Capítulo 39.-

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—Guau. No se, no parecen palabras de Daniel, pero igual es que ha cambiado de verdad. No sé... Estás con Ian, lo mejor es que lo pienses durante varios días. —me recomendó Alice, tras escuchar cada palabra que le decía, explicando con pelos y señales todo lo que había pasado.

—Es lo que voy a hacer. Hasta que me decida tendré que verlo casi todos los días. Esperemos que no sea todo demasiado incómodo. Muchas gracias, Alice. —le agradecí, jugando con un bolígrafo, que había cogido poco antes.

—De nada, para eso somos mejores amigas. Chao, Teddy. —se despidió.

Sin esperar a que yo me despidiera también, colgó, dejándome completamente sola con mis pensamientos. Aquello era un verdadero quebradero de cabeza del que se me iba a hacer muy difícil salir.

Alguien llamó a la puerta del despacho, sobresaltándome y consiguiendo que diera un leve saltito en mi silla, tragué saliva y me levanté, meditando en quién podría estar llamando con tanta insistencia, ya que seguía golpeando la puerta. Sólo había una persona que no quería ver en aquellos momentos. Abrí la puerta, viendo al otro lado a todos mis temores reflejados, ya que era Daniel, justamente la persona a la que no quería ver en aquellos momentos.

Fui a cerrar la puerta en sus narices, sin articular palabra alguna, pero me lo impidió, posicionando el pie entre la puerta y el marco, y haciendo fuerza para poder abrirla bien y verme la cara.

—No se que haces aquí, pero puedes irte. —le dije, con un tono frío y distante en la voz, sonando como una auténtica borde.

—No vengo aquí por lo de antes, entiendo que quieras pensarlo antes de responderme. He sido muy directo, pero no es momento para hablarlo. —aclaró, mirándome directamente a los ojos, con una expresión inocente y dulce en el rostro.

—Exacto, no es el momento. —secundé, tras cruzarme de brazos.

—Vengo a decirte que he pasado por delante de la sala que usa Ian para tratar a los pacientes. No te va a gustar lo que te voy a decir, pero he oído gemidos, he abierto un poco la puerta y estaban desnudos, él y una chica rubia. —soltó un largo y sonoro suspiro, como si acabara de librarse de una gran carga,

Mentiría si dijera que una parte de mi corazón no se rompió. Las ganas de llorar acudieron a mí de un momento a otro, pero quería permanecer fuerte, no podía derrumbarme sin saber si quiera si eso era cierto o se lo había inventado Daniel.

—Qué casualidad, me dices que estás enamorado de mí, no te respondo y justo mi novio me es infiel. Cuesta creerlo Daniel. —no quería creerle, no quería derrumbarme, no quería que aquello fuera real, no podía serlo.

—Vale, no me creas, pero he venido a decírtelo por que no te mereces que te hagan algo así, se que yo hice algo parecido, pero me arrepiento, mucho, perdí a una chica increíble, pero ese gilipollas que te está poniendo los cuernos no te merece. —aseguró, cerrando sus ojos durante unos segundos, como si buscara las palabras adecuadas para expresarse.

—Voy a ir a ver, contigo, para que veas que Ian me es fiel. —comenté, queriendo hacernos a ambos a la idea, sobre todo a mí, que por primera vez en mi vida dudaba de los actos de mi novio.

Asintió, para luego agarrarme de la muñeca, tirando de mí hacia la sala donde supuestamente había visto a Ian engañarme, conforme nos acercábamos los nervios y las dudas subían por mi interior. La sola idea de que Ian estuviera con otra me destrozaba por dentro.

Al llegar frente a la puerta, lo que oí no me dejó ninguna duda.

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Quedan tan sólo dos partes para que esta novela acabe y quiero informaros de la decisión que he tomado.

Está será la primera de una bilogía o posible trilogía (aún no lo tengo claro) que se llamará Casualidad. Al igual que estoy haciendo una trilogía con varias canciones del disco Gracias de Gemeliers he querido hacer lo mismo con Stereo, y así surgió la idea de hacer más partes de esta novela.

Espero que estéis impacientes por conocer el final de esta primera historia y que os esté encantando está preciosa obra que a mí me ha encantado escribir.

Besos. ❤️

-srtainfinyt

Tímida ·Daniel Oviedo·Where stories live. Discover now