capítulo 41

413 59 2
                                    

—Hyung, me estás haciendo cosquillas de nuevo. —Avisó entre risas por los besitos que dejaba el mayor en su cuello. —Y me estás aplastando.

—ChimChim, no seas mentiroso que me estoy fastidiando la espalda por no ponerte ni una de mis piernas encima. —Se quejó volviendo a probar sus labios en un rápido movimiento que dejó al más pequeño sin aliento.

—Aish. —Su pecho subía y bajaba irregularmente mientras miraba al mayor con diversión. —C-cada día te haces más viejo, abuelo.

—Y tú cada día te vuelves más bromista. Tendré que hacer algo contigo. —Jimin le temió a esa sonrisa diabólica, y más las manos que comenzaron a moverse por su cuerpo.

—¡Ah, no! ¡N-no me hagas más cosquillas, por fa-favor! —Sus carcajadas fueron tapadas por el ruido que hacía el ascensor al llegar a la planta más baja. Jimin dejó de reírse y la sonrisa que tenía Yoongi en la cara se convirtió a una mueca avergonzada al encontrarse con las miradas de dos de sus amigos. Las caras largas que llevaban cambiaron un poco al ver a la pareja, uno encima del otro y colorados hasta la puntas de las orejas.

—Y después te quejas de mí cuando tú utilizas el sofá para lo mismo que yo, tío. —Resopló Namjoon.

Yoongi se incorporó, no sin antes darle un beso en la frente a Jimin. —La diferencia está en que este es mi sofá.

—Pero mi padre ayudó a que se hiciera la biblioteca, así que en parte todo lo que haya aquí es mío también.

—¿La reclamó? ¿La usa acaso?

Jimin se levantó sin quitarle la vista a la pelea tan infantil que estaban teniendo dos de sus amigos. Deseó poder intervenir, pero Jin se le adelantó.

—¿Especie? Aparentemente humanos ¿Nivel de madurez? Nada. No hay, no existe. —Tenía los brazos cruzados, haciendo que la tela se tensase en esa parte y los miraba mal. —Dejad de pelearos como si fuerais unos mocosos y madurad. Tenemos complicaciones de las que ocuparnos.

—¿Hay algún problema? —Preguntó el más joven del grupo. Justo en ese momento se abrieron las puertas del ascensor y sus mirada achocolatada chocó con una más oscura.

—El problema soy yo.

—¿J-jungkook?

¿Estáis un poco perdidos, verdad? Creo que lo mejor sería retroceder un poco en el tiempo.

Hacía un día, la vuelta al instituto fue más movida de lo que creyó. Una vez que pisó el suelo de madera de la residencia, Taeyeon lo había cogido del brazo, le había permitido que dejase su equipaje en la habitación y lo había llevado al cuarto de Jin sin preguntarle siquiera cómo estaba, lo quera normal después de no haberse visto en semanas. Pero bueno, aquella chica vivía a su manera.

Volviendo al tema, Jimin ya había estado antes allí y seguía todo igual. Lo único que había cambiado es que había más polvo y que en aquella reunión estaban sólo Tae, Jin, Yeon y él. Ellos cerca de la puerta y los otros dos sentados.

—Mirad a quien me he encontrado~

Jimin la miró con sus dos cejas alzadas. —Más bien arrastrado.

Sus amigos observaron al pelinegro, quien tenía el brazo entrelazado con el de la pequeña chica, y dejaron lo que estaban haciendo para a ir a abrazarlo, o mejor dicho, a apretujarlo entre sus brazos hasta dejarlo sin aire.

—Mochi, te he echado mucho de menos. —Sintió que Tae restregaba su mejilla con la suya mientras que Seokjin los levantaba del suelo a los dos.

—Hyung, hyung, bájanos. Duele. —Se rio a pesar del dolor, y cuando sus pies tocaron el suelo, decidió abrazarlos él. —Yo también os he echado de menos. ¿Os lo habéis pasado bien esta Navidad?

Find your magic 〄 yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora