Mi mirada viajaba por todos los muebles y espacios de la cocina y del comedor, buscando algo que ni siquiera yo sabía que era, pero necesitaba calmarme, porque mi corazón palpitaba a mil por hora y mi hibridad estaba a punto de mostrarse.

Puedo controlarme y permanecer como luz durante mucho tiempo, pero si algo me molesta o me lleva al borde de mis emociones, la oscuridad se presenta y no hay nada que pueda hacer para controlarla, hasta que relativamente soy ambas. Sí, porque en un momento—la mayor parte del día—soy luz, pero cuando me descontrolo, me convierto en pura oscuridad y luego las cosas se calman, hasta que me convierto en hibrida, y no es una sensación muy agradable con la cual vivir.

-cálmate Zoee. —me advierte mi abuela.

En aquel momento note que estaba presionando mis manos en el borde de la mesa platinada de la cocina y las oculte en los bolsillos de mi abrigo, porque no sabía qué hacer con ellas.

¿Qué me estaba pasando? Todo esto era demasiado confuso para mí. Había pasado demasiado rápido. De tener una mañana normal en la que odiaba en silencio a todos en este planeta, pase a enfrascarme en una maraña de crisis nerviosas y desbordes de energía que me tenían casi en el límite de mi capacidad.

– lo que está sucediendo...-me explica. Pasa sus manos por su peinado, frustrada, al igual que yo. –me refiero a que Kohn descubriera tu hibridad y sobre la existencia Timothy, sabíamos que algún día pasaría. Tarde o temprano esto explotaría.

Si, lo sabía. Pero no creí que fuera real ¡oh dioses! No sé qué hare ahora que todo se sabe, quizás tenga que irme de la ciudad, oh peor ¡del planeta!

-lo sé, tú me lo advertiste. —dije tratando de convencerme a mí misma de todo esto, pero no daba mucho resultado.

-Timothy es un niño especial, y sabemos lo que podría llegar a hacer y lo que no...--comentó sin nerviosismo, como si el tema ya no le preocupara demasiado. Jamás entenderé a esta mujer. — y si él descubre cómo utilizar su potencial y como manipularte a ti para que hagas lo que él quiera...las cosas serán peor de lo que ya son. Kohn te utilizará a su favor, y te venderá como arma ante todos los de nuestra raza.

De eso estaba muy segura. Siempre supe que el mayor riesgo de ser hibrida era que otros lo supieran y me convirtieran en un arma. Ser invencible a veces no es tan bueno como otros creen.

-Nosotros no le hemos hecho daño a nadie...-comente desesperanzada, apoyándome con menos energía sobre los muebles de mi cocina. –ni siquiera Timy ha intentado probar que es algo más que un Sat codva, de todos modos...

-es cierto, Timy no ha hecho nada malo, pero...—mi abuela mueve la cabeza de un lado a otro, como si intentara convencerse a de algo. – pero todo Sat codva es un misterio y puede ser utilizado como un arma, al igual que tú, Zoee.

Asiento, estando de acuerdo con ella, sin estar contenta por ello.

Mi vida siempre estuvo girando alrededor de aquella posibilidad, de aquel miedo a que me utilizaran como arma, a que me obligaran a hacer cosas que yo no estaría dispuesta a hacer por nada en el mundo. Siempre supe que este día llegaría en cualquier momento, y ahora solo puedo intentar ocultarme por un largo tiempo, hasta que Kohn crea que he muerto, desaparecido o que en verdad nunca he existido.

No puedo arriesgar la vida de Timothy. Simplemente no puedo, porque es la única familia que me queda. El problema es que estoy cansada de seguir huyendo, y ya no sé a dónde más podría ir.

-entonces...- decidí dejar mis miedos de lado y comportarme de la manera más civilizada posible. --¿Qué tratas de decirme?

Mi abuela me evalúa con la mirada y aquel gesto me recuerda a mi madre y tengo que alejar rápidamente la mirada de ella. No quiero recordar a esa mujer de nuevo.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Where stories live. Discover now