Capítulo 27.

573 62 8
                                    

Lali.

Estoy en mi cuarto y no tengo ganas de salir a bailar, pero sé que debo hacerlo. Me miro en el espejo y tengo los ojos rojos e hinchados. No puedo evitar sentirme como me siento. Necesito aclarar las cosas con Peter aunque sé que no me va perdonar, pero debo hacerlo, porque a pesar que cometí un error al no decirle lo que Agus me obligó, no voy a estar tranquila. Tengo que hablarlo y si no lo hago me voy a seguir sintiendo de lo peor.

Salgo del cuarto y veo muchas personas bebiendo, otras se van a los cuartos con algunas chicas. Veo a Flor que está en la barra sirviendo y me acerco a ella.

— Flor puedes ayudarme. — digo algo fuerte a causa de la músicas.

— ¿Que necesitas?

— Dinero. Necesito ir aclarar las cosas no puedo estar tranquila.

— Lali no puedes salir.

— No soy una prisionera aquí. Soy libre y nadie puede evitarlo, además; voy a volver, ya que se cual es mi lugar en estos momentos.

Flor asiente y mirando para los lados, veo mete la mano en su blusa y se saca de sus pechos un billete y me lo da. Se lo agradezco y salgo del lugar sin que nadie me detengan.

Pido un taxi y le doy la dirección. Cuando llego le pido que me espere que no se vaya, ya que solo le diré lo que tengo que decirle a Peter y me iré. Salgo y camino hacia la puerta, iba a tocar, pero veo la puerta está abierta. Entro y veo ropa tirada en la sala, sé que debería irme, pero necesito ver que no es lo que estoy pensando, pero dentro de mí sabe que es así. Tragando el nudo que tengo en mi garganta, camino hacia las habitaciones. Me voy acercando al cuarto de Peter y mi respiración comienza a ser pesada al escuchar gemidos que provienen de su cuarto, con mi mano temblorosa, abro con cuido la puerta para que no se escuche, lo que veo hace que la poca esperanza que tengo se acaben. Mis ojos se llenan de lágrimas.

Peter y Alexa están haciendo el amor, de manera apasionada. Me tapo la boca para que mis sollozos no se oigan. No puedo creerlo de él, me dijo que nunca iba a existir ninguna mujer para él y todo era mentira. Yo no tenía elección cuando Agus me obligó acostarme con él, pero Peter.... Dios soy una estúpida. Acabamos de terminar y ya metió a su ex a su cama. Me alejo de la puerta porque ya no puedo seguir viendo como ellos hacen el amor mientras se besan apasionadamente. Corro hacia fuera de la casa, me entran arcadas, me controlo. No voy a vomitar. Mareada camino hacia el auto, él taxista al verme mal; sale y me abre la puerta. Entro y entre lágrimas que no derramo le pido:

— Por... Favor lléveme al mismo lugar que me recogió.

Ya no hay nada en mí. Esta vez soy yo la que no quiere saber de él. Peter ya no es nada en mi vida. Todo terminó y ahora lo sé bien. Para mí él ya no existe.

Logro llegar a tiempo a la hora de volver a salir al escenario. Entro al cuarto y me pongo la ropa más provocativa que tengo.  Me miro en el espejo y solo sé que algo en mí cambió y es que ya no creo en el amor. Dejé de llorar porque no vale la pena. Ahora me di cuenta que el amor es solo una palabra, pero no existe. Pero yo si cumplo lo que prometo aunque ya no crea en el amor, no va existir ningún otro hombre en mi vida, nunca nadie me va tocar o se va acercar para querer entrar en mi corazón y mucho menos que quieran utilizar mi cuerpo. Ahora yo soy dueña de mí y nadie lo será.  

— Lali tu turno. — escucho que llaman desde afuera.

Me retoco el labial de un rojo fuerte. Salgo del cuarto y camino por el pasillo hasta llegar atrás del escenario. Arturo al verme empieza a sonreír y sube al escenario mientras escucho anunciarme.

— Holaaaaaa. Les traigo una sorpresa a todos los que son fans de una de mis princesas. Ella se fue, pero volvió a la que es su casa y la que nunca debió salir. Con ustedes la sensual: Laliiiiiiiii.

ADICTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora