Cap. 8

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1000 i'wos después de la caída de Saturno

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1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La tierra. Ciudad de Nyx. 06:15 Pm

Empapada, tiritando y parada frente al umbral de mi puerta, no creo lo que veo. Las llaves se me resbalan de las manos, y Ryker me mira sorprendido y preocupado, pero hay algo más tiñendo su mirada. Algo que me tiene hipnotizada y parada frente a él como una tonta.

Un Sat de luz misterioso y atractivo no son buenas noticias, porque esas combinaciones son peligrosas dentro de la legión de mi madre. Yo más que nadie lo sabe con certeza, en especial cuando sé que tengo una fijación por ese tipo de personas.

Mis ojos están a punto de demostrar que he captado la esencia de luz de Ryker y si él lo nota, no sabría cómo explicárselo. Ni siquiera podría explicármelo a mí misma. La hibridad aun es un tema que no manejo bien.

Ryker sigue observándome, como si no quisiera perderse ningún detalle, y me gustaría poder decir algo, pero lo único que logro hacer es romper nuestro contacto visual en el momento que siento la brillante luz cruzar mis ojos como un rayo que ilumina el cielo. Una señal de que mi hibridad siempre me hará sentir distinta al resto.

- ¡Zoee!, estas toda...

-empapada. —termino su frase. —Lo sé, esta lluvia se convirtió en mi peor enemigo. —señalo mirando mi ropa húmeda y algo sucia por el viento.

-deberías entrar...-propone, haciéndose a un lado, para dejarme pasar.

-Gran idea, Ryker. –comento, divertida.

Entro con suma rapidez para no rozar mi cuerpo con el suyo. El problema es que eso es inevitable, porque la puerta de mi departamento es demasiado pequeña para que los dos quedemos situados a una distancia segura. *nota mental: cambiar la puerta de mi casa y hacerla más grande. Nuestros cuerpos quedan frente a frente y no puedo evitar babear mentalmente ante la silueta cálida que se divisa por sobre sus prendas color pastel, normales entre su gente.

-De todos modos ¿Qué haces aquí? —añado, en voz baja.

De pronto, mi vista viaja desde su pecho hasta su rostro, y me regala una linda y amigable sonrisa. Una sonrisa que por alguna extraña razón siento que es solo para mí, como si ese tipo de gesto no lo hiciera para cualquier saturniana.

Debo admitir que en estos segundos en que nuestras miradas se vuelven a cruzar y que nuestra cercanía se hace escaza, olvido que estoy casi muriendo de frio. Olvido a Thayer. Olvido el sucio pasado que me persigue. Olvido que soy vista como un peligro para mi raza.

Cuando estoy con Ryker, simplemente olvido todo.

Pienso que una de las razones de porque me siento así alrededor de él es porque es luz, pero mi cabecita conspiradora cree que también es porque Ryker se preocupa verdaderamente de mí, y me gusta. Me gusta la sensación que deja esa idea en mi mente, pero no la dejo que me embriague demasiado tiempo, porque al final del día yo sigo siendo una hibrida escondida entre las sombras, y el sigue siendo... él.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Where stories live. Discover now