Capitulo 29: "Confundida"

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Harry no me habló hasta cuatro días después, cuando me pidió que le pasara una rebanada de pan.

No lo veía, porque se iba a altas horas de la madrugada por el trabajo, y regresaba tarde en la noche.

Siquiera me miraba, simplemente, continuaba ignorándome.

Una tarde me harté toda esa mierda, porque ya no soportaba llorar hasta quedarme dormida, y decidí salir a trabajar para distraerme un poco.

No podía quedarme depresiva toda la vida.

Llegué la oficina, con mi portafolio y la planificación de un mes, y me senté en mi escritorio.

—Buenos días —dijo. Elevé la vista, y lo vi allí, sonriente.

—Buenos días… ya me iba —mentí. Me puse de pie y comencé a recoger mis cosas.

—No, no, no. Quédese, está bien. Tengo otra oficina — ¿Quédese?... —. ¿_________ Lambert, no? —preguntó.

Yo sonreí confundida.

—Eh, ¿Qué estás haciendo, Harry?

—Supuse que me conocía —se acercó y estrechó mi mano —. Usted ha de ser la vicepresidenta —sonríe.

—Harry, me estás confundiendo.

—La dejo en su trabajo, luego hablamos.

Se dio media vuelta y salió.

—Maldito hijo de puta, me ignoras y ahora me tratas como extraña —musité.

(…)

Las horas transcurrían en la oficina.

Empresarios entraban y salían casi satisfechos por los negocios que los hice firmar, y Harry continuaba tratándome como estúpida.

No entendía nada. Me confundía todo y trataba de casar las piezas en mi cabeza, pero no funcionaba.

Sarah se acercó a mi escritorio, y me entregó una tarjeta azul con cinta verde.

—La envía el jefe —me sonríe y yo me incorporo en mi asiento.

Abro la carta.

Una invitación a una cena en uno de los restaurantes más caros de la zona. 

“¡La putísima mierda Harry, no estoy entendiendo!” pero en el fondo no quería hacerlo.

El reloj ya marcaba las siete de la noche, cuando Harry se acercó a la oficina con su portafolio en la mano, y se sentó frente a mí.

— ¿Puedo llevarla a casa? —pregunta.

Sonríe.

—Eh… si —asentí.

—La esperaré en el auto. Luego hablamos —se levantó y se retiró.

Esa vez no dije nada. Solo me puse de pie, y me retiré junto a él.

— ¿Qué música le gusta?

—Clásica —sonreí —. No me trates de usted, por favor —pedí. El asintió.

—Así que cuéntame, ¿Vives sola?

—Algo así —no entendía. No quería entender.

— ¿Este es tu primer trabajo?

En Busca de una Esposa (Harry Styles y Tu)Where stories live. Discover now