Capitulo 15.

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Capitulo 15.

Lavel estaba indecisa  en aceptar mi oferta o rechazarla, pensaba en los pros y los contras que llevaría mi propuesta. Por lo general los de su tipo no acostumbraban ayudar a los míos, pero por eso me agradaba Lavel, ella nunca seguía las costumbres.

-Aceptas ¿sí o no?- le dije interrumpiendo su silencio.

-No lo sé- me contesto- si me atrapan haciéndote un favor me torturaran para siempre- hizo una pausa y luego siguió- los demás demonios son muy diferentes a mí, no me tolerarán nada. Ya me tienen vigilada por el simple hecho echo de hablarte.

Era cierto Lavel podría ser excéntrica, burlona y cruel, pero si había una gran diferencia entre ella y los demás demonios, en una escala del uno al diez en maldad, los demás demonios eran once y ella cero. Lavel era mala, pero de una forma diferente, aunque no era una forma buena.

-No harás mucho,- le dije tratando de animarla a aceptar- solo tendrás que averiguar si este tipo tiene algún tipo de maldición.

-¿Qué pasa si sospechan?

Le sonreí de oreja a oreja: -Solo miente, eso se te da muy bien.

-Gracias, me alagas- me dijo muy contenta- está bien te ayudare- abrí mi boca para hablar pero ella me interrumpió- , pero quiero algo a cambio.

-¿Qué?-todos querían algo a cambio, << ¿Qué nadie sabía que era un favor?>>

-Un favor- << ¡Qué ironía!>>

-Habla.

-Me gustaría poder salir de este maldito lugar- me dijo con un poco de resentimiento en su voz- es horrible estar rodeada de imbéciles- sentí un poco de pena, lo que yo pasaba con Diego ella lo sufría mil veces- , pero para que un demonio como yo pueda salir, tengo que estar acompañada por alguien que no sea un demonio y ningún centinela en sus cinco sentidos  confiaría en uno.

Ya sabía a donde quería llegar: -Quieres que yo te acompañe en cada salida.

-¡Sí!- chillo- he estado tanto tiempo encerrada en este lugar que ya no me divierto torturando mortales, tal vez si estuvieran vivos sería diferente.

Pensé en rechazar su oferta, pero necesitaba saber esa información y para ser sincera, los mortales no me importaban mucho, no los vivos, y además ella no podría propasarse si yo estaba cerca.

-Acepto- le ofrecí mi mano- ¿tenemos un trato?

-Si- Lavel tomo mi mano- considera nuestras futuras salidas como una reunión de amigas, nos divertiremos, sé que no eres exactamente una santita, no eres una de esos fresas de los guardianes.

-No- le dije- y nunca me digas tan feo, no soy muy amiga de…… ese tipo de ángeles.

Las dos nos reímos, esa era una de las cosas que tenía en común con ella, las dos odiábamos a los ángeles guardianes, o a los vengadores, pero no eran parecidos a los arcángeles, y con el descubrimiento de mi procedencia los odiaba mucho más de lo que ya los detestaba.

Me despedí de ella, pero antes de que me alejara demasiado me dijo: -Una cosa más- bajo la voz- ¿Cómo dices que se llama al que voy a investigar?

-Tyler Winkis.

Volví a mi mundo y me dirigí al despacho de Muerte, donde me esperaba Luna, me había dado una escapada rápida. Cuando me la encontré estaba hecha una furia (creo que quería matarme), le conté todo lo que había hecho. 

-Estás  loca- me dijo Luna, en desacuerdo con el trato que había hecho con Lavel- ella te traicionara, los demonios no son de fiar.

Al parecer nunca le había gustado mi relación con Lavel.

Verdades Ocultas.Where stories live. Discover now