I'm Not A Deviant | Detroit Become Human

Infiltrándonos en Jericho.

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Connor y yo estábamos vistiéndonos para ir de una vez por todas a Jericho. Insistimos en que Hank viniera, pero este no dejaba de decir que no quería ir allí y que solo quería beber mientras veía la televisión.

Lo dejamos pasar porque ya que estaba fuera del caso, queríamos que descansara.

—¿Luzco como uno de ellos? —me giré y pude verle con la chaqueta de mi hermano y ropa bastante casual.

—Estás perfecto —le hice un gesto con la mano y le sonreí. Detrás suya vi un beannie que sinceramente, no sabía de dónde salió. Lo tomé y se lo puse. Parecía una dueña vistiendo a su Barbie—. Mucho mejor.

Me sonrió de vuelta y se fue a jugar con Bobby. Le vi a lo lejos y mientras miré mi conjunto.

Consistía en unos pantalones negros rasgados, una gran sudadera ancha gris con el logo de una banda antigua y unas zapatillas blancas que estaban sucias. No me preocupaba mi aspecto, aunque no sea androide y puedan ficharme rápidamente, iba a estar con la capucha todo el tiempo, por lo que no pasaría nada, ¿no?

—¿Ya estás lista, (T/N)?

—Sí, vámonos.

Salimos del apartamento, yo estaba cerrando la puerta mientras que oía que algún otro vecino mío estaba saliendo también.

—Hola Señora Mortens —la saludé e intenté sonreírla. Le di un codazo a Connor para que saludara también. Ella era una señora que obligaba saludar y si no lo hacías te tomaba por maleducado. Además, de que era muy gruñona y cotilla.

—Hola —Connor intentó sonreírla también. Lo único que conseguimos fue una mirada de asco y un portazo en todas muestras narices.

—Siempre tan amable.

Ironicé y luego bufé para indicarle a Connor que bajáramos. Como yo vivía en el apartamento 42, tuvimos que usar el ascensor para no tardar vida y media.

Entramos a él y nos quedamos en silencio. El ascensor tenía su típica música y espejos en todas sus paredes.

—Luces bien —soltó para romper el silencio.

—Gracias, tú también estás genial —le devolví el cumplido.

Seguimos hablando, yo intentaba arreglar mi pelo con ayuda del cristal reflectante. De repente, el ascensor paró. Miré dudosa porque era imposible que en tan poco tiempo ya llegáramos abajo.

Planta 20. La puerta abrió y un montón de adolescentes gritones entraron haciendo presión.

Me asusté. Éramos solo dos en un entorno calmado, y de repente pasamos a ser al menos una docena de personas.

Connor me tomó de la cintura y me apegó un poco a él para que ellos pudieran entrar. Se sentía eterno y poco agradable. Una chica de tal vez unos 17 años, no dejaba de hablarme y me echaba el aliento que olía a alcohol y a aceitunas.

Me daba muchísimo asco, así que asentí todo el rato mientras intentaba no respirar. Ya casi no aguantaba, así que decidí girarme y me encontré con el abdomen de mi compañero androide.

Tomé aire para recomponerme del pestazo que producía esa adolescente. Suspiré al echar un vistazo, la chica ya le estaba hablando a otro de sus amigos.

Decidí mirar arriba y me encontré la cara de Connor. Había centímetros de diferencia pero eso aún me permitía verle el rostro. Me soltó una sonrisa de lado y yo bajé mi cabeza e intenté no sonrojarme.

Maldita sea, ¿puede el ascensor bajar de una vez?

Al fin se abrió la puerta del ascensor y poco a poco se fue vaciando. Respiré aliviada y nada más salir de allí me abaniqué.

Me había sonrojado, y mucho.

Salimos del edificio y nos dirigimos a la estación de trenes, esperamos al tren y fuimos en dirección a Ferndale.

Ambos nos montamos en el compartimento de los humanos. Connor al ser un prototipo, no tendría problemas en si se encontraba a su clon o no, porque aún no le oficializaron ni le pusieron en venta.

Estaba poco empleado, solo veía a otras tres personas en el vagón. Me senté en un asiento al lado de mi compañero y saqué mi móvil. Como yo vivía en Southfield, Michigan, llegaríamos a Ferndale en unos 40 minutos.

Di un suspiro largo y me apoyé en el hombro de Connor. Veía nuestro reflejo en la ventana, él solamente contemplaba el vehículo, era muy probable que fuera su primera vez. Ahora me miré a mi, con la capucha puesta y cara de aburrida.

Bostecé y miré la hora, tan solo eran las diez y media, pero igual seguía con sueño.

Me acomodé y seguí mirando por la ventana. Mis ojos empezaron a cansarse al ver lo rápido que se veía el paisaje, así que decidí cerrarlos.

Estaba empezando a dormirme y sentí que Connor me rodeó con su brazo.

No solo caí en sus brazos, pues también en los de Morfeo.

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Otro capítulo que no es centrado en una escena particular del juego 🌚. Ha habido muchos contactos con el Konner, bien rikolinos xd.

Este capítulo tiene un pequeño detalle, que es la Señora Mortens. Es un personaje inventado, su apellido lo saqué de un libro en danés que me dio mi abuelo, de hecho podeis buscarlo si quereis (Mortens mors fødselsdag) vereis un librito con dos tortuguitas :')

La Señora Mortens la hice pensando en una de mis vecinas reales que me da tó el miedito.

Ese era el detalle(?

También me esmeré en buscar dónde podía vivir la prota para que no quedara ni muy lejos ni cerquísima de Ferndale.

He aquí la prueba:

Y sí, estoy escribiendo en plena madrugada jejejejeje (de hecho ahora son las 03:14).

En fin, que me callo un mes, hasta el próximo capítulo <3.