Capitulo 1 : Mil Problemas

303 24 12
                                    


Hablemos de mí. A partir de este capítulo conocerás lo que fui, y podrás conocer cada momento de mi vida, cada uno de mis infiernos, temores, sentimientos, secretos y experiencias las cuales te daré a conocer en este libro. Estás aquí porque quieres saber mi vida o por simple curiosidad, no me importa la razón o motivo por la cual estés aquí hoy leyendo esto; sólo me interesa dejar en ti un poco de mi historia.

Soy Louis Parks, vivo con mis dos hermanas, Camila de 23 años y Eva de 12 años de edad, y mi madre Anna. Mi padre actualmente no vive conmigo, él tiene una familia aparte, lo veo todos los días y me quedo en su casa los fines de semana. Cuando mis padres estaban juntos se presentaban muchos problemas. Para que entiendas un poco más, empezare por la primera FALLA.

Abril 18 del 2013. Tenía 10 años y a mi corta edad había vivido muchas cosas. Todos los días de mi vida eran un infierno, mis padres peleaban todos los días de la semana, no había algo por lo que no discutieran. El problema no era las dificultades que tenían, pues todas las parejas las tienen, pero la violencia no era una opción para resolver esos conflictos. Un día cualquiera, 3:00 de la madrugada un tipo borracho llegó a mi casa, tocó la puerta como un loco desenfrenado, estaba lleno de rencor y odio por una mujer en especial. Mis hermanas, mi mamá y yo sabíamos quién era, vivíamos con el después de todo, ya nos habíamos acostumbrado, siempre era lo mismo: llegaba borracho, tocaba la puerta 3 veces y al ver que no había respuesta, se quedaba en la terraza sentado hasta el día siguiente. Aún recuerdo cada momento y me pregunto ¿Por qué tuvo que ser diferente aquel día? En ese entonces Camila tenía 18 años y Eva 12, y ninguno de los dos tenía idea de lo que venía para nosotros. Esa noche no toco la puerta ni una, ni dos, ni tres veces fueron tantos los golpes y la ira de aquel hombre que desato toda su rabia contra la puerta hasta verla tirada en el piso, y así fue, respiro por un momento y miro la puerta desbaratada con la marca de sus fuertes golpes marcadas en ella y la ira se presentó otra vez. Recuerdo que sujetaba una cerveza en su mano derecha, tomo su último sorbo de alcohol, seco su boca con su mano derecha, y decidido, rompió la botella con fuerza contra el marco de la puerta y se partió en mil pedazos, caminó despacio y cuidadosamente para no caer, escuche el ruido de la botella y me levante de mi cama.

Solo puede ver el temor de una madre, preocupada por sus hijos los cuales rodeaba entre sus brazos. Mientras agarraba mi pie con su mano derecha la cual estaba fría y nerviosa, ella sabía que era él, ella sabía lo que era capaz de hacer, el odio, el rencor y la ira de ese hombre era el motivo por el cual mi madre se convirtiera en una protectora para nosotros, ella sabía que vivíamos con un monstruo.

Estábamos asustados, no sabíamos qué hacer, solo derramar nuestras lágrimas de temor en nuestras sábanas, escuchábamos como se rompía cada plato y vaso de vidrio que teníamos. No puedo describir con palabras el gran temor que sentí al escuchar aquellos ruidos que atormentaron mis oídos. Pero el miedo no acabo ahí, quede paralizado cuando lo vi allí enfrente de mí, con esa mirada que hacía que mi alma se destruyera, se acercó lentamente diciendo

—Perra, eso es lo que eres, una maldita perra. No vales nada, te voy a matar, zorra. Todo lo que haces es joderme, ¿ves lo que me haces hacer? Por tu culpa es que estoy así, zorra de quinta, no vales nada—dijo un sin número de palabras hirientes. No le importo que Eva, mi hermana menor, y yo lo escucháramos decir todo eso, simplemente no le importaba nada. Me sorprendí aquel día de lo que era capaz de hacer un hombre con rabia, pero para él no era suficiente aterrar a sus hijos, romper los platos, dañar toda la casa y tratar a su esposa como la porquería más grande de este mundo. Mis hermanas se encontraban paralizadas, yo no podía moverme, no sabía cómo cuidar a mi familia, no sabía cómo protegerlas, no sabía qué hacer. De un momento a otro aquel hombre sostenía un revólver en su mano derecha, apunto hacia mi madre y gritó:

Louis : Mi Vida En Un LibroNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ