Capítulo veintidós.

5 3 0
                                    

Los siguientes meses yo no era persona. Anika me estaba ayudando a continuar con lo académico, y Luca Polo se encargaba de levantarme, darme de comer y hacer que me bañara para continuar con mis jornadas. Ya no trabajaba, pero entre los hermanos Pravesh, habían decidido mudarse a mi cada con mi conscentimiento -yo había asentido con mi cabeza y eso había sido suficiente-, así ellos se encargarían de pagar los servicios por unos cuantos meses mientras yo me recuperaba.

Esa Navidad había sido tétrica. Yo acostumbraba a construir un pequeño árbol con Félix, y él conseguía mucha comida porque ninguno de los dos cocinaba muy bien lo que era el pavo o todas esas cosas que se comen en las festividades. Los dos nos habíamos encargado de hacer nuestra propia Navidad y eso era suficiente para nosotros.

Luca Polo había decidido comprar mucha comida y Anika compró ropa como loca, en eso del Viernes Negro. Ninguno de los dos había presionado por decorar la casa, que había tomado vida y color con la llegada de los dos nuevos inquilinos. Ellos me estaban cuidando sin pedir nada a cambio, y yo no podía estar más agradecida, aunque pasara todo el día en mi cama, llorando con la foto de Félix en mis manos.

Número tres.  [COMPLETA]Where stories live. Discover now