¡Hank!

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—Soy Connor. Vienen a desmontarme —el joven castaño habló serio. Los guardas nos miraron y se susurraron entre sí.

—¿Por qué traes a gente ahí detrás?

—Vienen a despedirse.

Los soldados carcajearon y se acercaron hacia nosotros.

—Esta prohibido traer a gente que no tenga empleo en CyberLife a menos de que se traiga la autorización. ¿La tienes?

Hank y yo seguimos callados. No podíamos arruinarlo más de lo que estaba.

Connor salió del taxi y suspiró, el soldado que nos hablaba se puso alerta pero eso no impidió que no saliera dañado. Nuestro compañero tomó su arma y le dio un tiro certero en el pecho, al igual con el otro.

—Joder... —Anderson salió del taxi y le seguí. ¿Desde cuándo se volvió tan violento?

—Eran un molestia en la misión. Rápido, debemos liberar a los otros.

Nos acercamos dudosos a él, que se encontraba hackeando la entrada con la palma de su mano.

Consiguió abrirla y nos tiró a ambos del brazo muy fuerte. Desde luego estaba actuando demasiado diferente al Connor habitual.

—¿Qué pasará con ellos? —pregunté viendo los cadáveres mientras la entrada cerraba.

—¡Eso no importa, vamos! —tiró más fuerte de nuestros brazos.

—¡Connor!, ¿¡qué coño te pasa!? —se quejó Hank mientras se soltaba del agarre y me ayudaba a que hiciera lo mismo.

El androide bufó frustrado y se tocó la sien intentando masajearla.

—L-Lo siento, es que debemos llegar lo más pronto posible. ¿Quién sabe qué pasará si no llegamos a tiempo? Podrían morir todos los divergentes.

Puso una cara de preocupación. Oí un suspiro del mayor.

—De acuerdo, de acuerdo. Solo estás nervioso. Pero procura no hacerlo de nuevo, ¿vale? —dijo comprensivo.

—Vale, teniente —miró a la torre—. Seguidme.

Yo ya no sabía en si hacerlo o no, por lo que me quedé quieta.

—¿Qué pasa, (T/N) —preguntó preocupado Anderson.

—¿No le parece raro la forma en la que actúa?

—Será el estrés. El chaval tiene que liberar a miles de androides para parar una guerra civil.

Hank lucía muy seguro de lo que decía. Así que le creí.

—No tenemos tiempo... —se quejó el androide de nuevo. Le seguimos y cruzamos todo el puente donde iban los vehículos. Iba despacio y con cojera. Estaba completamente cansada.

Hank se ofreció a ayudarme a mitad del camino. Mientras que Connor solo nos gritaba para que fuéramos más rápido.

¿Connor irritante? Nunca supe que eso podía llegar a pasar. Con lo calmado y pacífico que era la mayoría de las veces.

I'm Not A Deviant | Detroit Become HumanWhere stories live. Discover now