En todo el camino _______ siquiera emitió un sonido.
El constante movimiento en su pierna y su mano al jugar con su cabello me hacían saber que estaba nerviosa.
— ¿Te sientes bien? —preguntó por fin Niall.
—Eh… sí —dijo a penas.
—_______ no debes hacer esto si no quieres —la alenté y ella asintió.
—Sé lo que estoy haciendo, Liam —dijo entre dientes.
— ¿Qué estás haciendo? —preguntó Niall.
—Estoy… terminando lo que empecé —dijo entre susurros bastante dolorosos. Detuve el auto a media carretera y ella me miró aterrada —. ¡Pudiste habernos matado! —gritó.
—Tú siempre dices que ‘hubiera’ no existe. Entonces —deduje —, no los ‘hubiera’ matado.
—Papi Liam se enojó —susurró Niall y yo lo asesiné con la mirada… bueno, no tan literal.
—Arranca el auto Liam —ordenó ________.
—No —negué y quité las llaves de la cerradura. Los autos bocinaban constantemente, y algunos pasaban a nuestro lado gritándonos groserías, pero eso no me importaba —. Tú sabes que no quieres hacer esto —le dije —, ¿por qué no dejas el orgullo a un lado y aceptas que te enamoraste de Harry? —pregunté mirándola. Niall se hundió en su asiento y se dedicó a escuchar.
—No lo dejaré, porque no estoy enamorada, Liam —me dijo —. Empecé con un propósito, y hasta ahora no he fallado… debo continuar con esto.
— ¿Por qué?, ¿De qué te sirve continuar si sabes que ambos terminarán lastimados?
—Harry va a morir, Liam —me explicó —. El doctor me dijo que aún podía salvarse pero yo escogí el tratamiento más dañino para que muriera antes, y yo pudiera continuar con el plan… —suspiró. Sabía que algunas lágrimas venían en camino.
— ¿Por qué? —pregunté nuevamente y ella me miró con cierto dolor en los ojos.
—Por mamá —dijo entre un susurro que luego se convirtió en un sollozo.
—Deja de engañarte —le pedí —. Él te quiere, tú lo quieres. Creo que eso es más que suficiente.
—Ya te dijimos que el dinero está de más —interrumpió Niall —, eres la señora Styles —ella se sonrió con cierta ternura —. Puedes explicarle a tu esposo…
—Él jamás va a perdonarme si se entera de lo que le he hecho…
—Si te ama, lo hará.
— ¿Cómo voy a saberlo? —preguntó limpiando una de sus lágrimas.
—No sabrás hasta que lo intentes —dijo Niall.
Ella se quedó unos segundos pensativa, y luego suspiró.
(…)
_______ se rehusaba a aceptar sus sentimientos por Harry. Yo sabía desde el principio que el plan era el peor de todos, que ella lo estaba haciendo en cierta parte para alejarse de su madre –quien nunca murió –y por fin ser la _______ que siempre deseó ser.
Recuerdo la primera noche que pasó al lado de Harry. Nos llamó a la mañana siguiente para avisarnos lo apuesto que era y nos aseguró que sería divertido engañarlo.
Al parecer mintió.
Dejó de llamarnos a la tercera semana, y fue entonces cuando supe que se había enamorado.
Cuando Harry la adueñó de todas las empresas y la hizo acreedora de todo su dinero, ella continuó en alto haciéndose responsable de mantener estable las empresas.
Se mantenía día y noche con él, cuidándolo porque al parecer el tipo estaba muy mal de salud –lo cual en parte era un punto a nuestro favor –. Nos llamó una tarde llorando, pidiendo que la trajéramos a casa porque había tenido una discusión con Harry. Niall y yo no supimos que más hacer que responder a su llamado… le dolía más el hecho de que su esposo se había decidido a correrla, o bien ella a irse, que dejar a su madre casi morir de hambre.
Ella ya no estaba haciendo eso por el dinero, lo hacía porque su profesión era Harry Styles. Su esposo.
—Un café cargado —pidió ella con la vista a la mesa.
—Un capuccino —pedí yo.
—Un pastel de crema, un licuado de fresas, un helado de chocolate y un bizcocho de carne —pidió Niall y yo reí con intensidad.
El camarero apuntó y luego se marchó para poner en práctica las órdenes.
— ¿Estás lista? —le preguntó Niall —, no debes hacerlo si no quieres…
—Lista —dijo luego de aclarar su garganta.
Ella miraba por la ventana mientras Niall y yo hablábamos de cosas estúpidas, como siempre, y a veces suspiraba de una manera tan profunda que hacía que mi corazón se retorciera de saber que sentía.
Y entonces lo vimos.
Caminaba con ambas manos en los bolsillos, unos lentes oscuros y su extraño amigo al lado, quien le decía algunas cosas que lo hacían reír. _______ notó su presencia y se le notó más nerviosa.
—Liam… —susurró cerca de mí y yo la miré atento.
— ¿Qué? —pregunté.
—Tienes razón —sollozó.
— ¿Sobre qué?
—No puedo hacer esto… —limpió rápidamente sus lágrimas, al mismo tiempo que Harry entraba al lugar.
— ¿Por qué?
—Porque lo amo…
(Narra Harry)
—No seas estúpido —dije entre risas. Louis decía unos chistes horrendos, que me hacían reír por no llorar.
Al parecer salir a dar un paseo me estaba relajando la mente.
—Ya, ya. Seriedad —hizo una mueca extraña y luego de unos segundos ya estábamos riendo nuevamente.
— ¿Qué van a ordenar? —preguntó la señorita, quien me sonrió con cierta coquetería.
Pero la ignoré, porque no dejé de pensar en mi esposa.
—Un café cargado —pedí.
—Una dona. A la mesa dos, por favor —pidió Louis y ella asintió.
Mi amigo comenzó a caminar hacia la mesa, y… y entonces la vi.
Llevaba el cabello suelto sobre sus hombros, ligeramente peinado, y maquilló sus ojos de una manera que estos resaltaban sus enormes pestañas y su rostro se veía más angelical.
Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, mi corazón latía con fuerza y los labios me empezaban a temblar.
— ¿Qué hace ella aquí? —pregunté a Louis, cuando noté que nos dirigíamos a la mesa dos… en donde ella estaba. Ella, Neil y Layam.
—Yo la invité —maldito idiota de mierda, ¿acaso quería matarme?
—Chicos —nos saludó Layam. Estrechó mi mano, mientras yo la veía.
Estaba lo suficientemente distraída en otras cosas que apenas notó mi presencia.
—Hey —emití. Saludé al rubio, y luego ella me miró.
Había estado llorando, podía notarlo. Sus ojos estaba rojizos alrededor, al igual que su nariz.
Estiró la mano, en signo de querer estrechar la mía, pero yo ignoré su gesto y le besé la mejía.
Nos sentamos sin decir una palabra, a medida de que ella y yo quedáramos frente a frente.
—Así que… —empezó Neil. _______ y yo solo cruzábamos miradas, pero no éramos capaces de decir nada porque estábamos consientes de las terribles cosas que habían pasado.
Golpes, peleas e insultos.
—Dinos Harry —continuó Layam. Que incómodo —, ¿Cómo has estado? — ¿Acaso era una puta broma de mal gusto?, ¿Qué esperaba que le respondiera? ‘si, perfectamente bien. La mujer a quien amo cuya cosa nunca he dicho me dijo que era un maldito egoísta y que se unió a mí por mi dinero, pero bien. Gracias por preguntar’ idiota.
—Eh… —miré a otro lado, y removí los lentes de su lugar original.
—Ha estado bien —completó Louis.
‘Gracias, amigo’.
— ¿Cómo han estado ustedes? —pregunté de vuelta.
Trataba con gran esfuerzo de no responder algo inadecuado o soltar toda la sopa de un solo. No quería estropear el momento, porque podía ser que esa fuese la última vez que viera a _______.
—Hemos estado bien, gracias —Neil miró a _______ y esta solo asintió con un leve movimiento de cabeza.
Me miró un tercio de segundo –mucho para ese momento –y luego desvió la mirada a la mesa.
Estaba nervioso… solo quería besarla y olvidar todo.
— ¿Ya han ordenado? —preguntó Layam.
—Sí —dije yo.
—Y… ¿Qué desayunaron hoy? —preguntó Louis haciendo reír al resto, excepto a mi esposa y a mí.
—Bizcochos de chocolate —dijo Neil. Tragué saliva, y traté de calmarme.
— ¿Hechos por quién? —pregunté yo en un sollozo ahogado, que casi no se pudo escuchar.
—Por _______ —comentó Layam, desviando la mirada.
Vaya que era incómodo.
Extrañaba sus bizcochos…
—Nosotros desayunamos ensaladas congeladas de supermercado —adhirió Louis provocando nuevamente algunas risas.
Intentaba reír, pero no podía.
Necesitaba decir lo que pensaba, ya no podía más.
—Sus órdenes —dijo el mesero entregándonos los pedidos. Se retiró y quedamos nuevamente en silencio.
Ya no podía, solo quería decírselo. Era todo.
—Mi café está muy bue…
—Te necesito _______ —interrumpí y todos me miraron sorprendidos, incluso yo me sentí así —. Vuelve a casa —mi voz se entrecortó y sentí algunas lágrimas correr por mis mejías —… te extraño cada día… es horrible dormir solo… por favor, vuelve —pedí entre vergonzosos sollozos que hicieron incomodar a todos.
