Verdades Ocultas.

Capitulo 18.

Capitulo 18.

Imágenes de mi verdadera vida llegaban a mi sin parar,   nombres, rostros, lugares, pero seguía sin ver el de aquel chico misterioso y tampoco podía juntar todos los recuerdos, algo me hacía falta, algo importante, tenía que encontrar a alguien que me conociera a la perfección como para contarme la verdad y poder derrumbar el muro que escondía mi memoria.

Muerte había dicho que la pelea con la que estuve con Mikael había sido seis mese atrás, no he perdido tanto tiempo, tengo que recuperar mi vida y si de verdad era muy mala trataría de arreglarla como fuera posible.

Trate de despejar mi mente caminado por las calles sin sentido, todavía me quedaba dos semanas en el mundo de los mortales, así que caminaba por las calles que me gustaban mas, sin darme cuenta había llegado a la universidad de Tyler, mire con asco el edificio y me di la vuelta dispuesta a irme y volví a mis pensamientos.

El día anterior había descubierto la verdadera relación que tenia con Diego, eso había sido lo único bueno que me había pasado durante las últimas semanas. A pesar de eso no estaba de ganas para que me vieran, pero a la vez quería bajar por la tierra como humana.

Iba vestida con unos pantalones de mezclilla entubados, tenis  anchos de bota, blusa negra sin mangas, una gorra vieja y una sudadera con gorro que cubría la parte superior de la gorra. Fue la única manera en la que se ocurrió no ser vista, por lo general mis vestidos negros o azules, maquillaje y mi pelo negro llamaban la atención. Otro recuerdo llego.

Yo siempre me vestía con ropa sencilla, o con pantalones negros y una gabardina cuando hacia trabajos, trabajos, ¡trabajos!, ¿Qué trabajos?, mi mente me había fallado de nuevo, pero al menos recordaba algo de mí; yo nunca usaba vestidos tan excéntricos como los que he utilizado, siempre me estorbaban o me entorpecían, yo no sabía cómo usarlos o como combinarlos, alguien me había metido la idea de que yo era una gran fan de esa manera tan dulce de vestir. Yo era más…..sencilla.

Me sentí como una tonta vistiendo así, a todos los demás parecía gustarle mi manera de vestir y no se les hacia raro, pero quien no me dice que Muerte manipulo sus mentes como la mía, para que vieran otra Liliana.

Otra cosa me paso por la cabeza, yo no me había puesto mis vestidos azules, solo negros y en vez de dulce me veía obscura y misteriosa, yo también era así, era oscura y misteriosa <<hay si como no>> me reí de mi misma.

Yo había vuelto a ser yo desde que… desde que conocí a Tyler, algo en él me hizo ser yo misma.

Que me pasaba, ya era hora de sacarlo de mi cabeza, después de todo él quería hacerme daño ¿o no?, un recuerdo se puso frente a mí para que lo viera, pero no pude.

-¡Oye!- chillo una voz, enfrente de mí, había chocado con alguien mientras estaba perdida en mis pensamiento- fíjate por donde andas ¡rara!

Alcé la vista para ver de quien era esa voz tan molesta. Casandra y Karina, las amigas de Tyler estaban enfrente de mí, Karina era la que había chillado.

Cuando vieron mi rostro las dos tuvieron reacciones muy diferentes: Karina me vio con cara de asco y fingió no verme y jalo a Casandra por un brazo, Casandra sin embargo me sonrió y me saludo.

-Hola, uhmm, Liliana ¿cierto?- había hecho un gran esfuerzo por recordar mi nombre- ¿Cómo has estado?

-Bien gracias- le conteste bien, ella no me había dado motivos como para ser grosera- creo que tu amiga ya se quiere ir- señale con la cabeza a Karina- mejor has le caso antes de que haga un berrinche en media calle

-Muy gracioso ¿no rara?- me dijo con toda la intención de ofenderme, pero estaba segura de que me habían llamado peor.

Me reí de ella en sus narices ante su comentario, ella pareció ofendida: -¿Qué te parece tan gracioso?- me pregunto.