En Busca de una Esposa (Harry Styles y Tu)

Capitulo 18: "Menos mil"

—Unos meses —relativamente la misma cantidad de tiempo desde que supe de mi enfermedad.

Ella no quería que me alterara.

—Han pasado muchas cosas, amigo —dije con la vista al suelo —. No la he pasado muy bien que digamos.

— ¿Quieres hablar de eso? —preguntó.

—No —mentí.

—Ya no tenemos doce, Harry. Sé que los problemas que tienes son más graves que no conseguir el juego que quieres.

—La extraño —dije. Eso fue suficiente. Fue suficiente para que pareciera un estúpido de mierda llorando por la mujer que ama… que quiere… ¡Ah!

Por la mujer que amaba.

Sí, la amaba.

—Tranquilízate amigo —pidió Louis pasando su brazo por mi hombro, haciendo un intento fallido por consolarme —. Respira, y cuéntame a quién extrañas —dijo.

Me enderecé sintiendo como las estúpidas lágrimas se burlaban de mí y me avergonzaban frente a Louis.

—Perdona, Louis —dije secando las lágrimas con mis puños —. No tenía planeado esto… yo…

—Todos hemos llorado por una mujer —me dijo —, no por eso eres menos hombre —suspiró —. Ahora cuéntame.

—Ella… yo… — ¿Cómo se supone que había empezado la historia?, ¿acaso había sido desde que la vi en ese espantoso vestido de Minnie Mouse? No lo sé, y no me interesa.

—Respira, y dímelo —respiré un par de veces, y comencé a hablar.

—Hace unos meses —suspiré—, me enteré de que tengo cáncer —mi voz se debilitó y las facciones de Louis cambiaron repentinamente. Era más difícil decirlo que asimilarlo — y… Marie comenzó a fastidiarme con todo eso de que debía encontrar a alguien para darle mi fortuna… porque… —sollocé —, porque yo decidí morir —mi voz se quebró por completo en la última frase ya dicha, y las palmadas de Louis en mi espalda no fueron suficientes para detenerme de no echarme a llorar —. No quise tomar el tratamiento, entonces busqué a una chica para hacerla mi esposa —reí con amargura —, por más estúpido que suene… y ella llegó… y comenzó a vivir en mi casa porque… Marie me lo pidió y… —no pude más. Recordar las idioteces que hice me hacían reír pero a la vez deseaba llorar y llorar —se hizo mi esposa… —suspiré —se tomó muy a pecho el tema de la señora Styles, y… me pidió un mes para enamorarme… y… ¡Ah! —grité con furia. Lloraba, y siquiera podía comprender por qué. Solo quería tenerla conmigo, a mi lado, para hacerme sentir mejor, besarme y pedirme que dejase de llorar.

—Continúa —pidió mi amigo.

—No logró enamorarme en un mes —dije —… pero me dejó encantado de su manera de hablar como camionero, de reír… de besarme… Louis, yo la amo —dije con firmeza, a pesar de que aún lloraba —. Eché todo a perder con mi estúpido orgullo, pero ella siempre estuvo allí —sollocé, sequé mis lágrimas y empuñé las manos —… cuando… cuando ella supo del cáncer, ella… —apoyé mi cabeza en mis manos y traté de aclarar mi garganta, pero lo único que logré fue conseguir más lágrimas amargas —ella no se fue Louis —le dije —. Se quedó con el puto moribundo de Harry… —reí entre lágrimas —y aunque nunca se lo dije, ese fue el momento decisivo para darme cuenta de que yo… en verdad la quería —dije —… ¡Maldita sea! —grité —… me llevó al hospital, soportó la presión de la prensa… y se fue por mi culpa —dije —… porque yo arruiné todo… y estoy tan solo ahora… la extraño demasiado —dije entre sollozos que me estaban sofocando.

Louis me miraba con lástima. Ha de haber pensado ‘pobre idiota. Arruinó lo poco que le quedaba’.

—Creo que me acostumbré demasiado a tenerla… que cuando la perdí —me puse de pie y suspiré —… lo perdí todo.

Sequé mis lágrimas con el puño, aunque fue inútil porque estas continuaban saliendo una tras otra, y miré a Louis. Sonreía melancólicamente y se esforzaba en no llorar. Como yo.

—Jamás había oído a un hombre describir cuánto ama a una mujer de esa manera —dijo de repente —. La amas como a tu propia vida, porque ella es tu vida —dedujo —. ¿Por qué sigues aquí parado?, ve tras ella… pídele perdón y déjate amar, Harry —me dijo.

“A veces, es necesario que alguien más te diga lo que necesitas oír, aún así lo hayas dicho tú mismo”.

—Ella me odia —dije —, yo me odio…

—No te sirve de nada decírmelo a mí. La amas, y creo que eso es más que suficiente para ir tras ella —sonrió —. No quiero sonar grosero… no sé cuánto tiempo te queda de vida, pero si fuera tú, lo aprovecharía junto a ella.

Eso fue lo último que escuché decir a mi amigo, porque me giré y caminé sin siquiera mirar atrás con el deseo de encontrarla. 

(…)

—“¡Cállate Harry!, ya déjame en paz. Eres un maldito egoísta”.

—“Es demasiado tarde. Deja de hacer el ridículo y por una vez en tu vida compórtate como un hombre”.

—“No estaré a tu disposición cuando tú lo desees, ¡Entiéndelo!”.

—“Tu no me quieres… si me quisieras no pensarías solo en ti”.

—“¡El mundo no gira a tu alrededor, Harry, la gente no te soporta!”.

—“Ya hiciste suficiente, vete de aquí”.

—“¿Sabes qué?, sí. Sí, así es. Lo hice por el dinero, porque quería tu fortuna… jamás te amé, y jamás nadie lo hará”.

¿Duele leerlo, no?

Duele más escucharlo de la persona a la que amas.

Jamás me sentí tan pisoteado en la vida, y no porque me esté haciendo la víctima. Fue culpa mía también que todo eso sucediera, pero… ella no me amaba. Lo dijo por compromiso, porque sabía que moriría y ella estaba bien con eso.

Solo le importaba mi dinero.

Papá una vez me dijo que personas como nosotros nunca estarían al nivel de las personas con una vida intermedia. ¿Por qué?, porque la gente se abocaría a nosotros por nuestro dinero… no por interesarse en conocernos.

Jamás le creí.

Entonces, un sábado a las nueve y media de la noche me encontraba acostado en mi cama, llorando.

Le pedía a mi interior que me dejase en paz y que por una maldita vez me dejara ser más fuerte, y solo no llorar.

No lo podía creer, y reía amargamente de recordarlo. Ella se estuvo burlando de mí todo el tiempo… y yo no me di cuenta.

¿Dónde quedaron las cenas románticas?, ¿En dónde putas están los besos y las caricias?, ¡¿Dónde quedó todo eso?!.

¿Era solo actuación?, felicidades ________ Styles… perdón, ________ Lambert. Lograste engañarme todo el tiempo.

Si lo que querías era enamorarme y luego huir con toda mi fortuna, lo lograste.

_______: cien malditos puntos.

Harry: menos mil.