Asisto todavía dudosa y entramos a la última habitación del gran vestíbulo.

-Amo, aquí están.

En la pantalla se reflejó hombre. Al verlo note que no era cualquier hombre, era un dios griego. Alto, moreno, pelo castaño ondulado y ojos oscuros y brillantes como el carbón, era como Noah Centinero pero es una versión más griega y poderosa.

-¿Qué tal alitas? ¿Cómo está todo allá? Supe el castigo que te dio tu madre respecto a lo que hiciste con Apolo, nunca creí que hicieras eso muchacho. Tú sabes perfectamente el código que tenemos.

-Él no contó toda la historia, en verdad amigo yo no hice tantas cosas. Ahora hasta mi madre me odia, o eso creo.

-Hablando de tu madre, tengo que hablar esto contigo. No he tenido ninguna comunicación con ella estos últimos días, siendo que con tu madre era con quien más compartía.

Aprieta la mandibula Kal, reflejando su disgusto a escuchar tal comentario. Me lanza una mirada de preocupación y por primera vez note que él tenía sentimientos reales por alguien, y esa persona es su mamá.

-¿Crees que...?

-No, es imposible. Son hermanos, se respetan y se quieren.-después me mira a mí- ¿Ya te conseguiste alguien?

-Sí-miente

-No-respondo automáticamente

-¿Cómo? Estoy confundido, pero es hermosa esta pelirroja- sonríe mostrando sus perfecta dentadura- ¿No tienes una hermana? Puede que me enamore de ella.

Por un momento quise contestarle. Quise decirle que tenía una hermana gemela, pero me costaba, no quería conmemorar sus recuerdos, porque la extrañaba. Extrañaba a mis padres, a ella, a todos.

Pero la cosa ya estaba hecha, y aunque daría cualquier cosa para estar con ellos, era imposible.

-No, no tengo-miento con un hilo de voz- Sí consigo una te aviso, ¿mi abuela, vale también, es menor que tú?

-Yo feliz. Me encantan las pelirrojas

-Te encantan todas, imbécil –refuña cupido

-¿Se puso celoso el dios de los amores? Por lo menos a mí me quieren, a ti no de coña.

-Si te pones así, manga de flechas me vengaré- ríe Cupido- Pero blando en serio, ¿crees que mi madre este bien?

El tono afligido

-Amigo, ella se cuida y protege sola, tu madre es muy valiente. Estará bien, en caso que ella esté en peligro....

La llamada de corta, al retomarse, vemos una imagen que nos impacta a los tres.

Afrodita estaba inconsciente.

Sus ropas estaban rotas, sucias y andrajosa. Y todo su cuerpo estaba mascullado, con algunas heridas y con múltiples golpes y moretones. Se veía muy demacrada. La tenia Hefestos entre sus brazos.

-¡Ares!-se escucha Hefesto gritando – Llama a las nodrizas, necesitamos ayuda.

Ares todavía en Shock, asiste lentamente, nos mira a nosotros con ojos impactados.

-Lo siento, no puedo hablar contigo.-musita en voz baja, apagando la trasmisión.

Cupido se aleja lentamente de donde estábamos, se ve desorientado y nauseabundo, todavía no lo puede creer.

Estela incomoda hace ademan de mirarme y sonreír lastimosamente.

-Yo...me voy....estaré en la cocina si me necesitan-juguetea con mi pelo intentado de sonreír y se va, dejándonos nuevamente a solas Kal y yo.

Le doy un nuevo vistazo a cupido que esta agachado mostrándome la espalda en la esquina de la habitación. No sabía qué hacer, ni que decir pero algo me decía que tenía que estar con él, lo quería apoyar. Porque yo también había vivido esto y no quería que él se derrumbara, como yo lo hice.

Me acerqué lentamente donde él se encontraba y le toque el brazo en señal de compañía.

-No estás solo, estás conmigo.

Me agarra la mano y me la sujeta, entendiendo todo. Levanta su cara y veo sus ojos llenos de lágrimas.

-¿Emilie?-me llama en susurro-¿Te puedo abrazar?

Sonrío con sinceridad, a pesar de todos los problemas que habíamos pasado, algo dentro de mí se conmovió viéndolo así y yo no tenía resentimientos contra él, de eso estaba segura.

-Por supuesto.

Abro mis brazos y los quedamos abrazados, esperando que algún milagro u algo hicieran que Afrodita este nuevamente con su hijo.


.....................

Holi, me encanta que les guste esta nove <3 

Cupido, estás despedido #Wattys2019Where stories live. Discover now