Verdades Ocultas.

Capitulo 4.

Capitulo 4.

-¡Haaaaaaaaaaaaa¡- comienzo a gritar.

Estoy asustada, ¿que pasa?, ¿porque un mortal me puede ver?, ¿que carajos pasa aquí? Estoy asustada, no, ¡me muero del miedo!, esto es peor que un dominio, esto es antinatural.

Tal vez en  un descuido mio entre como humana y no como ángel, pero al miro sobre mi hombro y veo mis alas negras, mi corazón quiere salir corriendo de este lugar.

Centró mi mirada en él y comienza a sonreír.

-¿Te asuste?-me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja.

-Te dije que era linda-le dice Alicia.

Miro a mi alrededor para asegurarme de que todo se encontrara bien y así es, no hay nada malo.

Volví mi mirada hacia el: —¿Quién eres?—le pregunto tratando de esconder mi asombro, su sonrisa se hizo el doble de grande dejando ver sus dientes blancos, mas sin embargo no es una sonrisa malévola, más bien es tierna.

-Mi nombre es Tyler -me contesta con una voz muy calmada.

<<Tyler>> repito su nombre en mi mente, me llama mucho la atención, tanto que casi olvido que el me esta viendo, pero es que hay algo en ese nombre que es muy familiar para mi cerebro.

El me mira directamente a los ojos, no aparta su mirada a otra parte de mi cuerpo, ni siquiera las alas, eso es bastante raro ya que era en lo que los humanos  se fijan más cuando de casualidad nos llegan a ver, pero me gusta que no lo haga, me hace sentir....bien.

—Y tu nombre es....—me dice con una voz suave.

-¿Cómo es que puedes verme?- le pregunto.

Del miedo paso al encanto y de el a...a... no lo se, pero no puedo mostrar que soy débil frente a un mortal como él.

El parece notar que me pone muy nerviosa.

<<sera porque gritaste a todo pulmón>> pienso.

Sigue viéndome a los ojos, su mirada comienza a adquirir cierta..... dulzura. Es raro, pero siento que todo eso es para mi, siento como mis  piernas tiemblan amenazando con dejar de sostener mi cuerpo, siento como mi estómago se retuerce, como si fuera.....no, no, ya basta idioteces.

Esos ojos grises son hermosos, miro el resto de su cuerpo por pura curiosidad , durante toda mi confusión me había dado cuenta de que ni siquiera lo había reconocido bien hasta este momento.

Mide como un metro setenta y siete, su cabello café corto de los lados y algo largo en la parte superior tiene una playera a la medida que le hace ver bien y fuerte junto con  unos vaqueros negros y tenis del mismo color.

Tyler es muy apuesto y la mirada que me da lo hace verse mucho más lindo: sus facciones no son perfectas, pero su rostro me parece "Angelical" (peor palabra pude haber elegido), el puede ser la persona o criatura más linda que jamas allá visto, Alicia no exageraba cuando me decía que él era todo un galán.

Antes de que mis piernas dejaran de soportar mi cuerpo y empezara a flotar vuelvo a la realidad con la ayuda de Alicia.

-¡Que bueno que ya se conozcan!- dice ella y después se voltea hacía  Tyler- te dije que era bonita- le murmura y el asiente.

-¿Cómo es que puedes verme?- le vuelvo a preguntar, mi voz es fría y sin ninguna emoción.

Por primera vez desvía su mirada al suelo y Alicia le da un codazo al lado de sus costillas, lo normal hubiera sido que ni lo notara, pero era obvio que cualquier cosa en este momento no era normal; parece que Tyler siente el golpesito  ya que se había doblado un poco.

Vuelve a alzar la vista y la sonrisa que había desaparecido aparece de nuevo con mayor fuerza y dice.

-Aun no has dicho tu nombre.

Yo no respondo: —¿Por qué puedes verme?- vuelvo a preguntar.

-Pero que presentación tan mala- interrumpe Alicia- ni siquiera se han dado la mano- diciendo esto toma nuestras manos derechas y las acerca para que las estrechemos.

Una sensación desagradable comienza a subir desde las puntas de mis dedos a mi muñeca y trepaba hacia arriba con forme me acercaba a Tyler.

Comienzo a gritar y a retorcerme para que Alicia me suelte, me duele mucho, es como si estuviera destinada a quemarme.

-¡Sueltame!- digo fuertemente- ¡Sueltame! ¡Haaay!

Alicia me suelta y al hacerlo tropiezo con mis propios pies, mis alas chocan con la puerta doblándose y provocandome mucho dolor. Grito lo mas fuerte, pero....yo puedo atravesar las paredes ¿que pasa?

Tyler trata de acercarse  para ver que es lo que me sucede , siento como el dolor se intensifica retorciendo todo mi cuerpo, así que se aleja (pero no tanto como yo hubiera deseado) sus manos siguen cerca de mí, tanto que puedo ver el tatuaje que tiene lugar en su antebrazo, es raro, no parece un tatuaje, es mas como una....una...runa.

Este día paso de ser aburrido y rutinario a ser jodidamente extraño.

Las runas son marcas sagradas con distintos fines que solo unos pocos seres vivos saben cómo usarlas, magos, brujos, ángeles, entre otras criaturas, pero nunca había visto una en un mortal común y corriente, ni mucho menos una runa tatuada en su piel; por lo general el dolor que se produce durante el proceso de tatuado es indescriptible y un mortal no lo soportaría muriendo en el proceso.

Tyler trata de nuevo de acercarse a mí, pero yo no se lo permito: — ¡Aléjate!- le grito, mientras camino hacia atrás, quiero estar lo mas alejada de él.

-Solo te queremos ayudar- me dice él con una voz tranquilizadora.

Ya no tengo ni la mas mínima idea de lo que pasa, creo que ya perdí la cabeza. No lo pienso dos veces, quiero salir de esta casa maldita así que doy la vuelta ingenuamente dándoles la espalda a Tyler y a Alicia, corro lo más rápido que puedo y escucho sus voces cada vez más lejos, mientras más me alejo de ellos menos siento dolor, cada vez menos hasta que desaparece.

Estoy confundida, asustada, aterrada y encantada, nunca había sentido tales sentimientos nunca. Mi corazón esta por salirse de mi pecho.

Pongo una mano en mi pecho del lado derecho como precaución, llego hasta la puerta principal y salgo de la casa, escucho como me llaman, pero ni loca vuelvo a entrar. Por cada paso que doy siento como regreso a la normalidad, tomo una de mis perlas, abro el portal y lo cruzo hacía mi mundo.