienza a verse borrosos. Como dijo Arturo esto me hace olvidar e irme a otro lugar donde no se siente nada. Donde solo soy yo y la oscuridad en la que me encuentro.

Peter.

Me despierto con un horrible dolor de cabeza. Siento como alguien se acurruca más a mí y pienso que es Lali, pero al ver de quién se trata, veo que es Alexa y todo lo que pasó ayer viene a mi cabeza y vuelvo a sentirme enojado, pero no puedo evitar sentirme mal por haber utilizado a Alexa.

«Qué mierda hice.»

Me alejo de ella. Salgo de la cama y de mi cuarto. Entro a que era de Lali. Abro el ropero.  Me sorprendo al ver todo lo que compré para ella está acá. Me doy cuenta que se fue con lo que se vino y lo que le dije viene a mi mente.

— Olvídala mi amor. — escucho la voz de Alexa.

— Alexa.... Lo que pasó ayer no significa nada.

— Peter.... No digas eso, mira podemos....

— Yo te dije que la amo y a pesar de lo que pasó, eso no cambia fue un error lo que pasó entre nosotros. Te lo dije: yo te quiero como amiga, pero solo como eso.

— Entiendo.... Voy... A cambiarme e irme.

— Alexa.....

— No Peter.... Como dices fue un error y bueno imaginé que todo volvería hacer igual, pero ya me di cuenta que no. — dice y veo como sus ojos se llenan de lágrimas, pero no las deja caer. Ella sale del cuarto y me deja solo.

¡Mierda! Porque me enamoré de una mujer que no merecía mi amor, Alexa me ha demostrado que me ama y yo no puedo sentir nada por ella. Estoy jodido por haberme equivocado en amar a alguien que no lo merece.

No tengo ganas de ir a trabajar, pero sé que debo hacerlo por mis pacientes, ellos no tiene  la culpa que mi vida este jodida. Entro a mi cuarto y Alexa no ser encuentra. Me doy un baño, me cambio y cuando salgo Alexa ya no está en la casa y es lo mejor.

*****

No pude concentrarme y eso me molesta ya que les estoy quedando mal a mi pacientes. No puedo dejar de pensar en Lali, me odio a mi mismo por no dejar de pensar en ella, pero no puedo evitarlo. Eso me hace sentir tan frustrado.

— Hola Peter. — saluda Nico quien vienen junto a Vico.

— ¿Nadie toca la puerta o pide cita? — digo molesto.

— Calma Peter. Sabemos que estas molesto nadie pensó que Agus...

— Vico, — lo corto y algo se me viene a la mente y no puedo evitar preguntar. — ¿vos te metiste con Lali cuando ya estaba conmigo? — pregunto ignorando a Nico.

— No Peter. Vos sabes que yo me metí con ella cuando estaba en ese lugar, pero cuando vos la sacaste, yo la respeté, creo que Agus le tenía ganas y bueno no pensó en el daño que te iba a causar o a Daky.

— Ni ella lo pensó, les importó poco hacernos daño.  ¿Como estás con Cande?

— Qué te diré me mandó a la... Me sacó toda la ropa y me dijo que no quiere volverme a verme.

— Es que vos también, Vico. La tenías a ella y ibas a buscar mujeres y lo peor por las que pagabas. — dice Nico y Vico le mira furioso.

— Nico, ¿crees que no lo sé? Fui un tarado ¿bien? Pero juro que yo no toqué a nadie más, porque me di cuenta que la única para mí es Cande, por eso dejé esa vida andar pagando mujeres por tener sexo.

— Vico intenta hablar con Cande. Debes mostrarle cuanto la amas. Creo que vos si mereces que ella te perdone, pero Agus no merece acercarse a Daky, ella merece un hombre mejor. — digo. — ese idiota espero que sufra por haber traicionado mi amistad y el amor de mi prima.

— Estoy de acuerdo con vos, Peter. Euge está molesta conmigo.

— ¿Por? — Aunque ya sé la respuesta.

— Ella quiso que Lali se fuera con nosotros y yo se lo negué. Me dijo que ella no merecía que nosotros la hayamos tratado así. Que Lali merecía que la escucháramos.

— Euge lo dijo por es su amiga, pero no sabe lo que se siente que la persona que se ama se burlen de ti.

Y tal vez hice mal correrla, pero yo no puedo perdónala, no puedo aunque me muera de dolor, Lali para mí ya no es nada y lucharé por olvidarme de ella.

Lali.

Los días pasan y yo sigo en este mundo. Bailo, bailo y sigo bailando, para hombres que solo me ven como objeto sexual. Ahora las drogas están volviendo hacer mi única vía de escape nuevamente. Aunque no me he vuelto a meter con ningún hombre; la tristeza de saber que ya no soy nada para nadie. Mi estómago todavía esta plano, pero sé que pronto estará creciendo y eso me asusta, pero no puedo irme todavía, ya que necesito tener suficiente dinero.

Abro mis ojos y empiezo a sentir u  dolor muy fuerte en mi vientre. De pronto recuerdo todo, ya que ayer tuve una discusión con Arturo y él me recordó lo idiota que soy por seguir pensando en un hombre que no me quiso lo suficiente. Eso hizo que lo sacara del cuarto y me volviera a drogar. Me quito la sabana y veo que estoy sangrando. Comienzo a desesperarme ya que siento que estoy por perder a mi hijo. Estoy en shock porque no quiero perderlo.

— Lali te traje.... ¡Oh por Dios!

— Flor..... Ayúdame.... Mi bebé.... — la miró con lágrimas y temblando.

— ¡Arturo! — sale corriendo.

Y yo solo me toco mi vientre y pido perdón a mi bebé, porque sé que es mi culpa de que lo esté perdiendo.

— Que carajo pas.... Mierda.

— Ayúdame... No quiero perder a mi hijo.... — le digo entre sollozo. — por favor....

— Trae las llaves del auto, Flor. Mierda porque puta no dijiste que estas embarazada o estabas.

— No.... Digas... ¡ay! No... Puedo perderlo, no puedo..... Mi.... Hijo.... Por favor no dejes que lo pierda te lo suplico, Arturo no lo quiero perder....

ADICTAWhere stories live. Discover now