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El llanto de Bakugo logro estremecer aquellos tres que tan solo podían observar con impotencia aquel momento, se suponía que iban a estar ahí junto a ellos hasta el final, pero no lo habían logrado, no conocían los hechos de lo que había ocurrido pero el llanto de Bakugo era más que suficiente para darse cuenta que todo había acabado ya, Kirishima había muerto, no podía haber otra explicación, aquella parte que el rubio sostenía entre sus brazos era un trozo de piel de kirishima de eso no había duda pero aun así había algo que no encajaba del todo.

Bakugo volteo hacía abajo tan solo observando aquella parte que Kirishima le había dejado y fue en ese punto donde detuvo su llanto de una manera abrupta desconcertando aquellos tres que le acompañaban, por completo los lamentos del rubio dejaron de sonar quedando en total calma mientras se iba levantando despacio, en su diestra quedo colgando aquella parte de kirishima por la cual había estado llorando, pero ahora lo entendía.

-¿Bakugo?

Kaminari de nuevo intento acercarse a su amigo el cual le daba la espalda en silencio, un silencio que duro poco pues Bakugo sin pensarlo dos veces exploto aquel pedazo de piel contra el concreto estrellando este con fuerza haciendo que se rompiera en varios pedazos.

-¡lo entiendo ahora!... la forma de regresar a Kirishima a la normalidad, es rompiéndolo.

Aquel cambio tan abrupto de carácter logro incomodar a Sero y Ashido a diferencia de Kaminari el cual se sentía mejor al ver a su compañero ya más tranquilo.

-No lo entiendo Bakugo... ¿De qué hablas?

-Vi como la cara del pelos de mierda se estrellaba contra el concreto, pero ahora que lo pienso... no hubo sangre, ni si quiera hay señal de musculo o hueso pegado a esa parte de piel, pude notarlo ahora que lo vi mejor de cerca, lucía como una máscara... je, llore antes de tiempo, maldito Kirishima, se cómo regresarte a la normalidad.

-¿mmm? Sigo sin comprender.

-es normal, eres una chica idiota, escucha bien ojos de mapache voy a contarte lo que sucedió.

La historia de Bakugo dejo pensando a sus compañeros pero Ashido y Kaminari no sabían que hacer en una situación así ya que no conocían aquel hombre que describía Bakugo, era un total desconocido o al menos para ellos.

-Bado... así se llama ese hombre que se llevó a Kirishima.

-¡Entonces ya no perdamos el tiempo y vayamos por él!

-mm... No es tan fácil Bakugo, no se en donde se esconde ese sujeto.

-¡Oh mierda! ¿¡ENTONCES DE QUE MIERDA ME SIRVE QUE SEPAS QUIEN ES!?

-muy fácil, conozco a alguien que sabrá donde está, solo hay una persona en Pribat que sabrá donde estará Kirishima.

Las palabras de Sero lograron formar una cara de disgusto en Ashido y Kaminari, era muy notorio que sabían de quien hablaba sero y ese conocido no era muy de su agrado, como siempre había una historia detrás pero en ese momento no era algo que importara mucho.

-ahh.. que le vamos hacer, tenemos que ir a ver a ese molesto hablador...

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Pribat, era la primera vez que Bakugo caminaba por las calles de aquella ciudad, se notaba demasiado la diferencia entre Kanzio y está empezando por las viviendas y la ubicación. El rubio cenizo nunca se imaginó que abría un lugar como ese debajo de la tierra, lo único que había llegado ver era la entrada y el pequeño campamento que había para los recién llegados, nunca se imaginó que aquella ciudad estuviera metida bajo tierra en una enorme cueva natural. La mayoría de las viviendas estaban hechas de barro y tierra, algunas otras con cemento pero estas eran más como bodegas o lugares de importancia, todo el lugar estaba iluminado por una línea de luces que recorrían las calles improvisadas y el techo de la cueva, mientras que en los interiores de las casas habían varias lámparas, todo era demasiado austero pero a pesar de esto las personas andaban activas por todo el lugar, incluso había niños jugando en la avenida principal donde todo el comercio de pribat se movía, no eran tantos puestos pero se podía notar que eran los necesarios para poder distribuir los alimentos y medicinas que necesitaban, todo estaba controlado para que las personas de aquella pequeña ciudad vivieran en paz. El ambiente era demasiado agradable y Bakugo no dejaba de pensar que ese sería un buen lugar para que él y Kirishima vivieran el resto de sus vidas en total tranquilidad.

Héroes de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora